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Colocones de Hollywood: así se consigue que las drogas parezcan reales en las películas

Ya sea para marcar la trágica caída de un personaje o para dar pie a una escena cómica, el uso de las drogas en las películas siempre que estén bien representadas aporta un elemento muy interesante al cine.

Foto vía YouTube

Johnny Depp fumando un cigarrillo con un filtro y luciendo unas gafas de aviador con los cristales tintados de naranja, mientras explica la colección de sustancias que lleva en el coche. Al Pacino apoltronado en una butaca de piel frente a una montaña de cocaína. Christiane F. retorciéndose en la cama, en plena crisis de abstinencia, peleándose con su novio por un poco de heroína. Ya sea para marcar la trágica caída de un personaje o para dar pie a una escena cómica, el uso de las drogas en las películas siempre que estén bien representadas aporta un elemento muy interesante al cine, incluso si en tu vida real las drogas no te interesan lo más mínimo.

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Lógicamente, cuando se trata de una escena en la que se consumen drogas ilegales, se recurre a un utilero para que se invente algo que dé verosimilitud a la escena. Esta figura colabora con el departamento de diseño de producción, los actores y actrices y los directores para facilitar a los personajes cualquier objeto que vayan a manipular directamente, desde libros a comida, dinero o drogas.

Sean Mannion lleva años ejerciendo de utilero en Los Ángeles y ha colaborado en producciones como Jóvenes y brujas o La boda de mi mejor amiga. Sin embargo, gran parte de su trabajo se ha centrado en comedias en las que la droga tenía un papel destacado, como Lío embarazoso, Virgen a los 40 o Todo sobre mi desmadre, por lo que tiene bastante experiencia fabricando porros falsos o bolsitas de imitación de marihuana. Si hay alguien que sabe cómo hacer que las drogas de pega parezcan reales, ese es Mannion.

A veces necesitas un montón de maría

"Antiguamente usaba orégano, albahaca o cualquier hierba que diera el pego y se pudiera fumar", explica. "Lo malo es que fumar esas hierbas en un porro es bastante fuerte. Una vez hice una película con Madonna, que probó uno de esos porros y me dijo, 'Dios mío, es asqueroso'. Para imitar los cogollos, rociaba la hierba con cola en spray y la removía un poco sobre la mesa para que se fuera pegando. Dejaba los tallos de orégano porque le daban un toque auténtico".

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Hoy día, las cosas han cambiado mucho y no hay que hacerlo todo a mano. La industria cinematográfica ha crecido rápidamente y cada año se estrenan cientos de películas. Ahora, cuando Mannion necesita un montón de marihuana, solo tienen que pasarse por ISS (Independent Studio Services) y ellos se encargan de todo.

"Les pedí que me hicieran carretillas enteras de hierba para la serie Neighbours. A veces necesitas un montón de maría. El año pasado, por ejemplo, trabajé en una película en la que había un tipo que no hacía otra cosa que liarse porros todos los días, así que tuve que dejar preparado un Tupperware con unos 400 porros".

Mannion muchas veces compra "maría" a una marca de cigarrillos de hierbas llamada Ecstacy, por ser un sustituto perfecto. "Es todo hierba y es más manejable. Además, tiene un olor potente muy parecido al de la marihuana para una nariz inexperta. Obviamente, si fumas hierba habitualmente, notarás la diferencia. Una vez se acercó a mí un productor y me preguntó qué estaban fumando los actores. 'Pues me han dicho que querían fumar hierba, y eso es lo que les he dado', le contesté. Casi le da un ataque. 'Estás de broma, ¿no?', y yo le dije, 'Claro que estoy de broma, son solo hierbas aromáticas'. En otra ocasión, había una actriz muy famosa cuyo nombre no voy a revelar que tenía que hacer una escena en la que estaban en una fiesta y la gente se pasaba un porro. La actriz me pidió uno de verdad, pero le di uno de los aromáticos. Al final de la escena, tanto ella como los extras estaban convencidos de que habían fumado maría de verdad y aseguraban estar colocados. Fue muy gracioso y gratificante".

