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El Culto: Dimitar Berbatov

¿Acaso existe un futbolista con más gracia que Dimitar Berbatov?

Dimitar Berbatov es el miembro de "El Culto" de esta semana. Puedes (debes) leer las demás entregas aquí.

Grado de culto: La imposible belleza de la naturaleza

En el campo de la escritura, no hay muchos escritores como Haruki Murakami. Tal vez es mejor decir que hay muchos como él pero sólo hay un Haruki Murakami. Cuando se trata de novelistas, su estilo es una forma de arte. Al lector se le presenta como un hermoso baile entre la tinta y el papel, el color y su imaginación.

Obviamente, lo que Murakami hace ver fácil es en realidad muy complejo y requiere un nivel infinito de talento, concentración y perseverancia. Sin embargo, no podemos negar que cuando leemos algunas de sus novelas somos capturados por la belleza que yace en la superficie, y prestamos muy poca atención al proceso que tomó forma como resultado del nivel de habilidad plasmado. Así es como yo y muchas otras personas se sienten al ver a Dimitar Berbatov. No por nada su vídeo con más visitas en YouTube se titula, "La caricia de un dios".

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¿Acaso existe un futbolista con más gracia que Dimitar Berbatov? Con el permiso de Yaya Toure, no creo que lo haya.

Punto de entrada: Bajo

Por definición, el nivel de entrada de cualquier futbolista de la Premier League es bajo (en esto yace la importancia de la carrera de Berbatov de la que todos hemos sido testigos).

Con esto aclarado, diremos que entra en juego un tipo de apreciación sofisticada. Para apreciar realmente a Berbatov se requiere un mínimo de respeto por el aspecto físico del futbol. Requiere la mente de alguien que alguna vez haya intentado bajar un balón con el empeine, todo para terminar humillado por el fracaso evidente.

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Una forma de expandir un poco más esta manera de apreciación es enfocarse en el punto de entrada mismo, y simplemente describir el impacto que Berbatov puede dejar en la audiencia. Berbatov, al igual que Murakami, puede reducir un partido —lo mismo que una novela—que depende tanto de la eficacia de muchas partes en juego, a un solo momento de lucidez. En ocasiones llega a ser un momento tan descarado, mas hermoso, que hermana a los dos polos de fanáticos que reafirma la grandeza del instante.

En verdad sucedió; Berbatov lo logró.

Lo que digo es que se necesita apreciar los aspectos técnicos del juego, y al mismo tiempo haber visto partidos de la Premier League durante las mañanas. En otras palabras, la gran mayoría ha escuchado de Berbatov y saben que jugó para Tottenham, Manchester United, y que bailaba con el balón a sus pies al ritmo de su inconfundible estilo.

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Conocemos muy bien a "Berba".

El momento: Fullham vs. Aston Villa, diciembre de 2013

A pesar de que abundan los momentos destacables en la carrera de Berbatov, no es difícil escoger cuál de todos ejemplifica mejor lo que he descrito en los párrafos anteriores.

En el siguiente vídeo titulado humildemente, "Toque sublime de Berbatov", nos adentramos del otro lado del espejo para ser testigos de "El" momento de Berbatov. Todo el ambiente que rodea el gesto técnico que estamos a punto de ver lo complementa de diferentes maneras que al principio pasan desapercibidas, pero que después resultan ser una delicia.

Lo primero es el partido, Fulham versus Aston Villa. ¿Quiénes fueron los valientes que se atrevieron a ver este partido? Nos cuesta trabajo creer que el juego se transmitió en televisión nacional, pero lo que es todavía más difícil creer es que el Fulham se adelantó con dos goles apenas después de 31 minutos transcurridos. ¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué Berbatov terminó jugando para ese equipo?

Al arranque de la jugada, nuestra siguiente pieza suculenta de información se presenta con el autor del pase: se trata de nada más y nada menos que el ex ganador de la Champions League, John Arne Riise. Lo podemos observar sin su característico cabello pelirrojo, como su se hubiera teñido el cabello al puro estilo "emo". Nuestro hombre Riise realiza un cambio de juego con dirección a Berbatov y resbala en el proceso. Hasta aquí, esto nos parece información intrascendente, pero cobra otro valor al momento del toque de Berbatov.

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El balón es un globo que desaparece de la pantalla y desciende como una montaña rusa. Conforme asciende nos damos cuenta que Berbatov no se ha movido un solo centímetro y observa cómo desciende con el mismo grado de interés con el que vería a un pájaro volar o un mensaje siendo arrastrado por una avioneta. El balón por fin baja y lo deja muerto. Es complejo describirlo. En esencia, se trata de la misma técnica que se enseña para atrapar las pelotas de cricket pero con los pies.

Con la "pequeña" excepción de que en esta jugada, la técnica es imperceptible, invisible, berbatoriana. Se encuentra en otra dimensión donde las leyes de la física como las conocemos se modifican porque no aplican de la misma forma para todos, y más cuando se trata de Dimitar Berbatov. Es un toque imposible, un objeto con velocidad terminal que se encuentra con una fuerza inamovible, excepto que el impacto sucede sin entropía. No hay desplazamiento de energía. Berbatov congeló el tiempo y la gravedad para poder bajar ese balón. No hay más. No se trata de una juagada que se pueda describir apropiadamente. Tampoco es una casualidad.

Palabras finales del miembro 19

"Mantengan la calma y pásenme el balón".

Frase que se pudo distinguir sobre la playera interior de Berbatov después de abrir el marcador para el Fulham en contra de Southampton.

Textos @bainosaurus / Ilustración @Dan_Draws