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‘Vamos a quemar el país entero’: los motivos del atrincheramiento de la milicia en Oregón

Un grupo de hombres armados se ha hecho fuerte en el interior de un rancho enclavado en un refugio natural de Oregón que es propiedad del estado. Todo empezó hace 15 años después de que un incendio quemara 139 acres de tierra federal.
Ammon Bundy, après s'être adressé aux médias au Malheur National Wildlife Refuge près de Burns dans l'Oregon. (Photo de Jim Urquhart/Reuters)
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El caso que ha provocado que un grupo de hombres armados se haya hecho fuerte en un refugio público natural de Oregón se fraguó tal día como el 30 de septiembre de 2001. Hoy, quince años después, aquel altercado otoñal sigue escupiendo llamaradas. Prueba de ello es el hecho de que alrededor de 140 acres de tierra pública fueron calcinados tras un incendio provocado por dos ganaderos estadounidenses que, ahora mismo, se encuentran tras las rejas de una prisión federal.

Según el departamento de Justicia, el incidente registrado en 2001 se desató cuando el ganadero Dwight Hammond y su hijo Steven decidieron salir a cazar por los alrededores de su rancho, una propiedad que pertenece a la ciudad de Burns, una remota extensión de tierra que se levanta al este de Oregón. El problema fue que padre e hijo terminaron abatiendo animales en suelo federal, más allá de los límites de su rancho. La policía federal sostiene que los Hammond "organizaron una cacería ilegal" y "dispararon de manera ilegal contra varios ciervos".

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Cuando el responsable local de la Oficina de Gestión de Tierras (BLM en sus siglas inglesas) descubrió al joven Hammond cazando ilegalmente y fue a pedirle explicaciones, este "se agachó para ocultarse en la maleza", según relata un escrito acusatorio sobre lo sucedido archivado por el Tribunal Supremo, y que fue interpuesto por el gobierno en febrero de 2014. El responsable local aseguró entonces que después de que Hammond se escondiera se encontró con cuatro individuos armados con sus respectivos rifles de caza que le hicieron sentir "extremadamente incómodo con lo que estaba pasando" — tanto como para sentir que su seguridad estaba en peligro y que lo mejor que podía hacer era abandonar la escena.

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Poco después, tal y como señala el escrito del Tribunal, Steven Hammond se puso a repartir cajas de cerillas entre sus compañeros de expedición. "Vamos a prenderle fuego al país entero", proclamó entonces el ganadero, que hoy tiene 46 años. Hammond también le entregó una caja de cerillas a su sobrino, Dusty Hammond, que entonces tenía 13 años de edad. Steven le dijo a su sobrino que recorriera caminando la valla que separa la propiedad de los Hammond de las tierras federales. Entonces le ordenó que arrojara las cerillas prendidas, "hasta que se quedara sin".

Más adelante, cuando se tuvo que enfrentar a las preguntas de los investigadores, Dusty Hammond confesó que hizo lo que le ordenó su tío; esto es, prender las cerillas y arrojarlas contra la hierba. Dusty no tardó demasiado en apercibirse de la espesa humareda que empezó a levantarse en el horizonte, justo en la dirección que habían tomado los cazadores restantes. De repente Dusty se encontró cercado por las salvajes llamaradas del incendio. Se quedó atrapado contra un arroyuelo. Y entonces se convenció de que "iba a ser chamuscado" bajo el pasto de unas llamas que le triplicaban en tamaño. Finalmente, el adolescente consiguió huir y las llamas calcinaron 139 acres de terreno.

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Steven Hammond & Father Dwight Charged As TERRORISTS To 5 YEARS Prisonhttps://t.co/8wWWPslQGt#OregonUnderAttack pic.twitter.com/jYQcx3ySyy

— Ministry Of Truth ?? (@USABillOfRights) January 3, 2016

Steven Hammond y su padre Dwight sentenciados como TERRORISTAS a 5 años de cárcel.

En 2012 los Hammond fueron declarados culpables de haber provocado un incendio en 2001, y de haber empezado otro en 2006, este en tierras del refugio público Malheur, una reserva natural que es propiedad del estado y que también se encuentra en Oregón.

Entonces, el juez de instrucción consideró que la sentencia mínima obligatoria de 5 años era excesiva, de manera que Steven fue sentenciado a un año de prisión, mientras que su padre, Dwight, de 73 años recibió una condena de 3 meses. Sucedió que después de que ambos hubiesen cumplido con sus respectivas condenas y fuesen liberados, un tribunal de apelación falló que los Hammond tenían que ingresar de nuevo en prisión. Solo que este vez tendrían que cumplir con los cinco años a los que habían sido sentenciados inicialmente; o, en este caso, con el tiempo que les quedara para completar aquella condena.

