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Identidad

Cómo el tacón de aguja se convirtió en arma homicida

Desde su invención en la década de 1950, los zapatos de tacón de aguja o stilettos se han utilizado dentro y fuera de la pantalla como arma homicida.
Image by Merve Türkan via Stocksy

Si tenemos en cuenta que la palabra stiletto significa "cuchillo pequeño" en italiano, no resulta extraño que las mujeres (y las drag queens) lleven utilizándolos como arma desde su invención en la década de 1950. Quiero decir que, si no puedes desmantelar el patriarcado, siempre puedes clavarle un tacón de aguja en el pie.

Caballeros e italianos cabreados

Originariamente, los cuchillos stiletto eran utilizados por los caballeros en la Edad Media para rematar a través de la armadura a algún oponente herido. Más tarde, los asesinos italianos llevaban esta arma oculta en la manga de sus capas, de un modo muy similar a como las oficinistas actuales ocultan sus tampones en el jersey para que Pepe, el de Contabilidad, no tenga que enfrentarse a la realidad de que las mujeres sangran cada mes por la vagina.

Más tarde, los italianos llevaron el cuchillo stiletto hasta Norteamérica, donde empezó a asociarse con la intimidación que ejercían los extorsionadores de la célebre asociación criminal Mano Negra. Las cosas se pusieron tan mal que, en 1879, la ciudad de Nueva Orleans prohibió su venta. Resulta que los miembros de la Mano Negra firmaban sus cartas de chantaje con calaveras y huesos cruzados toscamente dibujados: todo muy Alexander McQueen, vaya.

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Stiletto, te presento al zapato

Como era de esperar, el afilado tacón asesino fue inventado por un puñado de hombres. Elizabeth Semmelhack es conservadora jefe del Museo del Calzado de Bata, en Toronto, y autora de Heights of Fashion: A History of the Elevated Shoe ("Las alturas de la moda: historia del calzado elevado"). "Los stilettos fueron inventados en la década de 1950 por Andre Perugia", explica a Broadly. "Y más tarde Roger Vivier y Ferragamo empezaron a experimentar con la altura y la estructura del tacón".

Tacones asesinos en la gran pantalla

En la pelea vintage entre nenas protagonizada por Dominique y Alexis en el culebrón de los ochenta Dinastía, ambas empiezan propinando certeras patadas en la espinilla a su rival empleando la contundente fuerza de sus tacones (más adelante hablaremos más sobre esta táctica). Pido a Semmelhack que sitúe el modelo de Dinastía dentro de la amplia historia cultural de la violencia con zapatos de tacón de aguja. "El modelo de Dinastía chocaba directamente con la imagen de la típica oficinista, de la que se esperaba que llevara calzado plano. Aquí tenemos a un tipo de mujer que realmente cambia las estructuras de poder y que se viste de un modo que no refleja Dinastía", explica. "El miedo a que las mujeres se conviertan en profesionales de éxito, el pensamiento subyacente de que la sexualidad femenina podría ser potencialmente incontrolable… Todo esto se ve representado en Dinastía fuera del horario laboral. La idea principal es que las peleas entre mujeres van a perturbar el lugar de trabajo, de modo que los tacones son más altos, el pelo está más cardado y todo se exagera".

En las películas de Hollywood, cuando aparece un globo ocular siempre hay alguien esperando a sacarlo de su cuenca como una bolita de melón insertada en un palito de cóctel. En el filme de 1992 Mujer blanca soltera busca, Hedy (Jennifer Jason Leigh) se hace amiga de Allie Jones (Bridget Fonda), empieza a imitarla, se acuesta con su prometido y finalmente le asesina clavándole un tacón de aguja en el ojo. Por si eso no fuera suficiente, lo hace llevando una peluca cutre y una gabardina plateada.

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Asesinatos fuera de la pantalla y extracción de globos oculares

Volvamos al mundo real, donde machacar a alguien con un stiletto cuenta con ramificaciones a largo plazo. Uno de los primeros casos de agresión con tacón de aguja de la década de 2000 se produjo en 2006, cuando una drag queen neoyorquina llamada Flotilla DeBarge fue arrestada y condenada por agredir a dos personas con sus stilettos en un club nocturno del West Village.

