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beisbol internacional

La pugna por el beisbol como deporte olímpico importa más de lo que crees

Japón ha expresado su apoyo para que el beisbol regrese a las Olimpiadas, pero el esfuerzo tiene que ir más allá de un solo torneo. La infraestructura global de este deporte podría quedar a la deriva.
EPA

Chong Tae-hyon realizó un lanzamiento lateral a Yulieski Gourriel. La estrella cubana conectó la pelota sobre la tierra de un parque de beisbol temporal en el Beijing Wukesong Culture and Sports Center, y justo hacia el shortstop para una doble matanza y terminar 6-4-3. Así es como Corea del Sur ganó la medalla de oro en Beijing un 23 de agosto de 2008. Y también así es como murió el beisbol olímpico.

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Por ahora.

En 2005, el Comité Olímpico Internacional decidió descartar al beisbol para los Juegos de 2012 en Londres. Pero podría regresar para su la edición de 2020 en Tokio.

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El regreso del beisbol no es un hecho. El COI es renuente a la hora de añadir deportes que requieren de sus propios estadios y que convocan una gran cantidad de atletas, lo cual ejerce demasiada presión sobre la saturada villa olímpica. Sin embargo, una nueva implementación permite a los comités organizadores locales solicitar la inclusión de deportes que no aparecen de forma permanente en la lista de los Olímpicos para las ediciones en sus respectivos países. Japón, enloquecido por el beisbol —era de esperarse— pidió la incorporación del beisbol y softbol, además del karate, alpinismo, surf, y skateboard. La decisión final se tomará en agosto.

Es muy seguro que solo haya un estadio para ambas disciplinas —beisbol y softbol— a pesar de que en Japón abundan en demasía. Ambos deportes regresarían con solo seis equipos, a diferencia de los ocho que compitieron cuando el beisbol era un deporte olímpico oficial de 1992 a 2008.

Puede que todo esto parezca un poco intrascendente, y que el regreso del beisbol a los Olímpicos sea una cosa de una vez. De los finalista para albergar los Juegos de 2024 —Roma, París, Budapest, y Los Ángeles— solo L.A. podría traer de regreso al "rey de los deportes", a pesar de que Italia cuenta con una robusta escena beisbolera. El torneo, en su formato propuesto de seis equipos, tampoco haría una gran diferencia a pesar de la magnitud del evento.

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La Confederación de Beisbol y Softbol (WBSC por sus siglas en inglés), organización formada en 2013 con el propósito de unir a los órganos rectores de ambos deportes para facilitar su regreso a los Olímpicos, habría preferido que fuesen ocho equipos. "Un formato de seis equipos eliminaría la posibilidad de que las mejores naciones participaran", declaró el presidente de la WBSC Riccardo Fraccari, "y dificultaría muchísimo realizar un torneo global auténtico que los fans esperarían ver en la cima del deporte, es decir, en los Juegos Olímpicos."

Cuba celebra su medalla de oro en Atenas 2004. Foto: EPA

En efecto, los seis lugares excluirían a algunas potencias del beisbol; tan solo los estadounidenses cuentan con seis dignos participantes. Pero aunque Fraccari también argumenta que más equipos se "traducirían en ingresos mayores para el comité organizador", a final de cuentas el propósito de todo esto no tiene tanto que ver con las Olimpiadas en sí, o con la magnitud del evento. Seguramente, Japón optaría por el beisbol porque podría representar niveles de audiencia sólidos a nivel global, considerando que estaría compitiendo contra deportes como arquería, canotaje, equitación, nado sincronizado, y levantamiento de pesas. Sin embargo, lo que realmente importa es lo que los economistas llaman "externalidades positivas" —el efecto dominó del beisbol olímpico más allá de las costas de Japón—.

En cualquiera de los países donde el beisbol está bien establecido, el estatus olímpico podría marcar la diferencia entre tener organizaciones locales con bases fundamentales sólidas capaces de atraer niños al deporte con programas juveniles y un programas de vida descuidados.

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"Un impacto olímpico no solo posicionaría al beisbol en mercados clave alrededor de Sudamérica, Norteamérica y Asia, sino que también ampliaría o incluso introduciría el atractivo de nuestro deporte en mercados emergentes como África, Europa, y Medio Oriente", dice Fraccari. "Podríamos esperar una inyección de financiamiento de un número de comités olímpicos nacionales hacia las federaciones."

El financiamiento global del deporte es la llave en este caso y la verdadera recompensa del regreso a las Olimpiadas. "Uno de los grandes beneficios de ser un deporte olímpico es la exposición, la promoción, y la creación de consciencia que se genera, pero también, para ser honesto, el apoyo financiero que el deporte en cuestión recibe como parte de su práctica", comenta Paul Seiler, director ejecutivo de USA Baseball. "Es una conexión con los comités olímpicos, un oportunidad para el crecimiento. Mientras que los Juegos Olímpicos están en la mira de todos durante 16 días gloriosos, para las federaciones deportivas afectadas e involucradas es lo mismo que sucede durante cuatro años de planeación."

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Por ejemplo, un país como Brasil en vías de desarrollo en cuanto al beisbol, se perdería un impulso significativo este verano tanto en términos financieros como de exposición. "La inversión del Ministerios Deportivo y el Comité Olímpico de Brasil podría ser mucho mejor", opina Estevão Sato, vicepresidente de la Confederación Brasileña de Beisbol y Softbol. "Existe una gran diferencia entre las inversiones para los deportes olímpicos y los eventos deportivos que no lo son."

