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Identidad

Fumé hierba usando un ejemplar de 'La broma infinita'

Tras construir pipas y bongs a partir de diversos objetos de mi hogar —incluyendo la obra maestra posmoderna de David Foster Wallace— me di cuenta de que yo también soy un genio creativo.
Photos courtesy of the author

Si vosotros, como yo, fuisteis unos fumetas adolescentes en los tiempos anteriores a que hubiera tutoriales online sobre cómo fumar hierba usando prácticamente cualquier cosa, lo más probable es que estéis familiarizados con el proceso de crear desesperadamente pipas y bongs a partir de cualquier objeto posible: manzanas que tus padres te han puesto para almorzar, cartones de leche de la cafetería, viejas botellas de vodka de plástico, etcétera. Recuerdo haber liado un porro una vez usando una página de mi libro de texto de biología en un día especialmente desesperado. Mis amigos me llamaban la MacGyver de la marihuana.

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Aunque estuve colocada casi cada día durante el instituto (¿cómo habría podido sobrevivir de otro modo?), jamás compré un artilugio para fumar hierba hasta que me gradué. Me volví tan profesional fabricando pipas y bongs a partir de objetos cotidianos y me lo pasé tan bien en el proceso que realmente pensé que sería una pérdida de dinero comprar uno.

A lo largo de los años he acumulado un montón de costosos dispositivos para fumar hierba, pero a veces todavía fabrico mis propias pipas y bongs cuando me pilla la nostalgia. Aquí os muestro algunos de mis favoritos.

La pipa de zanahoria

La pipa de zanahoria es uno de mis clásicos. Fue mi pipa artesanal más preciada entre los 14 y los 17 años porque mi padrastro me envolvía una zanahoria entera en papel de aluminio para la comida todos los putos días. La verdad es que no sé por qué lo hacía, supongo que pensaba que me gustaba comer zanahorias porque jamás le dije lo contrario, pero sigo sin poder explicarme lo del papel de aluminio. En lo que a mí respecta, también podría haber incluido una nota diciendo "Por favor, convierte este papel de aluminio y esta zanahoria en un artilugio para fumar hierba". Mientras otros chicos de mi instituto pinchaban botellas de plástico con sus navajas de bolsillo para fabricar rápidamente un bong a lo MacGyver entre clase y clase, yo estaba ocupada insertando cuidadosamente una larga pajita de metal a través del centro de una zanahoria orgánica.

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A menos que te guste la sensación de tener ceniza en la boca, no te recomiendo fumar con una zanahoria, pero esta pipa suscita cierta seria nostalgia en mí, de modo que, en general, la puntuaría con un 5 sobre 10.

La pipa de helado de coco

Dejadme empezar diciendo que normalmente no consumo helado de leche de coco, soy más bien una purista de los helados. Normalmente no me siento moralmente conforme con el apoyo a las compañías que no respetan el helado auténtico, como hace esta. Para mí, el helado de coco no solo es una puta mierda, sino también una auténtica desgracia para la humanidad.

Dicho esto, hace poco estaba suficientemente pedo como para comerme toda una tarrina de una sentada sin darme cuenta de que era helado de coco y no helado de verdad, de modo que reconduje mi vergüenza por haberme comido esta horrible mierda que se atreven a llamar "helado" y la convertí en la bella obra de arte que tenéis ante vuestros ojos.

Igual que el helado que una vez vivió en su interior, la pipa era una mierda pinchada en un palo. Un aspecto muy importante de las pipas caseras es elegir un contenedor que esté completamente sellado aparte del agujero para la hierba y el agujero para inhalar. La parte superior de esta fraudulenta tarrina de helado no cerraba herméticamente, de modo que el humo se escapaba del envase dificultando enormemente la tarea de pillar un buen pedo. Probablemente esta pipa habría sido mucho mejor si hubiera quedado "helado" en su interior, en el que poder practicar un agujero e insertar una pajita como yo hacía con la zanahoria.

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Le doy a esta pipa un 2 sobre 10.

La pipa de pastel

Últimamente he estado usando mucho el horno. Hornear cosas es una forma sencilla para mí de ignorar mis responsabilidades y plazos de entrega cotidianos y dejarme llevar por una actividad que tiene como consecuencia poner muchas calorías ante mi cara. Vale, ya sé lo que vais a decir sobre esta pipa: "Mira, ¿Por qué no te limitaste a añadir hierba a la masa del pastel para poder comerla y pillar un buen cuelgue en lugar de hacer este estúpido y loco cachivache?". Muy bien. Respondiendo a vuestra pregunta, tengo un criterio nefasto y nunca pienso las cosas antes de hacerlas. Ni siquiera sé qué voy a hacer dentro de diez minutos. Todo lo que sé es que hice un pastel rosa y azul y después, unos días más tarde, decidí que quería que ese pastel me ayudara a coger un buen ciego. ¿Es eso tan terrible?

