Los pasteles y panqués de frutas tienen todo tipo de nombres estúpidos. Depende del país de origen, de los ingredientes que lleven, y del tipo de cocción que se utilice, pero tenemos un gran repertorio de panes clásicos como el buckle, el slump, el sonker, o el pandowdy.Este se llama grunt, literalmente traducido como "gruñido". Supuestamente el nombre se debe al sonido que hace cuando se está cocinando en el horno.
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El grunt es un híbrido entre un pastel, un bizcocho y un crumble. La masa es sólo un soporte de carbohidratos para la fruta, el ingrediente que realmente destaca. En este caso, las mora azules tiene el protagonismo.Preferiblemente hay que comer este grunt con las manos, sentados al lado de un lago, escuchando a los sapos croar, y tomando un buen té, sin azúcar. Aunque también es una buena idea comerlo como desayuno, con las manos, antes de volver a la cama.
Todo lo que tienes que hacer para disfrutarlo es salir de la cama y preparar una masa simple (mantequilla batida con azúcar, huevo, harina y leche) y aventarle cualquier fruta que tengas a la mano. Esta receta es para hacer un grunt de moras azules, pero puedes sustituirlas por fresas, arándanos, frambuesas, lo que quieras. Bueno, no creemos que frutas como la sandía le vayan bien, pero puedes intentarlo.Deja la masa en el horno durante 50 minutos y fíjate bien en el sonido que hace cuando se está cociendo. Quizás logres oír sus gruñidos. No te espantes, son los sonidos de la glotonería.Cómelo tibio, no esperes hasta que enfríe. Vuelve a dormir.HAZLO: Blueberry Grunt.