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Aunque la organización de Sato es apoyada por la MLB, su financiamiento por parte del gobierno y el comité olímpico fue retirado por completo cuando el beisbol fue eliminado de los Juegos de verano. "Fue muy difícil convencer a las compañías privadas para que patrocinarán al beisbol", dice Sato. "Muchos clubes cerraron y vendieron sus estadios." Sato cree que el financiamiento regresaría si el beisbol ganara de nuevo su lugar en las Olimpiadas.

Pero lo que sea que suceda con el financiamiento depende en su totalidad del país. En los Países Bajos —nación que terminó en cuarto lugar en el Clásico Mundial de Beisbol de 2013 y ganó la final en la Copa Mundial de Beisbol en 2011— el Comité Olímpico Nacional nunca dejó de apoyar a este deporte, aunque sí lo hizo con el softbol. "El regreso del beisbol a los Olímpicos no afectarán nuestro financiamiento", dice Gijs Selderijk, director técnico de la Royal Dutch Baseball and Softball Federation. "Es grandioso para la imagen de nuestro deporte y tendrá mucho más publicidad, y es a su vez más atractiva para nuestros socios y patrocinadores. Esperamos que el beisbol también llame la atención en otros países. Sería muy bueno para este deporte, en especial para Europa."

Mientras tanto en Inglaterra, el beisbol nunca tuvo gran impacto porque el equipo nacional no tuvo forma de calificar para las Olimpiadas. Bob Fromer, asesor de Baseball Softball UK, argumenta que hasta que Inglaterra sea competitiva, su estatus olímpico no importará. Sin embargo, destaca que el gobierno inglés sí invierte significativamente a nivel juvenil. En esencia, los ingleses están apostando a un largo juego con la esperanza de poder regresar algún día.

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La Confederación de Beisbol y Softbol de Brasil perdió su financiamiento desde que el beisbol fue eliminado de los Juegos Olímpicos. Foto: EPA

En Comité Olímpico de los Estados Unidos en realidad no respalda a USA Baseball, la cual sufrió un recorte después de Atenas 2004, supuestamente para que el comité estadounidense pudiera enfocarse en otros deportes que necesitaban el dinero. USA Baseball tiene una relación formal con la MLB, la cual posee los derechos comerciales a cambio de patrocinio y apoyo, pero reúne sus propios fondos a través de eventos.

En la gran mayoría de los países, el estatus olímpico ayudaría al beisbol a atraer nuevas inversiones. "Donde tiene un gran efecto es en países donde el beisbol no es una tradición, ni está en su cultura o ADN, pero existe un interés por desarrollarlo", dice Seiler.

El otro gran beneficiado de todo esto sería, irónicamente, la MLB. Información confidencial sugiere que gran parte de la razón por la que el beisbol se vio descartado de los Olímpicos fue porque no era visto como un deporte limpio en los niveles más altos, visión causada por los incesantes problemas de la MLB con los casos de abuso de sustancias prohibidas en aquel entonces. Y, además del costo de los estadios, al COI tampoco le gustó que la liga estadounidense no liberara a sus mejores jugadores. La MLB solo prestaba jugadores no incluidos en los planteles de grandes ligas. Stephen Strasburg, Jake Arietta, Dexter Fowler, y muchos otros peloteros reconocidos estuvieron en el equipo de 2008, aunque en ese entonces eran solo jugadores prospecto.

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La dirigencia de la liga ha expresado su ambición por buscar mercados internacionales con nuevos clientes. El comisionado Rob Manfred quiere globalizar al beisbol incluso mucho más que su predecesor Bud Selig. La MLB ahora cuenta con oficinas en la República Dominicana, Australia, Japón, China, y Londres. Organiza campamentos y demostraciones en todo el mundo y ha montado partidos de temporada regular en Japón, Australia, México, y Puerto Rico, con planes de hacerlo también en Europa. Juegos de preparación se han disputado en Taiwán, Cuba, República Dominicana y China.

El beisbol olímpico libera fondos para las federaciones nacionales, dinero que en su mayoría es destinado para reclutar niños peloteros. Los niños que practican beisbol en países donde no es popular comienzan a seguir la MLB por falta de oportunidades locales y pronto se convierten en fans que pueden ser monetizados —me baso en mi propia experiencia—.

Aún así con todos los beneficios obvios, varias fuentes declararon a VICE Sports que la MLB no planea todavía liberar a sus estrellas para los Juegos en Tokio, incluso cuando ayudaría a que el beisbol regresara permanentemente al magno evento. Al parecer, la dirigencia de la liga planea hacer disponibles a todos los jugadores con excepción de los planteles con 25 jugadores, en lugar de los 40.

"Tal y como el comisionado Manfred ha declarado en el pasado, las Olimpiadas son un desafío por el calendario", dice el vocero de la MLB, "y es particularmente difícil cuando las fechas coinciden con la mitad de nuestra temporada regular."

Esto también aplica para la NHL, la cual de todos modos interrumpe su temporada y libera a todos sus jugadores. (Lo mismo hace la NBA, pero como deporte olímpico de verano, el torneo se disputa en la temporada baja). Mientras que también es cierto que la carga sobre los pitchers —los jugadores más preciados de este deporte— podría ser mucha, algo que en el hockey no se da, la postura obstinada de la MLB podría terminar dañando este deporte y, por ende, a sí misma.

"Conforme nuestro deporte se hace cada vez más globalizado, es importante contar con el apoyo y la misma visión de todas las ligas profesionales de beisbol alrededor del mundo", dice Fraccari. "Y esto no solo es para poder regresar, sino para quedarse en las Olimpiadas."