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"Me llevó al bingo con su madre": historias de citas raras nacidas en internet

Del chat de Terra a Tinder, un escalofriante recorrido sobre las maravillas del ligue online en España.

Ligar por internet es algo que hoy en día está aceptado y normalizado, pero hasta hace no muchos años quedar con un ser digital y hacerlo carnal era algo anormal, cosa de frikis, perdedores y asociales.

Tan normalizado está, que se ha convertido en un nicho de mercado que mueve mucho dinero en todo el mundo. Sin ir más lejos, el grupo que conforman Tinder, Meetic y Match, facturó 250 millones de euros en los tres primeros meses de 2016. Asimismo, la red de contactos eDarling recaudó 60 millones de euros el último año.

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Ligar a golpe de clic es casi como bajar al supermercado y comprar un tetrabrick. Un cortejo online que ha pasado por diferentes fases y plataformas, desde chats como el IRC Hispano, Terra, foros temáticos de toda índole, páginas web de dating y, ahora, con aplicaciones móviles como la ya mencionada Tinder, Grindr, Adopta Un Tío o las redes sociales más corrientes como Facebook, Twitter o Instagram. Incluso hay quien aprovecha la coyuntura para pillar cacho en webs de empleo y de compra-venta de artículos de segunda mano. ¿Qué será lo próximo?

Vayamos al grano. Un grupo de viejas glorias en esto de internet y otros no tan viejos pero igual de gloriosos, nos comentan algunas de sus más locas experiencias en el mundo del online dating. Sobre todo, primeras citas que no fueron lo que esperaban.

Bingo

Los Bingueros: cita, cartones, línea y madre binguera.

"Conocí a una chica en una red de contactos, en el famoso Badoo. Tras unos días de chateo e indirectas, le pedí una cita…Imagina qué cara se me quedó cuando llegué a la primera cita, más caliente que el mango de un cazo y más guapo que un San Luis, y ella me llevó a pasar la tarde al Bingo y con su madre. Mi gozo en un pozo. Ni cena romántica, ni noche pasional en el coche ni nada de nada… (eran mis años mozos, y no tenía siquiera un triste picadero)".

Francis, a través de Badoo.

Polvo al estilo National Geographic

"Quedé con una tía del Forocoches y mira por donde acabamos follando después de meses sin mojar el churro, pero aquello fue todo muy raro. Bufaba y gemía como un gato. Súmale a eso que las paredes de mi casa eran muy finas y se oía a la vez el gato en celo de la vecina. Parecía que tenían una conversación entre ellos hasta el punto de hacerme sentir desplazado y me costaba mantener la concentración en lo importante, pensaba que no volvería a mirar al gato del 4° de la misma manera. Al terminar, me esperaba que me comentara algo de sus ruidos animalescos, pero no comentó nada, me imaginé que sería algo tan normalizado en su vida sexual que ni se daba cuenta de ello.

El mismo Fiti, también comparte otra historia con una chica de un chat de "Gente Guapa Valencia" en la que la tecnología y el placer van de la mano. Y no tiene límites:

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"Quedamos y la verdad es que a ella se le notaba que estaba cachonda, a mí no me parecía tan atractiva como esperaba pero charlamos y decidimos fumar unos porros. Con la tontería, empezamos a discutir sobre si habría cobertura de móvil dentro de la vagina (por decirlo finamente) y lo acabamos probando con mi ladrillo de la época. No es que haya sido hace mucho, pero es que yo en la tecnología siempre voy dos versiones por detrás. Nunca la olvidaré y tampoco su número de teléfono, tenía sentido del humor, la piel suave y buena cobertura".

Fiti, a través de Forocoches y Gente Guapa Valencia.

