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Silvia Barrera, inspectora de la Policía Nacional española (de donde sucedió el incidente) y jefa de la Unidad de Investigación Tecnológica, se muestra clara: no habría delito. "Las imágenes compartidas en redes sociales pasan a ser de alcance público y no podría incurrir en un delito en el ámbito de lo penal"."El código penal español —al igual que la mayoría en Occidente— protege la intimidad, pero en el momento en que formas parte de un grupo y compartes una imagen —aunque sea un grupo privado–– se entiende que ahí no puede haber delito porque no se establece una relación de intimidad. En un grupo puede haber cuatro, cinco o 20 personas", explica Barrera. Sin embargo, aunque no habría delito penal, sí se podrían reclamar los derechos de imagen y la víctima podría solicitar al administrador de la página su retirada inmediata.Si yo comparto un vídeo con mis seguidores, y solo con mis seguidores, ¿es denunciable lo que alguno de ellos pueda hacer después con él?
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Buscando información sobre el caso de esta mujer, llegamos a otro lugar aún peor: varios perfiles de VK, la red social rusa que imita a Facebook, y que en muchos casos sirve a modo contenedor de materiales y archivos de fuerte contenido pornográfico y sexista.Entre un buen montón de videos basura, nos encontramos precisamente con el del caso anterior, acompañado de un mar de comentarios que instaban a "encontrar a la puta esa" o "a darle lo que se merece". Y a ese video lo acompañaba otro y otro, y otro más, y decenas de fotos de mujeres… publicadas siempre por hombres. En cada uno ellos comentan, valoran y ponen nota. Pero por aquí no asoma ni una mujer, ni tampoco sabemos lo que piensan ellas (de sus propias fotos). Todo esto es el VK de España, un estercolero de mensajes machistas y cuerpos de mujeres."Casi todo lo que ves en esta página web [referente a aportar fotos sin consentimiento] es susceptible de constituir delito", me explica Carla Vall, abogada especializada en DD. HH. y cuestiones de género. Muchos de los posts de los usuarios no se limitan a publicar imágenes públicas ––de Instragam, Facebook u otras redes sociales–– sino que comparten imágenes íntimas sin el consentimiento de la víctima.Para Vall, incluso aquellas fotos extraídas de redes sociales tendrían alguna oportunidad de constituir delito en un juicio. "Hay que tener en cuenta el grado de exposición de la víctima. No es lo mismo ser muy cuidadoso en las redes sociales que ser un poco kamikaze. Si tu tienes tu Facebook cerrado o sigues unas dinámicas de protección de tu intimidad, eso se tendrá en cuenta a la hora de establecer una posible pena", enfatiza.
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