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Noche tensa en París: la ciudad llora en Notre Dame a las víctimas de los ataques

Rumores de nuevos atentados circularon durante el domingo sembrando el pánico entre los manifestantes y provocando estampidas masivas entre los asistentes. El estado de ánimo en la ciudad es mucho más tenso que el posterior a los ataques de Charlie...
Photo par Yoan Valat/EPA
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Las concentraciones masivas en el espacio público están oficialmente prohibidas en París hasta finales de esta semana en el marco del estado de emergencia declarado como consecuencia de los ataques terroristas del viernes que dejaron 129 personas muertas. Sin embargo, miles de personas se reunieron en la noche del domingo en la catedral de Notre Dame para homenajear a las víctimas y mostrar su solidaridad.

"El día después del ataque estaba tan asustado que no salí de casa. Pero sabía que esta noche era momento de salir al exterior y ser valiente", explica Patrick, una chico nacido en el Líbano de 25 años que estudia en París. "Espero llegar a ser un ciudadano francés algún día, y los ataques son terribles más allá de toda creencia. Venir aquí a llorar esta noche es una manera de entender lo que ha pasado".

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Para Natasha, una mujer parisina que estaba sentada en el interior de la Catedral para asistir a la ceremonia, la cita significó la primera oportunidad de mostrar solidaridad por los ataques. "Vine aquí para liberar el terror y el horror que he sentido estos días. Tenemos que estar juntos para salir de esto juntos".

(Imagen por Etienne Rouillon/VICE News)

Innumerables memoriales han surgido de forma espontánea por toda la ciudad, ya que mucha gente enciende continuamente velas, ofrece flores y deja mensajes — tanto de esperanza como de ira. La base del monumento en la Plaza de la República se ha convertido en un importante sitio conmemorativo. Pero sin dudas Notre Dame se ha tornado el más importante y la seguridad se ha intensificado con la presencia de números agentes de policía y oficiales militares que patrullan la zona y vigilan las entradas mientras las campanas de la iglesia repican en señal de duelo.

¿Por qué Estado Islámico ha atacado París? ¿Y qué pasará ahora? Leer más aquí.

Muchos parisinos dicen que el estado de ánimo actual en la ciudad es mucho más tenso que cuando sucedieron los ataques a Charlie Hebdo en enero cuando más de tres millones de personas marcharon por las calles junto a los líderes mundiales. Esta vez, el más mínimo atisbo de otra amenaza provoca un pánico generalizado. La persecución de los presuntos cómplices de los atentados del viernes sigue en curso.

A poco del comienzo de la ceremonia en Notre Dame, los rumores de explosiones y disparos cerca de la estación de metro de St. Paul comienzan a circular. La policía frena rápidamente la entrada de personas a la Catedral y muchas abandonan rápidamente el área. Resulta ser una falsa alarma. Más temprano durante el día, una multitud en la Plaza de la República había entrado en pánico y huyó después de escuchar el sonido de una bombilla que había reventado en un cercano restaurante.

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(Imagen por Etienne Rouillon/VICE News)

Por la tarde la emoción subió de intensidad otra vez cuando la policía detuvo a un hombre de Bangladesh que puso una bandera francesa en el monumento. Le exigieron su identificación y lo retuvieron durante varios minutos para interrogarlo. Una multitud rodeó la escena y la gente empezó a cantar a los policías para liberaran al joven. Finalmente lo hicieron, y la multitud aplaudió.

Una mujer, quién dijo llamarse Marie Elizabeth, corrió y abrazó al hombre una vez que fue liberado.

En imágenes: dramáticas escenas de los ataques terroristas en París. Leer más aquí.

"¡No se necesita una tarjeta de identidad para levantar la bandera francesa!", le dijo llorando la mujer. "¡Francia vive en los corazones de la gente, en los corazones de la humanidad!"

Por la tarde, un grupo de líderes musulmanes se reunieron para repudiar la violencia ejercida por los hombres que declararon lealtad a Estado islámico. Junto con el escritor judío Marek Halter, colocaron flores en el monumento cerca de la sala de conciertos Bataclan.

"Cualquier persona que utiliza el discurso del odio no tiene lugar en Francia, y esos lugares donde se predica el odio no son lugares de oración, son los de una secta", dijo Hassen Chalghoumi, imán de Drancy, dirigiéndose a la multitud. "Millones de personas son rehenes de estos bárbaros que están manchando el nombre del Islam y de los musulmanes".

"Es hora de decir no a esta barbarie".

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