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Música

Despidiendo a George Michael: Un ícono queer que vivió bajo sus propios terminos

Por momentos polémico y siempre real. Su música fue un escudo, un santuario y un mapa para los más aislados.

En 1998, estaba sentado en una clase de arte en el bachillerato de un pueblo al sur de Francia pintando algunas figuras abstractas con acuarelas mientras hablaba con mi mejor amigo sobre lo que realmente importaba en nuestra existencia a los 13 años: MTV. Eramos unos adictos a los videos musicales y en un día normal, salíamos corriendo del colegio a nuestras casas, nos llamábamos al teléfono y comentábamos todo lo que se nos ocurría de los clips que estaban en rotación en esas tardes, teniendo discusiones airadas sobre la nueva coreografía de Janet Jackson o la validez de las inclinaciones religiosas de Madonna. Obviamente ambos eramos gay, aunque, como la mayoría de los pre adolescentes, no eramos lo emocionalmente maduros para darnos cuenta. Ese día, recuerdo muy bien que estábamos hablando del video de Marilyn Manson para "The Dope Show", uno de los grandes pilares en nuestros intentos para diferenciarnos de la gente de nuestra generación. Una de nuestras compañeras de clase nos escuchó diseccionando cada detalle de la coraza de alien y los lentes de contacto rojo sangre de Marilyn y con un movimiento de su brocha comentó: "Claro, eso suena muy loco pero no es nada comparado con George Michael".

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Esto fue poco tiempo después del lanzamiento de "Outisde", la respuesta de George Michael a su arresto de principio de año por el famoso incidente en un baño público en Beverly Hills. