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Tecnología

Esta bacteria podría comer desechos nucleares

Las bacterias aman limpiar nuestros desastres ¿Cierto?
Imágen: Shutterstock

Por si no te has dado cuenta, los humanos son muy talentosos para producir desechos peligrosos. Por suerte nuestros amigos en el reino de las bacterias nos han ayudado como verdaderos soldados a deshacernos de estos desechos. Algunas cepas de bacteria pueden purificar las aguas residuales, otras pueden transformar el perclorato tóxico en sal de mesa y otras pueden subir de nivel un veneno y transformarlo en oro.

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El desecho nuclear, en cambio, es uno de los productos producidos por humanos que las bacterias no tocan. Eso puede cambiar pronto, gracias al descubrimiento de un grupo de desafiantes microorganismos extremófilos que tienen las agallas para comer basura radioactiva.

Investigadores de la Universidad de Manchester encontraron bacterias extremófilas de una célula mientras estudiaban muestras de suelo en un sitio industrial del Peak District en Inglaterra. Si bien el suelo no era radiactivo, si estaba contaminado con un peligroso residuo alcalino producido por un horno de cal cercano.

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Los microbios sobrevivieron a las condiciones del suelo, y por lo tanto el estudio publicado en el ISME Journal los llamó "microorganismo alcalóficos". Pero los investigadores también observaron que ciertas especies estaban felices de tragar ácido isosaccharinic (ISA), una sustancia muy común en los contenedores de residuos nucleares.

El ISA es un particular problema a la hora de almacenar residuos nucleares de "nivel intermedio" (esto es vertiendo los desechos en piletas de cemento y para luego enterrarlos bajo tierra). Con el tiempo el agua de la tierra rodea los contenedores precipitando una reacción con el cemento que hace al ambiente más alcalino.

Estas condiciones permiten al ISA demostrar su famosa amistad con los radionucleidos que son los temidos elementos radioactivos del desecho nuclear (como el Urano). El problema es que el ISA reacciona con variados radionucleidos, haciéndolos más solubles.

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Esencialmente el material radioactivo le pide un aventón al ISA para escapar de donde se almacenan los residuos nucleares. Si estas fugas contaminan el agua o la comida, el resultado puede ser desastroso.

Estos nuevos microorganismo alcafólicos tienen muchas ganas de alimentarse de ISA, ademas ya han demostrado que pueden sobrevivir en ambientes altamente alcalinos, similares a los que se encuentran en los contenedores de residuos nucleares.

Y este no es el único truco bajo la manga de estos investigadores. El grupo de Manchester también observó que cuando algunas especies son privadas de oxigeno, simplemente cambian de distribuidor y utilizan nitrato o hierro para completar su metabolización con ISA. Esto es muy útil porque no hay mucho oxigeno en los contenedores de residuos.

Se necesita hacer mucha más investigación para conocer las habilidades de las bacterias extremófilas, pero el equipo esta optimista sobre sus potenciales usos.

"Estamos muy interesados en estos microorganismos de Peak District" dijo Jonathan Lloyd, el profesor medioambiental de la Universidad de Manchester que trabajó en el estudio.

"Dado que seguramente evolucionaron en pocas décadas en este ambiente altamente alcalino, producido por el horno de cal cercano, es muy probable que bacterias similares se comporten de la misma manera y se adapten muy rápidamente a vivir consumiendo ISA alrededor de los contenedores de residuos nuclear que están enterrados" agregó. "Los desechos nucleares van a estar enterrados por miles de años, entonces hay mucho tiempo para que la bacteria se adapte."

Señores, así funciona la evolución.