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Motherboard: Diez historias de ciencia ficción que predijeron el estado de vigilancia

Seguramente ninguno de ellos querrán decir “Se los dije”, pero… Bueno, ustedes conocen el resto.

Una gran historia de ciencia ficción no debe preocuparse por predecir avances tecnológicos, sino por explorar las fuerzas que dan lugar a la tecnología, y su efecto en la psicología del individuo y de las masas. Una gran obra de ciencia ficción también sabe ocultar el poder dominante, ya sea el de los gobiernos o las corporaciones, en personajes o grupos ficticios para satirizar y criticarlos. Las siguientes diez historias hacen una de estas dos cosas, y más.

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Sólo para dejar esto claro desde el comienzo: es casi seguro que una de tus historias de ciencia ficción favoritas sobre el estado de vigilancia quede fuera de esta lista. Y 1984 es un título que va implícito.

Los siguientes libros tocan de manera única el tema de la vigilancia sobre el pueblo. Algunos abordan el tema de frente, mientras que otros especulan sobre la recolección de inteligencia interpersonal, o consideran el tema de manera más oblicua. Mientras que otros destilan la vigilancia hasta su esencia: una sola cara de un sistema de control omnipresente, que procede desde la cima de la pirámide y llega hasta su base.

Roger Zelazny, Lord of Light

Los humanos han pasado una generación en una nave, Star of India, hasta llegar a un planeta similar a la Tierra. Equipados con tecnología muy avanzada, se yerguen cual dioses del panteón hindú. Anticipando el interés de William Gibson en los implantes y otro tipo de modificaciones, los humanos han alterado sus mentes y sus cuerpos. También dominan el arte de la transferencia mental; la capacidad para migrar, tecnológicamente, su mente a un nuevo cuerpo.

Pero hay un problema: la élite de burócratas religiosos analizan el karma individual escaneando las mentes para determinar el nuevo cuerpo del alma. Es un tipo de vigilancia aterradora y existencial. Pero Sam (una especie de Buda y miembro original de la nave Star of India) llega para iluminar y dar tecnología a las masas.

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John Brunner, Shockwave Rider

John Brunner es quizá el menos conocido de estos autores, pero es un escritor esencial e innovador en muchos sentidos. De hecho, me duele compartirlo, y en momentos quiero mantener su trabajo en secreto, sólo para mí y los devotos de Brunner. Brunner hizo ruido por primera vez en 1968 con su obra maestra de ficción especulativa, ganadora de un Hugo, Todos en Zanzíbar, una novela que explora, entre otras cosas, el futuro de las tecnologías, el terrorismo, el corporativismo, la religión radical, la sobrepoblación, la ingeniería genética y, el pasatiempo favorito de Occidente, la construcción del estado.

Siguió por esta misma línea en 1969 con Órbita inestable, una novela de ficción distópica sobre tecnología y problemas raciales en el oeste de Estados Unidos. Después, Brunner publicó su fantástico The Sheep Look Up, que se extiende por temas diversos como Zanzíbar, pero que mantiene un enfoque temático más estricto sobre la futura devastación ambientaly la respuesta radical a la misma. Con Shockwave Rider (1975), Brunner cerró su tetralogía distópica, protociberpunk.

Shockwave Rider sigue a un tal Nick Haflinger, quien formó parte del programa del gobierno Tarnover, el cual entrena a niños dotados para impulsar los intereses del estado. Haflinger, con un don para el mundo de la información, escapa para convertirse en un fugitivo del gobierno como un hacker capaz de adoptar distintas personalidades.

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En su huida, roba un código de identificación personal creado para personas que quieren vivir fuera de una vasta red de vigilancia. Y, como Julian Assange  y Edward Snowden, Haflinger tiene la intención de filtrar los secretos del estado con un virus de computadora autorreplicante, llamado "gusano" en la novela. Una especie de servicio protoTor llamado Asistente Auditivo también está presente en Shockwave Rider.

Alfred Bester, El hombre demolido

Otro novelista protociberpunk o, mejor dicho, un centinela de la Nueva Ola de ciencia ficción, Alfred Bester es conocido por sus novelas Las estrellas, mi destino y El hombre demolido. Esta última se desarrolla en el siglo XXIV, en un mundo donde los telépatas, o "Espers" como se les conoce en la novela, ocupan diferentes estratos sociales.

Están clasificados según su poder. Los Clase 3 pueden escuchar pensamientos en tiempo real. Los Clase 2 pueden penetrar o leer pensamientos profundos, y los Clase 1 (los más poderosos) pueden hacer todo lo anterior, así como entender la manera de pensar, las motivaciones y las necesidades de las personas antes de que hagan algo. Digamos que es una forma superhumana de minar datos.

Obviamente, los Clase 1 ocupan los estratos más altos de la sociedad, desde presidentes de empresas hasta líderes gubernamentales y profesionales médicos, etc. Bester no buscaba escribir una alegoría antivigilancia, pero sin duda vale la pena leer este libro en vista de las violaciones actuales que se sufren a la privacidad en internet.

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Yevgeny Zamiatin, Nosotros

Nosotros fue la plantilla especulativa de Aldous Huxley para Un mundo feliz y 1984 de George Orwell. El ADN de la novela se encuentra en toda ficción especulativa moderna. Yevgeny Zamiatin, un ruso que vivió exiliado del control soviético, alcanzó un nivel de literatura poética sublime con Nosotros.

En su libro, Zamiatin cuenta la historia de D-503, ingeniero en jefe de la nave espacial Integral, y su vida en One State. La Oficina de Guardianes (la policía secreta de One State) vigila a todos sus ciudadanos a través de pisos de vidrio transparente. Todo se puede observar. Todo el mundo, a su vez puede, puede ser un observador.

