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VICE World News

París impondrá controles de saliva a los estudiantes en busca de marihuana

Las pruebas serán administradas por el personal médico de los colegios. En el caso de que los estudiantes que sean menores den positivo, se informará a sus padres de la situación.
Pierre Longeray
Paris, FR
Imagen vía Pixabay
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Los estudiantes de instituto parisinos podrían empezar a ser sometidos en breve a controles de saliva después de que el ayuntamiento de Île-de-France haya aprobado una medida para financiar los controles de saliva. La intención de los mismos no es otra que fiscalizar la presencia de cannabis entre los jóvenes. Igualmente se prevé introducir también alcoholímetros o para averiguar si los estudiantes estarían bebiendo también en los colegios.

Los directores de cada centro podrán decidir discrecionalmente si quieren formar parte del programa o si no. La iniciativa es parte de una campaña contra el consumo de drogas.

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Según aseguró el jueves pasado la vicepresidenta del ayuntamiento de Île-de-France, Agnès Erve, en comparecencia ante el consistorio local, el cannabis está detrás de muchos casos "de fracaso académico, desconcentración y de abandono de los estudios".

El 10 por ciento de los adolescentes de Île-de-France fuman más de un porro al día, una cifra que casi se ha triplicado en los últimos 3 años, cuenta. "No podemos seguir de brazos cruzados ante tal brutal escalada".

La nueva iniciativa permitirá que los directores puedan también desplegar controles de aliento en sus escuelas. "Algunos directores nos cuentan que ven llegar a muchos estudiantes en estados lamentables a las 10 de la mañana", sentenció Evren.

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Los controles de saliva para detectar la presencia de marihuana serán administrados por el personal médico destacado en cada escuela y los resultados quedaran sometidos a la confidencialidad que se presupone a toda relación entre médico y paciente. Especialmente si los estudiantes son mayores de edad. Los menores se pueden olvidar de confidencialidad alguna: sus padres serán puestos al corriente de sus desmanes tan pronto como sean descubiertos.

Los maestros de las escuelas no tendrán acceso a los resultados individuales de sus alumnos. La idea es ponerles al corriente de la estadística general de su centro.

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La doctora Patricia Colson, secretaria general de SNAMSPEN, un sindicato de profesores de escuelas públicas ya mostró públicamente su preocupación ante la medida cuando esta fue propuesta el año pasado.

"Destruirá cualquier relación de ayuda o de confianza", asegura Colson. "Las pruebas de saliva han sido acuñadas como un sistema para concienciar a las familias de un consumo que a menudo pasa inadvertido. A mí, sin embargo, me parece totalmente contraproducente puesto que solo parece encaminado a provocar la represión de los padres".

Más allá han ido los miembros del partido de centro Movimiento Democrático, que también permitirán a sus profesores a analizar las aguas residuales de la escuela para comprobar con qué se colocan sus alumnos.

El nuevo programa de la zona para prevenir nuevos casos de adicción ha consistido en ofrecer un mejor entrenamiento a sus educadores, para que estos puedan detectar la sintomatología del abuso. Los estudiantes también serán obligados a participar en la campaña y se proclamará a una serie de delegados entre el alumnado para que hagan de puente entre los alumnos y el personal de la escuela. Los alumnos serán entrenados para que "aconsejen la prevención".

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Igualmente, cada instituto que forme parte del programa tendrá que elegir también a su "controlador de adicción", responsable de identificar a los alumnos en riesgo.

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La lucha contra el consumo de estupefacientes en los institutos ambiciona dar con los traficantes que les venden a los estudiantes. La idea es instalar circuitos cerrados de televisión en los caminos más habituales hacia las escuelas, para así disuadir a los traficantes. Erven ha explicado que todos aquellos institutos que deseen instalar cámaras de vigilancia en sus recintos, tendrán el derecho de hacerlo.

Ludovic Toro, un concejal del partido Unión de Demócratas e Independientes ha sugerido que los delegados estudiantiles den ejemplo y ha advertido que, según las estadísticas, 17 de los 209 delegados elegidos el año pasado fumaban cannabis regularmente — y que 8 de ellos lo hacían a diario".

Toro ha sugerido que los delegados estudiantiles del Partido de los Verdes deberían de ser los primeros en someterse al control. Claro que su comentario, mitad jocoso, mitad desafortunado, no ha hecho ninguna gracia al resto de concejales de los Verdes, quienes le han acusado de "estigmatización".

"Yo nunca dije que fueran a dar positivo", ironizó Toro.

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