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Sexo

#FuckAFan es la nueva moda en el porno y sí, es exactamente lo que estás pensando

Gracias a las redes sociales, la distancia entre las estrellas del porno y los fans nunca ha sido tan corta.
Sasha Paige
Sasha Paige

En noviembre del año pasado, Roddy, un aficionado al fútbol y amante del porno confeso, llegó a un piso de Londres para tener una cita un poco diferente: era un encuentro íntimo con una de sus actrices porno favoritas. Roddy no había pagado por ello, al menos no específicamente, y no era un profesional yendo a un rodaje. Le habían invitado por una razón: había ganado un sorteo en línea.

En el mundo de la pornografía en internet, esta experiencia se llama #FuckAFan y normalmente funciona de la siguiente manera: un actor o actriz porno publica en una red social que está haciendo un sorteo y anima a sus seguidores a que compren boletos. El ganador puede acostarse con él o con ella y grabarlo.

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La idea de que los fans aparezcan en cintas porno no es nueva: busca esta idea o cualquiera de sus variantes en la página web adecuada y aparecerán un montón de vídeos en los que aparecen afortunados aficionados con sus estrellas favoritas. Un director estadounidense, Jim Powers, incluso grabó una película que se titulaba Fuck a Fan (Tírate a un fan) en 2009. Se hicieron quince secuelas.

Aunque las productoras hicieron lo posible para mantener viva la fantasía, basta con echar un vistazo a las películas para estropear la idea: a juzgar por sus atributos físicos, los hombres que aparecían en las películas de fans de Powers tenían tan poco de fans auténticos como la actriz principal de su película, La autoestopista, de desgraciada viajera que necesitaba que la llevaran.

Entonces, tras años de rumores, el concepto resurgió: en junio de 2018, la actriz de San Diego, Gaby Quinteros, anunció un sorteo #FuckAFan en Twitter. Los participantes tenían que suscribirse a la página web de Gaby para poder optar a ganar una rifa mensual. Desde entonces, varios actores y actrices estadounidenses han seguido sus pasos.

Ahora esta moda está empezando a ganar peso en el Reino Unido. Estos últimos meses, un pequeño grupo de estrellas de cine para adultos han empezado a hacer lo que ellos aseguran que son sorteos de verdad.


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Una actriz con la que hablé, que me pidió que no desvelara su nombre, me explicó cómo llevó a cabo su #FuckAFan de noviembre. Como acababa de entrar en el mundo del porno, buscaba conseguir seguidores y tenía curiosidad por ver cómo funcionaba: cobró 50 euros por boleto y limitó el sorteo a diez participantes. Contactó con los aspirantes por mensaje privado para decirles que tenían que demostrar que tenían buenas opiniones en Adultwork, una red social de acompañantes que funciona con un sistema parecido al de Airbnb en cuanto a la fiabilidad de las reseñas. Uno de los hombres que participó fue Roddy, con el que hablé por Twitter.

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“Fue genial ganar”, me dijo por mensaje privado. Me explicó que llevaba meses siguiendo a la actriz en redes sociales antes del concurso.

Me pasó un enlace a la cuenta de la actriz en OnlyFans (que es básicamente un Snapchat de pago en el que los seguidores reciben actualizaciones explícitas de sus artistas preferidos) donde pude ver un vídeo en el que ella le hace una mamada, aunque, a petición de Roddy, su cara no aparece en el vídeo.

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Ilustración: Esme Blegvad; Foto: Stas Vulkanov/ Alamy Stock Photo

Cuando le hice la pregunta obvia de si estaba nervioso por que le grabaran, las cosas se pusieron más interesantes. Resulta que no era la primera vez de Roddy delante de una cámara. De hecho, él se considera un actor aficionado. Sin embargo, insiste en que el sorteo no estaba amañado: pagó por participar y fue elegido al azar.

Puede que el hecho de que Roddy no encaje en la imagen de outsider fascinado que se ha convertido de repente en estrella del porno sea de esperar. Aunque las estrellas del porno de internet suelan tener legiones de seguidores, lo más probable es que solo a una pequeña minoría de esos fans le gustaría aparecer en cámara.

La semana pasada, Sasha Paige, una productora de porno de Mánchester que se define como “acompañante shemale”, hizo su primer sorteo, en el que ofrecía a sus fans la posibilidad de aparecer en un vídeo. Las condiciones para participar eran que estuvieran dispuestos a que les grabaran y a firmar un formulario de consentimiento. Si quieren permanecer en el anonimato, señala, pueden ponerse una máscara.

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Entonces, ¿ha pasado la ficción a ser realidad? ¿Existe de verdad #FuckAFan? Cuanto más investigo al respecto y más hablo con actores de Reino Unido y Estados Unidos, más convencido estoy de que sí existe. Pero hay que tener en cuenta una cosa. Todos los artistas con los que hablé tenían una cosa en común: no era la primera vez que cobraban por sexo.

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Sasha Paige

Tampoco es nada nuevo. Uno de los grandes cambios de la industria del cine para adultos ha sido que la línea entre el porno y el mundo de los acompañantes se ha difuminado gracias a las plataformas de internet que permiten a los artistas individuales conectar con sus clientes y conocerlos de una forma más fácil y segura que antes.

Parece que el acuerdo tácito que hay detrás de #FuckAFan es el siguiente: al entrar en los sorteos, los participantes tienen la oportunidad de conocer a sus artistas favoritos a un coste mucho más bajo, a cambio, los actores y actrices graban el encuentro (o al menos una parte) y lo usan con fines promocionales. Es una técnica que parece funcionar bastante bien.

“Creo que a mis fans les excitó bastante el vídeo en el que le chupo la polla”, me explicó la actriz que hizo el sorteo de Roddy. Dice que el vídeo ha suscitado mucho interés y que los fans esperan ansiosos el siguiente. Ha conseguido 5000 suscriptores más en un par de meses.

Respecto a los que no ganan, los artistas con los que hablé me dijeron que nadie se iba con las manos vacías: como mínimo tenían acceso a material nuevo a través de OnlyFans. Algunos de los que quedaron segundos incluso recibieron premios (por ejemplo, uno de los competidores de Roddy consiguió una bragas usadas de la actriz, un bien muy preciado para la gente a la que le gusta ese tipo de cosas).

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Sea cual sea la verdad. #FuckAFan es, cuando menos, un interesante estudio de caso sobre cómo internet ha cambiado la relación entre los actores y las actrices porno y los espectadores. Mientras en el pasado, las estrellas porno eran objeto de una distante fantasía, hoy en día los artistas de mayor éxito utilizan internet para comunicarse directamente con sus fans. Al igual que los vloggers o los influencers, su objetivo es crear un ambiente de confianza e intimidad y luego, siempre que sea posible, sacar dinero.

Y por lo que podemos ver, parece que funciona: dos artistas diferentes me dijeron que sus sorteos se agotan en días. Otros cuentan que amigos suyos de la industria han contactado con ellos para probar. Para los Roddy de este mundo, parece que las cosas se ponen interesantes.

@RobertJackman88