Alan Schroeder, el abogado que representa a los Hammond no ha querido hacer declaraciones para VICE News. Los Hammond, por su parte, ingresaron el lunes en una prisión de California para continuar cumpliendo con lo que les queda de pena.

La sentencia ha provocado la reacción de una serie de individuos — liderados por Ammon y Ryan Bundy, hijos del ganadero de Nevada Cliven Bundy, quien se vio involucrado en otra batalla legal con la BLM hace 20 años — que creen que los Hammond están siendo las víctimas de las extralimitaciones gubernamentales.

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"La familia Hammond ha sido atropellada y maltratada por el gobierno federal durante toda la última década", así lo reivindicaba Ammon Bundy a través de un correo electrónico presuntamente escrito por él mismo. "Ahora han sido condenados como 'terroristas' a una sentencia de 5 años. ¿El motivo? Disfrutar de su rancho".

Las disputas entre los Hammond y la BLM tienen casi tres décadas de historia, y se remontan a una batalla que se produjo después de que el ganado de los rancheros fuese descubierto pastando en tierras federales. Las reses de los ganaderos se encontraban en el refugio silvestre de Malheur, una propiedad que la familia siente que puede usar legalmente. La contienda — que ya forma parte de la historia del proverbial conflicto que enfrenta a los rancheros con el gobierno federal y que ha sido bautizado como "la Rebelión de la Artemisa" — ha enfrentado a la influyente familia, propietaria de 12.000 acres de terreno en Diamond Valley, al este de Oregón, con las agencias federales responsables de la conservación de los terrenos públicos.

Según relata el periódico High Country News, en 1994 Dwight y Steven Hammond fueron denunciados por sendos delitos de "desacato a la autoridad y de intromisión ilegítima en el trabajo de los contratistas federales. Al parecer, los Hammond intentaron impedir que una flota de funcionarios levantara una valla para disuadir al ganado de la familia de pastar en el refugio natural público.

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Sucedió entonces que un diputado estadounidense escribió un alegato en defensa de los Hammond. La misiva fue dirigida a la secretaría de Interior del gobierno de Estado Unidos, y entonces sus delitos fueron reducidos a la categoría de faltas. High Country News también informa que el mayor de los hermanos Hammond, habría proferido amenazas de muerte contra los responsables del refugio en cuatro ocasiones distintas, entre 1986 y 1994.

Ammon Bundy se ha referido al refugio natural que es propiedad del gobierno, como a "una herramienta al servicio de un aparato de tiranía diseñado contra los Hammond", ha hecho un llamamiento a "todos los patriotas" para que se sumen a la ocupación y les ha urgido a que comparezcan "preparados". Desde entonces se ha visto a varios individuos cargando con rifles de asalto y enfundados en ropa de camuflaje, en los aledaños del edificio público.

Hasta ahora los medios de comunicación nacionales han consagrado toda su atención en documentar la intromisión, que arrancó el sábado después de una manifestación celebrada en la pequeña ciudad de Burns. Sin embargo, los antecedentes que han dado lugar a la disputa han sido a menudo reducidos a cuatro frases. Los Hammond fueron declarados culpables de haber arrancado varios fuegos, aunque claman que se trataba de pequeños fuegos controlados cuyo único propósito era el de quemar hierbajos y disuadir a las especies invasivas.

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Los fiscales federales, sin embargo, han detectado un patrón perturbado en el comportamiento de los ganaderos. Entre tales se contarían sus sucesivos intentos por encubrir sus negligencias, y una temeraria falta de respeto por la seguridad pública, los bomberos y hasta por los agentes federales. Los Hammond han defendido sus acciones, e insisten en que simplemente habían arrancado algunas hogueras controladas en mero cumplimiento de las tareas de mantenimiento de su propiedad. Sucede, igualmente, que la primera hoguera de mantenimiento que prendieron fue encendida solo unas horas antes del incendio del 30 de septiembre de 2001.

Dusty asegura que cuando regresó al rancho de los Hammond sus tíos Dwight y Steven le advirtieron que "mantuviera la boca cerrada". Horas después Steven llamó a la BLM y denunció que su familia había prendido "un fuego legal" en su rancho. Más tarde, los Hammond negarían haber participado en el incendio, solo antes de terminar proclamando que habían recibido permiso para empezar el fuego.

Según informa Tri-State Livestock News, un periódico comercial para los ganaderos, Susan, la mujer de Dwight Hammond, habría declarado que cada vez que su familia arranca un fuego — una práctica habitual en el mantenimiento de muchos ranchos — "normalmente llamaban a la brigada interestatal de bomberos — la sede central — para asegurarse de que nadie estuviera merodeando por el campo y de que las condiciones climatológicas eran seguras".

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'Llamaron y les dieron permiso para prender un fuego'.