Aunque esta pipa resultó más efectiva que la del helado de coco, tampoco me atrevería a calificarla como "buena" en cuanto a la cantidad de humo de maría que puedes inhalar. Debido a la naturaleza porosa de los pasteles, la mayor parte del humo se escapaba hacia las burbujitas de aire del interior del pastel en lugar de bajar por mi ansioso gaznate. Sin embargo, esta es con diferencia la pipa más molona de todas, puedes dejar a la gente impresionada y además puedes usar cualquier tipo de pastel. Sería fantástico hacerlo con tu pastel de bodas, por ejemplo. Además, si decoras la parte superior con virutillas de colores como hice yo, tu boca quedará elegantemente cubierta de colorante alimenticio después de cada calada

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A esta pipa le doy un 6 sobre 10.

El bong hecho on un frasco de medicamentos

Lo más importante que hay que recordar cuando se hace un bong con un frasco de medicamentos es SACAR LOS MEDICAMENTOS PRIMERO. Yo olvidé hacerlo y ahora mis ansiolíticos están todos mojados y cubiertos de ceniza de maría. Dicho esto, puede que este sea el chisme para fumar hierba más eficaz que haya creado: si tienes una boquilla larga como la mía y la colocas en ángulo hacia abajo, podrás añadir un poco de agua al fondo del frasco para crear una especie de mini bong.

Debo admitir que quizá no sea demasiado imparcial con respecto a esta pipa. La primera vez añadí demasiada agua —y mis ansiolíticos seguían ahí—, así que acabé inhalando una buena cantidad de agua sedante. No es que supiera demasiado bien, pero disfruté inmensamente del efecto y creo que mejoró mi experiencia con esta pipa.

A esta pipa le doy un 8 sobre 10.

La pipa de La broma infinita

Debo decir para empezar que la pipa de La broma infinita es para mí un enorme logro personal. Espero que se escriba sobre la pipa de La broma infinita en mi obituario y que se convierta en la mayor atracción de mi página de Wikipedia. Puede que incluso llame a mi primer hijo "Pipa Broma Infinita".

Crear una pipa así no es nada fácil. Necesita cuidado, precisión y tiempo, pero, sobre todo, dedicación a tu tarea. Para hacer esta pipa, necesitarás un taladro, una pajita, algo de cinta adhesiva y una copia de La broma infinita de David Foster Wallace.

Esta era la primera vez en mis 23 años de existencia que usaba un taladro y probablemente también será la última, porque no soy muy de fiar con una herramienta en la mano, la verdad. En mi primer borrador de este artículo animaba a los lectores a ponerse ciegos y usar herramientas eléctricas porque, qué coño, es una puta diversión (resulta especialmente gratificante hacer un agujero en un libro que fuiste incapaz de terminar y que lleva como seis años acechándote desde la estantería, burlándose de ti y haciéndote sentir culpable por tu falta de atención como buena miembro de la Generación Y). Pero ahora que estoy sobria me estoy replanteando la situación, de modo que no —repito, NO— recomiendo usar herramientas eléctricas yendo pedo, independientemente de lo divertido que sea (que lo es y mucho). Me niego a ser la responsable de que algún fumeta con poco criterio le ampute el brazo a otra persona con una sierra mecánica mientras trata de hacerse una pipa con un roble milenario.

En fin, para acortar un proceso extremadamente largo, lo que hice esencialmente fue practicar un agujero en la cubierta del libro con un taladro, después inserté una pajita por el lateral del libro y sellé las páginas por los bordes con cinta adhesiva. La pajita facilita la labor de inhalar todo el humo y la cinta adhesiva crea un sello hermético.

Le doy a la pipa de La broma infinita un 9,5 sobre 10. Le habría dado un 10 sobre 10 si se tratara de un libro que hubiera leído y me hubiera gustado, y un 11 sobre 10 si el libro no hubiera sido escrito por un tío blanco.

Nota de la editora:una versión inicial de este artículo se refería a la pipa de La broma infinita como "bong".Estamos realmente abochornados y lamentamos mucho este desliz.