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Música

De cómo TomorrowWorld 2015 se volvió una avalancha de disturbios y demandas

"¡Somos una pieza clave para este festival y nos dejaron podrir en el bosque como personajes de The Walking Dead!"

Lo que acaba de pasar en Whitelake este fin de semana fue más que un montón de jóvenes descontrolados que lucharon por su vida. Primero, los trancones de 32 kilómetros y las largas caminatas de casi 10 kilómetros. Luego, el intenso calor y la lluvia repentina, a lo que le siguió el hambre y la sed. Un precio muy alto para estos jóvenes, que solo querían pasar algunos días drogados, bailando su música. Lo que acaba de pasar en Whitelake este fin de semana es que cientos de chicos invadieron una zona rural que no estaba en absoluto preparada para recibirlos.

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- John Laurence, CSB News

El extracto fue sacado de un noticiero hablando sobre Woodstock en 1969, que fácilmente podría confundirse con los comentarios sobre lo que sucedió en TomorrowWorld, que se realizó en Chattahoochee Hills, Georgia, el fin de semana pasado (septiembre 25-27, 2015). Los asistentes del festival terminaron volviendo el terreno de 32 kilómetros cuadrados un muladar de lodo y los organizadores del festival tomaron la decisión de limitar y restringir los servicios de transporte el sábado, dejando a muchísimos asistentes varados en medio de la nada, algunos de los cuales terminaron pagando cientos de dólares en servicios de Uber con tarifas exageradas, y otros tantos se vieron obligados a dormir en la carretera, sin agua y sin comida.

Y desde este imprevisto el sábado, las cosas no mejoraron mucho. El festival terminó cancelando la entrada del domingo para el público que no acampaba dentro del lugar, que componían la mayoría del público. Algunos, empecinados en entrar, trataron de hacerse su paso al festival rompiendo las entradas, o empezaron a amenazar con múltiples demandas a través de las redes sociales. Esta era la tercera visión del festival de EDM en Estados Unidos, la versión original de Tomorrowland se creó en Bélgica en 2005, y a menos de que haya algún gran control de daños para calmar a las histéricas masas jurando nunca regresar, es posible que sea su último.

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Hardwell en TomorrowWorld (Foto via TomorrowWorld / Facebook)

El clima ha perjudicado a tantos festivales alrededor del país que uno creería que, siendo uno de los festivales más grandes de Estados Unidos, con 160.000 asistentes el año pasado, la gente de TomorrowWorld tendría un plan de contingencia. De hecho otro festival, el Hudson Project, realizado por la compañía SFX, tuvo que enfrentar problemas similares con mal clima y peor planeación en julio de 2014, y tuvo consecuencias parecidas.

Parte de la respuesta oficial que los organizadores del festival enviaron a Thump el domingo decía: "Nos tomamos la seguridad de todos nuestros asistentes muy seriamente. La lluvia que empezó desde el jueves limitó bastante las zonas de parqueo dentro del festival, los puntos de entrega para abastecimiento del festival y el sistema de transporte. Los asistentes al festival que tengan tiquetes por días, tiquetes de invitados y cualquiera que esté acampando en este momento en DreamVille desafortunadamente no va a poder acceder a los actos del festival del día de hoy". A todos los medios nos notificaron igualmente que nuestros medios de transporte no iban a estar operando, y que TomorrowWorld iba a ser accesible solo para residentes de DreamVille, el sitio de camping del festival.

Por su parte, el anuncio del festival en Facebook, donde decía que "la madre naturaleza ha decidido otra cosa", no fue suficiente para aplacar a aquellos que ya tenían más que planeado ver a actos como Armin Van Buuren, David Guetta y Big Gigantic, y que vieron sus planes totalmente destruidos (desde entonces, el festival ha realizado una publicación con un link que direcciona hacia sus políticas de reembolso). Mientras tanto, Armin Van Buuren twitteaba sus condolencias dirigidas a la mayoría de asistentes en menos de 140 caracteres: "¡Lo siento mucho por todos los que no pudieron unirse a nosotros en @TomorrowWorld esta noche! ¡Espero que igualmente disfruten de la transmisión en vivo de mi set! Tomorrowworld.com/home".

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Las noticias de la cancelación del domingo fue como echarle sal a la herida del desastre de la noche del sábado, en la que la gente que no acampaba dentro del festival, y que trataba de llegar a sus casas y sus hoteles, tuvo que batirse entre kilómetros de lodo para llegar a algún medio de transporte, debido a que las carreteras que comunicaban al festival con el mundo exterior se habían vuelto inaccesibles. Algunos pagaron cientos de dólares a Ubers que habían subido exageradamente sus precios debido a las condiciones, otros se dieron por rendidos y se quedaron dormidos donde los cogiera la noche.

James Baker, que estuvo de voluntario ayudando en el festival del año pasado, estuvo presente en todo el mierdero de este año. Después del show, él sabía que la salida iba a ser un caos, por lo que logró colarse en el transporte del staff del evento, que estaba en un parqueadero a dos kilómetros de donde él estaba.