Aunque el mecanismo de vigilancia de Zamiatin podrá parecer primitivo o incluso risible en esta época tecnológica e hiperconectada, nuestro uso de dispositivos móviles y computadoras conectadas a internet crea un panóptico tan transparente como las casas de cristal en One State.

William S. Burroughs, Trilogía Nova

Derivar la trama o tramas secundarias en el trabajo de William S. Burroughses un proceso agotador. Pero, en el fondo, gran parte del trabajo de Burroughs es ciencia ficción, y está profundamente inspirado en novelas de espionaje. En su Trilogía Nova (La máquina blanda, El ticket que explotó y Nova Express) Burroughs alcanzó el apogeo de la incomprensibilidad. Con Burroughs, igual que con Thomas Pynchon, es mejor dejar que las palabras y las ideas caigan sobre ti.

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Fue con su Trilogía Nova que Burroughs (a menudo llamado el padre fundador del ciberpunk y el ciberespacio) transmitió una de sus grandes ideas: el Reality Studio. Aunque no trata estrictamente sobre la vigilancia, la trilogía habla sobre los sistemas de control; múltiples sistemas. El objetivo es luchar contra los maestros detrás de ellos, quienes conocen nuestros pensamientos y los programan, y retomar así el Reality Studio.

Grant Morrison, Los Invisibles

El escritor Grant Morrison podría ser descrito como el William S. Burroughs o Robert Anton Wilson de los cómics. Su trabajo aborda el tema de lo oculto, el discordianismo, los psicodélicos y los sistemas de control tecnológicos, así como la paranoia. Los Invisibles sigue a un grupo de radicales anarquistas (está bien, "terroristas") denominado El Colegio Invisible en su lucha por los Arcontes de la Iglesia Exterior, los amos extraterrestres de la humanidad. La Iglesia Exterior vigila a la Tierra y está comprometida con la ingeniería social. No necesitan del internet para vigilar y moldear el mundo a su gusto.

Morrison no usa Los Invisibles para confrontar de frente al estado de vigilancia. No necesita hacerlo; la Iglesia Exterior representa un sistema de control aún más poderoso de lo que el internet podría dar a los gobiernos. Los alienígenas psiónicos nos están observando.

Neal Stephenson, "Spew"

Escrita en 1994 y publicada en Wired, SPEWde Neal Stephenson es puro ciberpunk. O, mejor dicho, la versión de Stephenson del ciberpunk. Escrita en forma epistolar, el personaje Stark, un Profile Auditor (un investigador de mercado), se comunica con una hacker capaz de navegar por el SPEW libremente. El SPEW es como la mezcla del internet con todas las otras formas de agregación de datos en un flujo megalítico.

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El SPEW (que cuenta con un sistema de realidad virtual para visualizar su flujo de datos, el Demosphere) cuenta con una puerta trasera que permite la vigilancia de las empresas y el estado. Stark es una pieza más en este mundo de vigilancia.

"Los Profile Auditors pueden hacer esto porque la seguridad de los datos en el Spew es un chiste", escribe Stark. "El gobierno lo hizo así deliberadamente para que ellos, nosotros, y cualquiera con una tarjeta de Radio Shack y un diploma pudiera espiar a todos los demás”.

¿Ecos de nuestro mundo actual?

JG Ballard, Super-Cannes

El autor de la nueva ola de ciencia ficción británica, JG Ballard, siempre tuvo una fascinación por las comunidades aisladas; cerradas. El paisaje surrealista y psicogeográfico, que más tarde se conocería como "ballardiano" aparece en su forma temprana en Vermilion Sands, su colección de cuentos, y en obras posteriores como Rascacielos.

Esta arquitectura del espacio y la mente llega a su cima con Super-Cannes. La novela está ambientada en Eden-Olyimpia, un parque empresarial de alta tecnología cerca de la Riviera Francesa, un lugar donde las élites capitalistas se dedican al trabajo y la excelencia, bajo la mirada atenta de las cámaras de vigilancia y un equipo de seguridad privada.

¿Un microcosmos de nuestro mundo actual?

Robert Sheckley, "Watchbird"

Si hay una historia que predijo el ojo omnipresente de los drones, fue “Watchbird", de Robert Sheckley La historia comienza con una reunión entre siete fabricantes de "watchbird". Acaban de descubrir que el presidente de Estados Unidos ha segmentado al país en siete zonas watchbird, y cada empresa tendrá su propio monopolio. Cada ciudad y pueblo dentro de estas zonas estará equipado con watchbirds para prevenir asesinatos. El problema es que tienen la capacidad de volverse pseudoconscientes, lo que hace que uno de los fabricantes de watchbirds cuestione el proceso.

La presciencia de Shockley es impresionante. EU es casi como el mundo en "Watchbird", con diversos fabricantes de aviones no tripulados compitiendo por alzar el vuelo en fronteras y ciudades.

Stanislaw Lem, Memorias encontradas en una bañera

Esta no es tanto una novela sobre la vigilancia, como una sátira sobre la paranoia que los estados de vigilancia experimentan. Ocurre en el tercer Pentágono, construido en una montaña. Aquí no hay masas. Nadie a quien Big Brother pueda observar además de los burócratas mismos en el Pentágono. Muchos de los funcionarios en la novela de Lem podrían ser espías, agentes dobles o incluso agentes triples.

Este libro está en la lista porque pone al descubierto la verdad sobre el espionaje y la vigilancia: una vez que se convierte en un principio fundamental de cualquier sociedad, los vigilantes (y todos los demás) caen en un mundo del otro lado del espejo con una paranoia agobiante, absurda y, ultimadamente, falsa; un lugar donde todos son el enemigo y nadie está a salvo.