FYI.

This story is over 5 years old.

Sports

El curioso caso de la desaparición de la recta en Grandes Ligas

Los píchers de la MLB cada vez lanzan menos bolas rápidas como parte de su repertorio total. ¿Por qué?
Gary A. Vasquez-USA TODAY Sports

En 2008, cuando era sólo un novato y estaba lejos de ser el mejor lanzador vivo de la actualidad, Clayton Kershaw de los Dodgers de Los Ángeles lanzaba su recta el 70 por ciento de las veces. Sin duda que le funciona, aunque también cuente con la mejor curva de todos los tiempos. Sin embargo, este año Kershaw ha utilizado su bola rápida cada vez con menor frecuencia. El año pasado su índice de rápidas alcanzó el 50 por ciento, y no ha pasado de 60 desde 2013. ¿Por qué?

Publicidad

La realidad es que Kershaw no está solo. Hasta el momento en la actual temporada, los lanzadores de Grandes Ligas, como grupo, han lazado el menor número de bolas rápidas en una década desde que se comenzó a recopilar esta información. Tampoco se trata de una coincidencia, y significa que los lanzadores han elegido lanzar otro tipo de pitcheos que podrían lesionarlos con más frecuencia. Creo que sabemos lo que está pasando.

Primero, los hechos. Major League Baseball empezó a contar de forma precisa el tipo de lanzamientos en 2008 (por coincidencia el año de la temporada de Kershaw como novato), lo cual nos parece un poco tardío, hasta que caemos en la cuenta de que en aquel año la mayoría de nosotros moría por tener un Motorola RAZR, y la otra mitad de la población escuchaba a Flo Rida. Aquel que esté libre de pecado que lance la primera piedra.

Regresemos al 2008 cuando los pítchers de Grandes Ligas lanzaron la recta en el 66.1 por ciento de las veces. Para el final del año pasado, esta cifra disminuyó a 62.5 por ciento, de acuerdo con información de Pitch Info compilada por Rob McQuown de Baseball Prospectus.

Hasta abril 16 del 2017, la cifra en la actual temporada ha bajado medio punto a 62 por ciento. Si crees que el porcentaje de bolas rápidas es una estadística que fluctúa año con año y la medición de lo que ha ocurrido en los últimos 10 años no vale la pena, la gráfica de abajo demuestra que no es así.

Publicidad

Esto nos provoca muchas dudas. ¿Por qué los lanzadores, ahora que lanzan más rápido que nunca, dejaron de usar bolas rápidas? ¿Por qué Kershaw? Estas preguntas me recuerdan un artículo escrito por el brillante Rob Mains la semana pasada, donde demuestra, convincentemente, que el incremento bien documentado de los ponches en el beisbol está vinculado al tema menos explorado, mas no por ello menos aterrador: el incremento de bases por golpe.

Mains señaló que el cambio en la estadística de interés—en su caso las bases por golpe; en el nuestro, el porcentaje de bolas rápidas— estaba vinculado al cambio de "oportunidad" y no al cambio de "comportamiento". Es decir, los lanzadores no intentaban pegarle a más bateadores, aunque realmente sí estaban golpeando más bateadores. En vez de eso, el incremento de ponches trajo consigo un aumento de conteos en que los pítchers tenían más strikes que bolas, y eso los animaba a tirar adentro, es decir, el tipo de lanzamientos que pueden golpean a los bateadores.

Creo que algo similar ocurre con las rectas, pero con un pequeño giro. En este caso, creo que estamos ante un cambio en oportunidad y comportamiento.

Las bolas rápidas, relativamente fáciles de controlar, son el tipo de lanzamiento que se suele ejecutar con más frecuencia cuando los pítchers están detrás en los conteos para poder recuperarse. Hoy en día, los pítchers suelen quedarse detrás en los conteos menos veces que hace diez años, cerca del 4.4 por ciento menos para ser exactos.

Publicidad

Por ende, aunque los pítchers no hubiesen cambiado en nada su manera de lanzar en la última década, el declive de cantidad de rectas habría estado presente en general dada la diferencia de desventaja en los conteos que hubo entre 2008 y 2017. Esto, por sí solo, podría explicar parte de la disminución general, pero también hay otro factor: los pítchers han cambiado su forma de lanzar desde 2008.

Desde 2008, ha habido una disminución del 5.8 por ciento de rectas utilizadas por pítchers cuando se encuentran detrás del conteo. En otras palabras, en la última década los pítchers han optado menos por una rápida para buscar solucionar la vida en el montículo cuando necesitan un strike.

¿Por qué? No lo sabemos. Si tuviera que adivinar diría que es porque los bateadores han expandido su zona de strike de alguna forma, incluso cuando tienen la ventaja en el conteo, y por lo tanto los píchers sienten menos presión de entraer por la zona con una recta cuando necesitan un strike rápido en la cuenta. Imaginen a Kershaw lanzando una curva por fuera de la zona con la esperanza de que algún bateador ansioso haga swing, incluso estando detrás en el conteo.

De cualquier forma sigue siendo una suposición. Pero si combinas el cambio en oportunidad (disminución del 4.4 por ciento de lanzamientos en situaciones de desventaja en el conteo) con el cambio en comportamiento (disminución del 5.8 por ciento de bolas rápidas en la misma situación) desde el 2008, obtenemos una disminución del 5.4 por ciento de bolas rápidas lanzadas.

¿Es un resultado concluyente? No. ¿Interesante? Creo que sí. Las bolas rápidas que hacen falta no desaparecieron hacia la nada. Más bien están siendo remplazadas, como porcentaje de todos los lanzamientos ejecutados, por otros lanzamientos. Y los lanzamientos que no son rectas son más desgastantes de lanzar por la demanda biomecánica que muchos pitcheos rompientes generan en los brazos.

Con esto no afirmamos que el incremento en ponches esá vinculado con el incremento en el desgaste del brazo de Kershaw en particular, o de todos los lanzadores en general, o que genere un incremento en el riesgo de lesiones. Sólo destaco que el incremento en ponches está vinculado a la disminución en la cantidad de rectas lanzadas, aunque creo que hay bastante evidencia al respecto. En la temporada que apenas empieza, eso es algo que estoy monitoreando convencido de que son pequeñas tramas, parte de una historia mayor.

Los equipos de Grandes Ligas, plagados por lesiones en sus pitchers ases, están trabajando para entender mejor los elementos que se combinan para condicionar la salud de un lanzador. Los mecanismos expuestos aquí están lejos de ser absolutos —velocidad, lanzamientos de alto desgaste, y la carga de trabajo podrían ser factores— pero la mezcla en los pitcheos también es parte del tema. Este año, como ha sido a lo largo de la última década, dicha combinación de pitcheos está evolucionando y alejándose de la recta, optando por lanzamientos que, la igual que los brazos que las ejecutan, tienden a romperse.