Foros de alta carga hormonal

"Nos conocimos por error a través de la presidenta del Club de Fans de Ángel Martín. Era una tía rara de cojones, pero maja y guapilla. Tras varios años y un tiempo en el que no hablábamos y en el que estuvo a punto de eliminarme por pesado y salido, volvimos a hablar. Ella había conocido a un chico por Twitter que le encantaba, era de otra ciudad, pero se animó a quedar con él e intentar algo. La cosa no salió como esperaba y estaba realmente jodida. La invité a venir a Madrid de visita y se animó. Apareció en Atocha con varias maletas a lo Paco Martínez Soria, un poco desorientada. Después de llevarla a mi casa, nos pusimos a ver videoclips en el ordenador. Un par de caricias en la mano hicieron que nos mirásemos y en una postura bastante rara nos besásemos. Los dos estábamos salidos como monos y follamos como locos esa noche. Su visita siguió siendo igual: paseos, comer y sexo.

Semanas después bajé a su tierra y la tónica del primer viaje siguió. Nos declaramos y empezamos como novios. Al cabo de un año vino a Madrid a vivir a empezar una nueva vida y este pasado verano compramos un piso… Mi chica sigue siendo rara de cojones, pero no la cambio por nada".

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Manuel, a través del foro Ángel Martín

móvil twitter

En Twitter también se folla

"Quedé con un tuitstar verificado para conocernos y tomar unas copas. Todo surgió después de seguirlo y unos cuantos replies. Me hizo follow back, mantuvimos varias conversaciones y acabamos quedando en un bar. Allí empezamos a hablar y flipé un poco porque lo que me había contado por Twitter no tenía mucho que ver con su vida real. Aun así, me cayó bien y fuimos a su casa a 'tomar la última'. El sexo no fue especialmente bueno ni malo, pero lo jodido vino después, cuando justo al terminar me dijo que me recomendaría por Twitter y me haría famosa. Me sentí insultada y humillada. Directamente le dije que ni se le ocurriera. Que no me había acostado con él por eso y que si tenía algún tuit bueno, lo hiciera, pero no por sexo (mi cuenta es pequeña y normalmente solo hago replies).

Tiempo después quedamos a tomar algo y vino con un amigo, bebimos y acabamos en un hotel los tres. El 'trío' se convirtió en un dúo mientras el otro veía la televisión y encima se querían turnar. Dije que me dolía mucho el estómago y me fui corriendo de allí."

Rebeca, a través de Twitter

Pasión inmobiliaria

"Quedamos en mi casa directamente. Cuando llegó al piso la conduje a mi cuarto, comenzamos a besarnos, la desnudé, empecé a lamer su cuello mientras ella me masturbaba… Y, de pronto, llegaron a nosotros unos gemidos procedentes de la habitación de enfrente. Nos acercamos a la puerta entreabierta, despacio y sigilosamente, y desde allí vimos a mi casera tendida boca arriba en su cama, con los pantalones a la altura de las rodillas, tocándose con una violencia inaudita mientras veía un vídeo porno en su móvil; llevaba los cascos puestos, así que no se percató de nuestra presencia. Gemía sin reparo, entre espasmos y temblores. Aquella estampa de película nos excitó tanto a mi cita y a mí que nos pusimos a follar allí mismo, en el pasillo, echando miradas furtivas al interior del cuarto de mi casera para inyectarnos una nueva dosis de morbo. No mentiré diciendo que terminamos los tres a la vez, pero tuvimos unos orgasmos tremendamente húmedos y placenteros antes de que mi acompañante se vistiera y regresase a casa. Y, aún hoy, estoy seguro de que la propietaria del piso ignora que fue partícipe de un trío de lo más rocambolesco".

Álvaro, a través de Badoo

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Fotografía por Patxi

BDSM almodovariano de serie B

"Entré buscando un poco de caña BDSM y experimentar cosas con mujeres dominantes. Allí conocí a una chica que me dijo que tenía 38 años (luego descubrí que eran 45 años, me mintió). Quedamos en un hotel sin tomar nada previamente. Subí a la habitación, me recibió a oscuras y me hizo desnudarme y pajearme. Me tumbé en el suelo y ella empezó a tocarme la polla con la bota para ver si estaba dura y se puso a follar. Total, que la tía se corrió en nada y yo alucinando, allí sin correrme. Follamos más tarde en la cama y entonces ya lo eché todo.