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Y para la cocaína, ¿no se puede usar cualquier polvo blanco? "Antes usábamos un polvo de relleno que se usa en medicina, pero con el tiempo era cada vez más difícil conseguirlo, porque había que comprarlo con receta".

Ahora Mannion utiliza sorbitol, un polialcohol de azúcar que suele encontrarse en alimentos dietéticos. "Es genial porque prácticamente no tienes que hacer nada para que parezca real. A veces hay que añadir un poquito de azúcar refinado y listos. Puede esnifarse sin problema y tiene un sabor dulzón un poco raro. Solo un experto podría notar la diferencia si lo viera preparado en una mesa.

Mannion no es experto en drogas, aunque sí ha tenido sus experiencias en el pasado ("Y pongo énfasis en lo de 'pasado'"). Para imitar el crack o la heroína, se trata básicamente de buscar fotos en Google e investigar un poco para intentar que se parezca lo más posible a la sustancia real. Afortunadamente, no en todas las escenas hace falta que se vea la droga que se está consumiendo. "Muchas veces no aparecen en pantalla, aunque por el contexto queda claro de qué droga se trata, por ejemplo cuando hay una pipa de crack cerca o jeringuillas tiradas por el suelo".

Podría parecer que los estudios no ponen ninguna pega a que aparezcan drogas en las películas que producen, aunque en el caso del tabaco ha habido un cambio muy drástico. "Casi todos los estudios son antitabaco y han prohibido por completo que se fume en sus películas", explica Mannion. "Es difícil ver a alguien fumar un cigarrillo en una película. Ahora estoy trabajando en una escena que pide a gritos que el segurata esté fumando un puro y que la sala esté llena de gente fumando, pero no puede ser. Mientras tanto, en la trastienda hay gente fumando hierba y esnifando coca".

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Esta prohibición responde a una campaña de salud con la que se pretende desvincular el tabaquismo de la imagen de glamur que a veces lo rodea. En cualquier caso, casi todas las estrellas de Hollywood son bastante saludables y no fuman. Si aparecen fumando en una película, será un cigarrillo de hierbas.

De igual modo, cuando vemos a un personaje emborracharse en un bar o cuya existencia gira en torno al alcohol y los estimulantes como Miles en

Entre copas

o todos los personajes de

El lobo de Wall Street

, da la impresión de que realmente se están poniendo finos.

Cuando Josh Hartnett y Kirsten Dunst beben un sorbo de licor de melocotón en Las vírgenes suicidas, nuestros labios casi pueden notar el dulce sabor de la bebida espirituosa cuando se llevaban la botella a los suyos. Algunos actores puristas no han tenido reparos en confesar que han bebido de verdad para hacer más creíble su actuación.

Shia LaBeouf explicó que, cuando interpretó a un contrabandista en plena época de prohibición en la película Sin ley, siempre llegaba a los rodajes borracho para tener los ojos rojos y hacer su actuación más realista. Brad Pitt y Edward Norton estaban realmente borrachos en la escena de El club de la lucha en que lanzaban pelotas de golf a los edificios cercanos.

Pero estos casos son excepcionales. "Yo nunca he visto a nadie tomarse más de un par de chupitos", afirma Mannion. "Algunos actores me han pedido que les diera alcohol de verdad, pero nunca lo hago sin el consentimiento del director. A veces hay que hacer veinte tomas de una escena. Si en cada una tomaran alcohol, al final no podrían ni actuar de lo mal que irían". El sustituto en estos casos es té o agua con colorante. Si el actor o la actriz aparecen bebiendo de una botella de cerveza marrón, entonces es agua.

Ya sea con el alcohol, el tabaco o las drogas duras, no hay nada más satisfactorio para un utilero que una escena en la que todo parece muy real. "Siempre hay ojos muy críticos que van a detectarlo si no lo haces bien. Tu trabajo es hacer que todo parezca muy creíble, y cuando lo consigues te sientes muy realizado".

@hannahrosewens

Traducción por Mario Abad.