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Comida

Es probable que la fruta esté arruinando tu dieta

Un reciente estudio arrojó resultados que pueden ser desalentadores para muchas personas. La fruta tiene lo que los científicos les gusta llamar “densidad nutricional”, o lo opuesto de las comidas calóricas vacías como las patatas fritas y el querido y...

¿Dios mío, queda algo en el mundo que sea sano de comer?

Seguro, todo el mundo sabe que la fruta está llena de azúcar. Es la golosina de la naturaleza. Pero con toda esa azúcar viene una enormidad de fibra y vitaminas que serían de otra forma muy caras; los carbohidratos simples se balancean con todas las otras cosas adentro de tu tupper de papaya y los atemorizantes mangos peludos del mercado de la esquina (realmente necesitan arreglar ese refrigerador). La fruta tiene lo que los científicos les gusta llamar "densidad nutricional", o lo opuesto de las comidas calóricas vacías como las patatas fritas y el querido y reconfortante alcohol.

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Pero dentro del azúcar de la fruta puede que haya un problema. Un reciente pero totalmente no definitivo estudio publicado en el periódico PNAS sugiere que la fructuosa – el azúcar que comúnmente se encuentra en la fruta – puede hacer que tengas más ganas de comer comidas decadentes.

Ahora, antes de que te alarmes al estilo de Food Babe , tienes que saber que la fructosa no es lo mismo que la jalea de maíz de alta fructuosa o HFCS. La jalea de maíz común que se compra en la tienda es típicamente hecha de glucosa; HFCS es jalea de maíz a la que le han convertido su glucosa en fructuosa – lo que sabe más dulce que la sacarosa o azúcar de mesa – con la ayuda de enzimas. HFCS es una forma simple de convertir un producto que ya es dulce e increíblemente barato en uno aún más dulce.

Pero volviendo al estudio. Los investigadores de la Universidad del Sur de California reclutaron a 24 voluntarios que tomaron una bebida sabor a cerezas endulzadas con fructosa un día y una endulzada con glucosa al siguiente. Luego, le mostraron imágenes de comidas de alto contenido calórico como pizza y hamburguesas y les pidieron que calificaran su hambre y deseo por estas comidas. También se les pidió que tomaran una decisión entre dos recompensas: el placer inmediato de la comida o que se les pagara con dinero otro día.

En pocas palabras, la fructuosa le dio hambre a la gente también. Luego de beber la bebida de fructuosa, tenías aún "más voluntad de renunciar al premio monetario para obtener la recompensa inmediata de comida con muchas calorías," según el estudio.

Sí, estaban dispuestos a rechazar una buena cantidad de efectivo a cambio del prospecto instantáneo de saborear una comida grasienta.

Ahora, como sucede con casi todos los estudios de nutrición, este llama a un poco a la contemplación. La fructuosa sola se encuentra raramente en bebidas o dulces; la mayoría de la gente la consume en frutas, la que generalmente tiene fibras que te ayudan a sentirte satisfecho o en jugos de fruta.

Hablando con la BBC, Priya Tew de la Asociación Dietética Británica elaboró: "La fructuosa en la fruta esta atada en la estructura celular de la fruta y el contenido fibroso enlentece el desprendimiento de la fructuosa en el torrente sanguíneo. La fruta también tiene un alto contenido de agua y lleva un tiempo para que lo mastiquemos y lo digiramos así que la fructuosa no se libera instantáneamente".

Así que no, no debes cambiar tu licuado por una taza de jarabe de maíz. Sólo ten en cuenta que el comer unas fresas no te da licencia nutricional para deglutirte una pizza entera de cuatro quesos también.