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Tres importantes jueces de la Cámara Alta de Londres, en Reino Unido, han decidido que la primer ministro Theresa May tendrá que contar con la aprobación del parlamento antes de que se inicie el proceso para dejar la Unión Europea. Esa decisión retrasaría el Brexit, pero probablemente no lo detendrá.
La decisión, tomada ayer por la mañana, se suma a la especulación en los mercados sobre lo que pasará exactamente después del Brexit. Una de las consecuencias inmediatas del fallo es que la moneda británica se devaluó: ahora una libra esterlina vale 1,24 dólares.
Y aunque la decisión de los jueces ha sido vista como un triunfo para los británicos que votaron por permanecer dentro de la Unión Europea, la realidad es que el Brexit va a suceder, pero va a tomar más tiempo.
El gobierno ya ha dicho que apelará la decisión de la Cámara Alta de Londres y lo hará probablemente a principios de diciembre. Si la Suprema Corte no logra llegar a un veredicto, el caso tendrá que ser llevado ante la Corte de Justicia Europea.
Si la decisión de los tres jueces es confirmada, el gobierno tendrá que ganar la aprobación del parlamento para cualquier decisión relacionada al Brexit. Un proceso que podría demorar la salida de forma indefinida.
La primer ministro espera recurrir al artículo 50 del Tratado de Lisboa para el mes de marzo del siguiente año o incluso en diciembre de este año: este ordenamiento refiere que los términos de la salida de Reino Unido de la Unión Europea se deben negociar en un plazo máximo de dos años. Si la negociación toma más de 24 meses, entonces Reino Unido dependerá del apoyo de los 27 estados miembros de dicha comunidad política. En caso de que esto ocurra, es probable que los demás países voten para que Reino Unido no los abandone.
Algunos políticos han recibido con gusto la noticia. Kerry McCarthy, miembro del parlamento por el Partido Laborista dijo: "Somos una democracia parlamentaria y justo el parlamento del Reino Unido tiene algo que decir".
Otros han criticado fuertemente el fallo: "¿Cómo se atreven estos jueces activistas a intentar cambiar nuestra voluntad? Es una toma de poder y daña nuestra democracia", dijo Suzanne Evans, miembro del Partido de la Independencia del Reino Unido y candidata para liderarlo, quien además publicó en su cuenta de Twitter:
Article 50 is an EU trap we must not fall in to. It will tie us into the EU for years. The government must appeal. People power must win.
— Suzanne Evans (@SuzanneEvans1) 3 de noviembre de 2016
La administradora de inversiones establecida en Londres, Gina Miller, quien ha dirigido el caso legal contra el gobierno, pidió a la primera ministra May no apelar la decisión y en su lugar "presionar para avanzar y tener un debate adecuado en nuestro soberano parlamento".
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