"Desde donde yo estaba, todo se veía como la película de los Juegos del Hambre", afirmó Baker, quien describía todo como una escena terrorífica, con miles de personas en el bosque, algunos meando en la carretera, otros desmayados al borde del camino, y muchos otros golpeando las ventanas de los buses con sus manos. Cuando Baker logró subirse al bus, vio cómo un joven se acostó en medio de la carretera para hacer frenar al vehículo y que más gente pudiera subirse a bordo.

"Para el momento en el que le hicimos señas al bus y lo abordamos, ya habíamos reunido más de 100 dólares para comprar nuestra salida del lugar", afirmó Baker. "Los ricos y los suertudos pudieron salir, los pobres caminaron y los pobres que se cansaban paraban donde encontraran campo abierto para descansar".

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Los asistentes varados a un lado del camino. (Foto via @EDMPocahontas / Twitter)

Como un asistente que decidió no acampar este año a cambio de una cama y una ducha, Baker lo tomó personal.

"Acá hay una escena EDM enorme, con muchos de nosotros promocionando formal e informalmente el festival", alegó Baker, refiriéndose a la acogida entusiasta que los locales tuvieron con TomorrowWorld a través de las redes sociales y de manera presencial. "¡Somos una pieza clave para el éxito de este festival y nos dejaron podrir en el bosque como personajes de The Walking Dead!"

Aún así, Baker afirma que sigue amando el festival y no está seguro de si hacer parte de una demanda colectiva, que de acuerdo a un mensaje privado de Facebook, enviado por esta misma organización, está siendo organizada por un abogado corporativo con experiencia de 20 años, y otro abogado especialista en derechos humanos, quienes están tanteando sus opciones al respecto. "Los problemas consistieron en la actitud negligente que los organizadores tuvieron con sus clientes", le escribieron a Thump estos abogados. "¿Han visto acaso las fotos de la gente que tuvo que dormir en el bosque porque nunca llegó un transporte que se les había prometido?"

Erin Meyer, nacida en Kennesaw, tiene una posición parecida respecto a lo de la demanda, a pesar de que ella, de 25 años, y su novio casi se tienen "que ir a los puños" para entrar a un Uber al que le habían pagado 50 dólares en efectivo, pues la red estaba congestionada y la aplicación se cayó. "El gran problema es que soy una gran fanática de todos estos artistas", afirmó Erin. "Lo único que quiere es que haya un lugar adecuado para que todos vengan, se presenten y nos entretengan… (pero debido a) la completa falta de comunicación, el poco esfuerzo para solucionar los líos de transporte y esa actitud de "nos vale mierda" de la gente de SFX, sin duda voy a hacer que respondan. Ya están cerca de la bancarrota igualmente. De pronto eso influyó en lo que pasó este fin de semana, de pronto no''.

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Esta foto de asistentes del festival durmiendo en el piso se posteó en la página de Facebook de TomorrowWorld para incitar a la demanda colectiva.

El gran consenso es que no fue el clima lo que arruinó el festival; fue la falta de coordinación y la poca importancia que se le dio a la seguridad de la gente que intentaba salir del lugar en la madrugada del sábado, a quienes prácticamente abandonaron para que se valieran por sí mismos. Si hubiera habido mejor planeación, según los asistentes, el desastre y la locura se hubiera evitado.

Y para empeorar el tema: hubiera sido igual de difícil volver a entrar al festival que como fue tratar de salir de él, debido a la orden que dio TomorrowWorld de solo darle acceso a los campistas. Mucha gente se rehusó a esto, discutiendo el tema de las puertas a través de Facebook, pensando que la unión haría la fuerza.

Según lo que vio Reagan McCracken durante sus cuatro horas de espera en la puerta, no hubo muchos ataques en la puerta; en vez de eso, la gente se paraba alrededor y alegaba con la gente de staff. Reagan viajó de Oklahoma solo para el domingo y vio aproximadamente 1000 personas que, como ella, no podían entrar al festival.

"Escuchábamos la música retumbar adentro", afirmó. "Todos los actos seguían presentándose con normalidad, y no podíamos atravesar la puerta…La pregunta de todo el mundo era por qué no dejaban entrar a la gente si la música seguía sonando. ¿Por qué le cancelaron el evento solamente a la gente que no acampaba dentro del sitio?

Reagan nunca logró entrar y se fue, sintiéndose excluida. Afirma, por su parte, que apoyaría totalmente una demanda. "Esto evidencia una pobreza absoluta de planeación y de relaciones públicas. Un reembolso del dinero no es suficiente, pagamos por nuestro hotel anticipadamente, así que nos tocó quedarnos una noche más".

Las decenas de miles de asistentes que estaban del lado contrario de las puertas pudieron disfrutar del cierre del festival en un día sin lluvias y con mucho más espacio. En cambio los que se quedaron por fuera, tuvieron una experiencia que jamás van a olvidar, por más que lo intente.

THUMP está próximo a hablar con el portavoz del festival. Apenas tengamos su declaración, actualizaremos este artículo.

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