
Matt Pike (guitarra): Ha sido muy emotivo. Ha transcurrido mucho tiempo desde la última vez. Ha sido una gran experiencia para los tres y para nuestros fans; para cualquiera que nos haya estado viendo esta noche. Sea como sea, a mí me ha llegado muy hondo. ¿Tenéis la impresión de tocar ahora los temas de Sleep con influencia de lo que habéis estado haciendo en los últimos años, u os habéis retrotraído mentalmente para tocarlos tal y como lo hacíais entonces?
Al Cisneros (bajo): En el primer ensayo que hicimos tras los años de separación, quise interpretar las canciones de Sleep tal y como lo haríamos de haberlas compuesto ahora, pero no funcionó. Tuve que echar la mente atrás, volver a ser quien era en 1992, y la verdad es que me costó bastante.
Chris Hakius (batería): El cuerpo tiene su propia forma de recordar lo que ya ha hecho con anterioridad. Los músculos y las neuronas recuerdan los viejos métodos.
Al: El resto simplemente sucedió. ¿Y qué hay del equipo? ¿Recuperásteis el de los viejos tiempos?
Matt: He utilizado la guitarra de nueve cuerdas que toco en High On Fire, pero también nuestro viejo ampli Orange Matamp. No hay comparación posible, es como contar manzanas y naranjas.
Al: Y luego está la afinación, que en Sleep era la de Tony Iommi. Hoy no ha sido exactamente la misma, pero se le ha acercado. Desde el principio dijísteis que esta reunión duraría dos conciertos y basta, pero, ¿no hay ninguna posibilidad de que repitáis en un futuro? Algún concierto esporádico…
Matt: Escucharemos cualquier cosa que el universo nos diga que hagamos.
Al: Hablamos de ello en agosto, durante mi boda, cuando los tres nos encontramos por primera vez en largo tiempo. A los tres nos interesaba la idea, estuvimos de acuerdo en hacerlo y, al cabo de una semana, nos pusimos en marcha. La sensación fue, “Guau, ¡realmente estamos reuniendo a Sleep!” El asunto nació bendito desde el principio.
Chris: Nos dio la impresión de que era el momento adecuado. Y, como Matt dice, cuando el universo habla nosotros escuchamos.