A la mañana siguiente, cuando ya me estoy duchando para marchar, se presenta la tía con un bañador muy feo como de látex, rollo Aramis Fuster, cinco consoladores y un calabacín. Empezó a jugar con mi agujero sin preguntarme y me desvirgó analmente. Lo que le ponía era follar con tíos que tuvieran algo metido en el culo.

Fue todo muy inesperado porque quedamos para un polvo en plan erótico fetichista, yo prefiero que me azoten a que me follen el culo, acabé roto. Estuve una semana con el ojete dolorido. Era joven e inexperto y aprendí la lección de decir 'no' cuando algo no apetece".

Patxi, Foro Club Fetichista

Planificación familiar en la primera cita

"Quedé con una chica fisioterapeuta con consulta propia. Todo parecía normal hasta que aparecieron su hermana y su cuñado, quienes me sometieron a un tercer grado y luego se pusieron a comentar que tendría que venir yo a vivir a Madrid, los mejores barrios para formar familia, que tendríamos que buscar una casa con un cuarto para su abuela, hasta que el viaje de novios lo pasaríamos en París… Quería irme de allí. Dos horas y media organizando mi vida, para después forzarme a ir a la clínica de mi cita. Le mandé a un amigo un SMS pidiendo que me llamase fingiendo una urgencia, dije que iba a hablar con él al baño y supongo que siguen esperando que salga de allí en algún momento".

Josep, página de contactos sin revelar

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Amor nacionalfalangista

"Una de mis primeras citas con alguien de internet fue con una chica informática y falangista del IRC Hispano, el chat típico de hace más de 15 años. Habíamos quedado en cómo nos reconoceríamos dándonos una descripción, pues aunque nos habíamos mandado foto y aunque mi foto era reciente, la suya era bastante más antigua. Total, que llegó el día, y cuál fue mi sorpresa que me encontré a toda una chica de aspecto geek, gafas de pasta incluídas. Tenía una habitación llena de fotos de Primo de Rivera, fotos de Franco, toda la jerarquía falangista y hasta una reproducción del Valle de los Caídos, sacada de una enciclopedia de los años 70. La cuestión es que, lejos de cortarme aquel santuario de la más rancia ultraderecha, eso me puso aún más y acabamos fornicando. Y he de decir que fue uno de los mejores polvos de mi vida".

Daniel a través de IRC Hispano

Chorizo de Almendralejo, el que en la primera rodaja no tiene pellejo

"La zona de contactos de Milanuncios me ha dado todo tipo de alegrías y sustos. Hace años quedé con una chica que se había descrito poco más o menos que como la doble de las Azúcar Moreno, me sedujo mucho la idea, fui a su casa directamente y lo que me encontré… digamos que no era lo que me esperaba. Cuando llegué a su habitación me encontré un caos desorganizado y ella espatarrada comiendo… ¡un chorizo! (¡sí, un chorizo!) diciéndome que 'estaba güeno' y que si quería un poco.

Mi primera reacción fue huir de allí como si hubiera visto al mismísimo diablo, pero me contuve y traté de ser educado y sobrellevar la 'dignidad' (si es que había dignidad) en aquella estampa. Le dije que tenía que irme puesto que tenía cosas que hacer. Me miró circunspecta, eructó (sí…) y huí como si no hubiera mañana".

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Rogelio a través de Milanuncios

A Mark Zuckerberg no le gusta esto

"Esta Navidad quedé con una mujer casada de un grupo de coleccionistas de Playmobil de Facebook para intercambiar unas cajas recién llegadas de Alemania. Nos vimos y cuando me di cuenta, me estaba bajando los pantalones antes de coger el otro paquete. Fue todo muy rápido y ella tuvo que irse enseguida, sin darme tiempo a satisfacerla de la misma forma, así que espero poderle pagar pronto mi deuda".

Natalio a través de un grupo de Facebook.

Es que con Internet y la jodienda, no hay enmienda. Y es que, para la jodienda, no hay algoritmo que lo entienda.

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