El día que los melenudos rolos protestaron para no ser confundidos con mujeres
La República. Febrero de 1967.

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COLOMBIA

El día que los melenudos rolos protestaron para no ser confundidos con mujeres

Recortes de prensa de 1967 que muestran la vida nocturna sesentera en la capital.

Las luchas de los mechudos sesenteros no siempre fueron antiguerreristas, antirracistas, por los derechos civiles o a favor de la liberación sexual y femenina. En pleno furor del rock, las tetas peladas, los psicodélicos y el activismo juvenil —el mismo año en que disparaban todavía balas en Vietnam, The Doors sacaba su primer álbum y se publicaba Cien años de soledad— llegó a nuestro altiplano una muy peculiar movida musical y estética importada, como casi todo en la época, de los gringos y franceses: las yeyés y los gogós.

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El gogó nació en Nueva York cuando las mujeres comenzaron a bailar twist sobre las mesas del Peppermint Lounge y estalló una ola de rocanrroleros, tanto en bares como en cabarets gringos, que acompañaban a estas mujeres de botas altas, vestidos coloridos y peinados extravagantes. El estilo se popularizó, las chicas comenzaron a copiar los looks de las bailarinas apenas se hizo famosa la discoteca californiana "Whisky a Go Go" y, a mediados de los sesenta, sus pintas aterrizaron en Colombia.

El movimiento yeyé, en la misma línea pero de tradición más pop, se disparó con un boom de mujeres jóvenes y girl groups franceses como France Gall, Françoise Hardy y las chicas de la revista Salut les copains, su joya impulsora. A Latinoamérica llegó en la forma de un grupo de niñas tiernas que cantaban sobre amores de infancia, problemas en el colegio y vacaciones de verano. La palabra, que viene quizá del ye-ye francés y del yeah, yeah frecuente en las canciones pop en inglés, fue apropiada por veinteañeras y veinteañeros bogotanos que se reunían, junto a sus amigos gogó, en célebres discos sesenteras como 'El Diávolo' o 'La Gioconda'.

Les dejamos estas golosinas documentales de febrero de 1967, cuando este parche de cuatrocientos "melenudos" y "chicas en minifalda" salió a marchar desde el legendario club 'La Caverna', que quedaba en la calle 63, hasta el Parque Nacional para protestar por un tema insólito: a los tipos los estaban confundiendo con mujeres por sus frondosas melenas. Todo al mejor estilo gogó y yeyé: peinados altos, falditas y mucho groove.

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(Y, de ñapa, les botamos unos recortes para que vean cómo era la vida nocturna sesentera en la capital y retratos subterráneos de bandas míticas como Los Beatniks, Los Flippers y Los Young Beats).

PASO A LA NUEVA CIVILIZACIÓN. Los ye-yés y go-gós de ambos sexos que desfilaron ayer por la carrera 13, desde la calle 63 hasta el Parque Nacional, proclamaron consignas de renovación y pidieron se le abra paso a la 'cultura de las minifaldas y las espesas melenas'". (La República, febrero de 1967)

¿HOMBRE O MUJER? El agente de la policía que se ve de espaldas en la gráfica parece haberle preguntado el sexo a la persona que aparece de frente. Los ye-yés están resentidos porque, a causa de las espesas melenas que usas, los están confundiendo con mujeres. (La República, febrero de 1967)

—¿Qué aspiraciones tienen?
Una niña respondió:
—Yo aspiro a vivir a lo go-gó
—¿Y qué es eso?
—Una nueva forma de vida. Una nueva civilización