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El aumento de suicidios entre los policías de emergencia canadienses se ha vuelto alarmante

La tasa de suicidios causados por trastorno por estrés postraumático entre policías del país han hecho que el problema alcanzara las cifras de una epidemia.

En julio pasado, Ken Barker, miembro de la Policía Montada de Canadá, se quitó la vida. Barker había sufrido de trastorno por estrés postraumático (TEPT) después de atender un llamado de emergencia de un espeluznante asesinato en un autobús Greyhound en Manitoba, en el cual Vince Li apuñaló, mutiló y decapitó a Tim McLean, otro pasajero, para después comerse algunos de los restos de su víctima. Desde el pasado mes de abril, 16 policías canadienses que atienden emergencias se han suicidado; 13 de ellos en un periodo de diez semanas hasta el 17 de julio, alcanzando una cifra propia de una epidemia.

Un estudio publicado por investigadores de la Universidad Eastern Michigan afirma que hasta el 31 por ciento de los policías que atienden emergencias experimentan TEPT, un aumento importante en comparación con estudios previos que hablan de 19 por ciento. Norteamérica no es la única región luchando contra este problema. En 2006, un estudio a 262 policías holandeses encontró que 41 por ciento de ellos manifestaban síntomas de TEPT tras haber sido expuestos a algún evento traumático: conflictos armados, un choque de autos o una muerte violenta.

"La gente no debería molestar ni burlarse de los oficiales que se atreven a hablar de sus experiencias traumáticas, como a veces ocurre", dijo Vince Savoia, fundador de la Tema Conter Memorial Trust, una organización dedicada a concientizar a las personas acerca del TEPT en policías y militares encargados de atender emergencias; es una causa que le toca muy de cerca, pues en 1988 Savoia, entonces paramédico, atendió un llamado de emergencia de un terrible asesinato en el que una mujer de 25 años de edad (quien según él mismo afirma se parecía mucho a su prometida) había sido atada a una cama, amordazada, violada y apuñalada once veces.

Como muchos de quienes han trabajado en emergencias, Savoia no había recibido una preparación acerca de cómo manejar el TEPT; ni siquiera sabía lo que era. Dijo que el sistema debería mostrar más compasión y ser más eficiente, pues históricamente les ha fallado a aquéllos que sufren. "La mayoría de los niveles de gobierno se olvida de brindar el apoyo necesario para quienes atienden emergencias. Hay muy poco financiamiento para el apoyo psicológico de estas personas", añadió.