FYI.

This story is over 5 years old.

Highlights

Miki la Ardilla, harto de tanta injusticia, invade el Campo 5 del US Open

La ardilla Miki vio cómo los humanos trataban a una pobre pelota amarilla y decidió que era momento de hacer justicia.

¿Conocéis a Miki la Ardilla? ¿No? Pues estáis de suerte, porque en VICE Sports os contamos su historia en exclusiva.

Érase una vez una ardilla que correteaba libre y feliz por los verdes bosques del parque Flushing Meadows-Corona de Queens, en Nueva York. De repente, llegaron un montón de humanos en masa y ocuparon unos edificios rarunos con pistas azules en el centro. Esos humanos hacían las cosas más extrañas que os podáis imaginar: una gran multitud se sentaban en gradas a ver cómo dos iban dándole raquetazos a una pobre pelotita amarilla. ¡Y de vez en cuando aplaudían! Inaudito.

Publicidad

Miki la Ardilla, un ser bello y curioso por naturaleza, no podía creerse lo que estaba viendo. Incapaz de presenciar tantísima injusticia para con la desgraciada pelota amarilla sin intervenir, el bueno de Miki decidió que era momento de detenerlo y saltó heroicamente a la pista azul.

"¡Basta ya, humanos!", gritó.

El problema es que Miki no dejaba de ser una ardilla, así que los humanos, en vez de sentirse intimidados, pusieron ojos de manga japonés y murmuraron un '¡oooh, qué monada!' colectivo. Miki no podía creerse que su triunfal entrada hubiese terminado de una forma tan poco honorable, así que decidió saltar a las gradas a darles su merecido a esos irrespetuosos humanos.

La pena es que, claro, seguía siendo una ardilla, así que sus capacidades ofensivas no eran las de un tigre de Bengala precisamente.

Como nota, el público aplaudió más a Miki que durante los partidos que se llevaban jugados en todo ese día.

Si queréis saber más sobre el bueno de Miki la Ardilla, en ESPN tienen el vídeo completo de su asalto al castillo. Apasionante.