"Llamaron y les dieron permiso para que prendieran un fuego", habría dicho Susan. Esta, de hecho, denuncia que la BLM comunicó aquel día a su familia que había otro fuego controlado en curso en la misma zona. Según informa Tri-State Livestock News, las pruebas de las que dispondría el tribunal incluyen una conversación telefónica grabada.

El otro fuego por el que los Hammond fueron declarados culpables, se produjo el 22 de agosto de 2006. Entonces un fuego incontrolado se propagó por tierra federal hasta llegar al perímetro del rancho Hammond. Tanto las fuerzas de la BLM como los bomberos hicieron todo lo posible por controlar el incendio. Sin embargo, según relatan los agentes federales, uno de los bomberos advirtió entonces que había tres pequeños fuegos ardiendo simultáneamente, algo que "no es característico de cómo avanza un fuego salvaje". Pese a todo, las pequeñas llamaradas se propagaron y calcinaron un acre de terreno.

Steven Hammond admitió a un supervisor de la BLM que él inició el fuego "para amortiguar el fuego descontrolado y proteger a su familia". Cuando al pequeño de los Hammond se le dijo que no le estaba permitido hacer esto — y que estaba poniendo las vidas de los bomberos en peligro — Steven "se enfadó" y dijo al oficial de la BLM "mejor que te apartes".

La mañana siguiente, de acuerdo con los federales, dos bomberos vieron a Steven conduciendo en suelo federal. Después encontraron varios "incendios sospechosos" cerca, y vieron a Dwight Hammond "en la misma área huyendo de un fuego recién prendido". El mayor de los Hammond supuestamente trató de huir, pero un agente de la BLM lo detuvo. El agente supuestamente dijo a Dwight que había gente esparcida por toda la montaña, y que acabaría "matando a alguien". El agente de la BLM informó de que se vio obligado a escapar cuando el fuego se extendió, y sostuvo que después los Hammond trataron de intimidarle para que no informara del incidente.

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Susan Hammond dijo a Tri-State Livestock News que Steven inició el fuego de 2006 para proteger su propiedad del fuego descontrolado. "Había fuego a su alrededor que iba a quemar nuestra casa y todos nuestros árboles y todo", afirmó. "La oportunidad de prender un cortafuegos estaba ahí y funcionó muy bien. Salvó un montón de tierra de ser quemado".

Los Hammond fueron acusados de prender otros fuegos — incluido uno conocido como "el Abuelo", que abrasó 46.000 acres — y fueron imputados por varios delitos de incendio provocado, conspiración y corrupción de testigos. El jurado en su caso quedó en punto muerto, y los Hammond sólo admitieron estar involucrados en dos fuegos como parte de un acuerdo con la Fiscalía. Al dictaminar la menor de las sentencias que fueron finalmente revocadas, el juez dijo que una pena de cinco años "no va de acuerdo con ninguna idea de lo que yo entiendo por justicia" y que "sacudirá las conciencias".

Los partidarios de los Hammond — incluyendo a los hermanos Bundy — han expresado su rabia por el hecho de que fueran imputados por la Ley Antiterrorista y de Pena de Muerte Efectiva de 1996, lo que quiere decir que pueden ser considerados terroristas convictos. La cuestión del terror ha surgido varias veces en redes sociales, pero por una razón diferente: varios usuarios han exigido a los medios que llamen terroristas a los milicianos de Bundy. Otros han apuntado en la defensa de Hammond que la BLM prendió fuegos que penetraron en tierras privadas y que la quema controlada de arbustos es una vía efectiva de prevenir incendios incontrolados.

El complicado caso involucra otras muchas cuestiones, incluyendo el derecho a llevar el ganado a pastar en bosques nacionales. Para los Bundy y sus partidarios, el gobierno federal les ha infligido un agravio sobreprotegiendo las tierras públicas y tratando a los Hammond injustamente. Ammon Bundy dijo que planean continuar la ocupación del refugio para la vida salvaje indefinidamente, hasta que el gobierno permita a los rancheros, leñadores y mineros dar un uso comercial al bosque nacional.

"Estamos pensando en pasar aquí años, sin duda", dijo al Oregonian durante el fin de se semana. "Esto no es una decisión que hayamos tomado en el último minuto".

Ryan Bundy habría dicho que estaría en disposición "de matar y ser matado" si los federales intentan sacarles del edificio, pero las posibilidades de que los hechos desemboquen en violencia parecen escasas. Habría unos 20 combatientes en el refugio, e informes certifican que se les deja entrar y salir sin interferencias policiales.

El abogado de los Hammond ha dicho al sheriff local que los Bundy no hablan por ellos. Se ha informado de que el letrado habría declarado que la familia pedirá clemencia al presidente Barack Obama por el caso del incendio provocado, que permitiría que se les liberara de prisión.

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