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Hace 25 años, la NFL y Marvel crearon a NFL SuperPro, el superhéroe que fue todo un fracaso

Hace 25 años, la NFL y Marvel dieron vida a una de las historietas más horribles de toda la historia.
Marvel Comics

Sepultado en las páginas del libro de Jon Morris publicado en 2015 bajo el título The League of Regrettable Heroes: Half-Baked Heroes From Comic Book History, (La liga de los héroes lamentables: héroes a medio cuajar en la historia de los cómics), ahí entre extrañas creaciones como el Doctor Hormona, Fatman el platillo volador humano, y el hombre canguro, se encuentra un superhéroe nacido de un acuerdo entre Marvel Comics y la National Football League. Su nombre es NFL SuperPro, y si nunca has escuchado hablar de él quiere decir que la NFL debe estar muy satisfecha con su trabajo. Veinticinco años después de su desafortunado nacimiento, la alianza Marvel/NFL sigue siendo una lección de cómo no convertir un producto autorizado en una franquicia de historietas sustentable.

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En 1991, Fabian Nicieza, escritor y editor de Marvel, tuvo la tarea de darle vida a SuperPro. "El editor responsable del proyecto, Bob Budiansky, se me acercó y me pidió ayuda", recuerda Nicieza por medio de una conversación vía email el mes pasado. "Tenían problemas desarrollando el personaje SuperPro de acuerdo con las exigencias de la NFL y buscaban a un escritor más aclamado para el proyecto".

Nicieza, quien en la actualidad es conocido por su trabajo con los X-Men, Deadpool y Thunderbolts, tenía dudas sobre la posibilidad de contribuir a la creación de un personaje de una marca. Pero como era un hombre comprometido con su compañía, decidió poner manos a la obra. Nicieza había crecido siendo fanático de los Jets de Nueva York después de que su familia se mudara a Nueva York, cuando él tenía cuatro años, provenientes de Argentina; Joe Namath era su jugador favorito.

Y así, con la fortaleza en su gesto ante una situación adversa que cualquier fan de los Jets reconocería, Nicieza tomó las notas que la NFL le había mandado y se puso a escribir las primeras cuatro entregas de la serie SuperPro.

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SuperPro cuenta la historia de Phil Grayfield, ex jugador de la NFL que se ve forzado a retirarse luego de sufrir una lesión en la rodilla y se convierte en reportero del programa Sports Inside. Su primera tarea —una entrevista con un coleccionista apasionado de los deportes— se ve interrumpida por delincuentes que amarran a Grayfield y lo dejan dentro de un cuarto con accesorios de futbol americano. Por alguna razón inexplicable, las cintas de vídeo crean una reacción química que incrementan su fuerza, velocidad y resistencia —los requisitos básicos para transformar a un oficinista promedio en un hombre capaz de ser el héroe del día.

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Nicieza no recuerda al personaje con mucho cariño. "[SuperPro] nunca fue tan impresionante como para atraer a los adolescentes o viejos lectores", comentó. Cada entrega de SuperPro era una suerte de quehacer estándar en la vida de un superhéroe: Grayfield visitaba algún lugar para cumplir con su trabajo, se encontraba con un villano, se ponía su traje con detalles de futbol americano e inspirado en el Capitán América, y para el final de la entrega resolvía el problema. En general, la historieta no fue bien recibida. Nicieza recuerda que la retroalimentación fue negativa en su mayoría, pero sostiene que no era por el contenido sobre las páginas, sino por lo flagrante que eran los intentos de la NFL por encajar en el medio.

Los villanos introducidos por Nicieza en las primeras cuatro entregas fueron Quick Kick, ex pateador y compañero de Grayfield en la Universidad de Notre Dame renacido como un ninja diabólico, e Instant Replay, un asesino que podía viajar en el tiempo. Lawrence Taylor, el afamado linebacker, hace una breve aparición en la historieta; cualquier exageración en torno a este personaje siempre resulta verdadera. El diálogo del cómic apenas desperdicia cualquier oportunidad para meter referencias sobre futbol americano. En una entrega, luego de aterrizar exitosamente un coche posterior a una batalla, Grayfield grita, "¡Touchdown! En otra ocasión, el personaje dice, "Espero el entrenador no esté molesto porque llegamos tarde, la impuntualidad el día del partido es una falta grabe por estos lares".