Aunque varios testigos afirmaron que DeBarge no inició la pelea, sus zapatos se emplearon como prueba en el caso y fue condenada a 45 días de prisión en la cárcel de Rikers Island de Nueva York. En 2011, una mujer de Georgia llamada Thelma Carter fue condenada por homicidio y sentenciada a seis años de prisión tras matar a su novio clavándole un stiletto en la cabeza.

Más recientemente, en el Reino Unido, una pelea de borrachas entre dos amigas durante la Nochevieja de 2013 se convirtió en tragedia cuando Melissa Causer, de 21 años de edad, pisó con todas sus fuerzas la cara de Sophie Robinson con su tacón de aguja plateado. Perforó el globo ocular derecho de su amiga y Robinson ahora está ciega de un ojo. Causer fue condenada a siete años de prisión. Como era de esperar, ya no son amigas.

Foto por Studio Firma vía Stocksy

Autodefensa para portadoras de stilettos

Jennifer Cassetta es cinturón negro de tercer grado y lleva dando clases de autodefensa con stilettos por todo EE. UU. desde 2007. "Estaba recibiendo clases de un arte marcial llamado hapkido cuando fui agredida en una calle de Nueva York una noche que llevaba zapatos de tacón de aguja", afirma. Ahora enseña principios básicos de autodefensa a otras mujeres que suelen llevar stilettos.

"Nuestra cultura hoy en día nos hace poco conscientes de nuestro entorno. Vamos hablando por el móvil, enviando mensajes de texto… Simplemente estamos con la cabeza en otro sitio y el mundo cada vez está más loco. Fíjate si no en las agresiones de Colonia. Si te vas a sumergir en una masa bamboleante de gente es mejor que sepas cómo defenderte, porque con tacones de aguja no vas a poder correr. Hacen un daño de cojones".

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Cassetta es una firme defensora de los stilettos como arma. "Una de las ventajas de llevar tacones de aguja es que, si alguien te empuja al suelo, puedes darle una patada en la espinilla. Eso duele un montón. O si tu atacante trata de colocarse sobre ti, darle una patada en la entrepierna con un stiletto es un buen sistema para evitarlo. Y si consigues deslizarlo hasta tu mano contarás con un pequeño cuchillo con el que apuñalar a alguien en el ojo. Maravilloso".

Una amenaza terrorista de tacón alto

Después del 11-S se inició un debate acerca de si las mujeres deberían llevar zapatos de tacón de aguja al trabajo, porque eso les dificultaría escapar corriendo en caso de ataque terrorista. Manolo Blahnik incluso se vio obligado a retirar un par de stilettos de titanio con un tacón de 3 mm de ancho por miedo a que pudieran ser utilizados como arma o disparar las alarmas en los aeropuertos. Afortunadamente, hasta el día de hoy nadie ha tratado de secuestrar un avión comercial con un par de zapatos de tacón de 600 dólares.

Para Semmelhack, el miedo a que las oficinistas no puedan escapar a los ataques terroristas tiene su raíz en un discurso cultural más amplio sobre la feminización de los tacones de aguja en nuestra sociedad. "El tacón alto tiene un significado que se vincula al poder social", explica, "pero los stilettos son físicamente desempoderantes. Cuando una mujer afirma sentirse empoderada llevando un par de stilettos, no significa que esté empoderada frente a los crímenes o los ataques terroristas, sino que se siente empoderada con respecto a las relaciones sociales".

"El calzado no es una cosa frívola y divertida, sino algo que se sitúa en el centro del debate político actual. Conforme las mujeres van adquiriendo más relevancia, quizá los stilettos se conviertan en símbolos auténticos de poder y no de disponibilidad sexual. Y si llega el día en que la auténtica igualdad de género se divise en el horizonte, entonces los hombres también se sentirán felices de llevarlos".