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Esto nos parece muy acartonado en sí, y también lo habría sido en 1991, pero ahora lo vemos como lago aún más extraño, ya que el público es más consciente de lo que pasa en torno a la NFL y sus problemas de daño cerebral. En una entrega, uno de los jefes de la mafia, Sanction, se defiende de la policía disparándoles cañones de conmociones cerebrales. En otra historia, un grupo de villanos hace hoyos en el campo y secuestra jugadores durante los partidos. El nombre del grupo es Head Hunters. Es una buena señal que ideas como esta no lleguen a las imprentas en nuestros días. Sin embargo, hace 25 años, era lo de moda.

Nicieza recuerda amablemente su relación de trabajo con la liga, y describe a una NFL que se parece en anda a la institución que comanda el futbol americano en la actualidad. Después de cuatro entregas, Nicieza dejó el proyecto, y otros escritores continuaron con al serie. Finalmente, cuando SuperPro apareció en las noticias, fue por las razones erróneas. En la sexta entrega, el escritor Buzz Dixon escribió una historia en la que representó a miembros de la tribu Hopi —nación soberana que habita en Arizona— como un grupo de villanos despiadados. Los Hopi de la vida real se molestaron, como era de esperarse, y pidieron a Marvel que dejara de publicar la entrega. Hoy en día se puede encontrar en línea y puede ser tuya por sólo 1.35 dólares…si por alguna razón de animas a hacerlo.

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Las primeras cuatro publicaciones de SuperPro estuvieron plagadas de elementos de futbol americano, pero esto cambió después de la salida de Nicieza. En alguna ocasión, Grayfield asiste a un partido de futbol entre Brasil y Argentina, y el episodio se centra en la batalla para preservar el bosque húmedo de Amapa, Brasil. En la entrega 11, la historieta comienza con un póster de SuperPro de traje completo y realizando una clavada de 720 grados sobre una duela de basquetbol. Poco después, investiga a un agente deportivo que chantajea a sus clientes a cambio de arreglar sus calificaciones. La moraleja: la educación es tan importante como practicar deportes.

SuperPro terminó en 1992 luego de su entrega 12. Desde entonces, la historieta no ha tenido un impacto duradero en dos décadas, aunque de vez en cuando sí aparece en las listas de los peores cómics de todos los tiempos. A pesar de ello, los fans en las convenciones de historietas se siguen acercando a Nicieza y le piden firmar sus viejas entregas de SuperPro. "Casi siempre se trata de fans que piensan que me voy a molestar", comentó Nicieza. "Nunca funciona. No me siento precisamente orgulloso del trabajo que realicé, sino de la razón por la que decidí tomar el proyecto".

De acuerdo con Nicieza, el primer número se vendió lo suficiente como para ganar un "muy buen cheque". Había otra ventaja de escribir el cómic: Nicieza recibía boletos para ver jugar a los Jets. "Siempre perdían", añadió. Su editor y otros ejecutivos de Marvel sacaron ventaja del acuerdo para negociar un viaje al Super Bowl de 1994 en Atlanta.

Al leer NFL SuperPro no es difícil ver por qué nunca funcionó, pero en algunos aspectos es difícil entender su fracaso. Los deportes e historietas nos dan la sensación de que deberían encajar naturalmente. Los mejores atletas poseen elementos y aspectos superhumanos; llamarlos superhéroes es sólo una forma de exagerar sus cualidades. La conexión entre estos dos universos sigue teniendo relevancia. Recientemente, ESPN y Marvel se unieron para ilustrar, por segundo año consecutivo, a 25 atletas en las portadas de historietas. Tamika Catchings, Simone Biles, y Simone Manuel fueron algunas de las deportistas que recibieron sus propios retratos creados por Marvel.

¿Entonces qué salió mal con SuperPro? Como Nicieza lo resumió diplomáticamente, fue "una tarea profesional hecha por razones profesionales que claramente careció de la pasión necesaria para despertar emocionalmente a los lectores". En gran parte es verdad, pero también podría haber sido lo mejor que nos pudo haber pasado. Hoy en día, las ligas son más conscientes que nunca del poder de las imágenes, y es poco probable que algún otro acuerdo para realizar una historieta en el futuro le otorgue tanta libertad a los escribas que la experimentada por Nicieza y sus colegas. Probablemente jamás tengamos el gusto de ver a un superhéroe beisbolista que inesperadamente obtiene superpoderes después de recibir una dosis accidental de la hormona de crecimiento. Y, por más desconcertante que parezca, NFL SuperPro es lo mejorcito que podríamos tener en mucho tiempo.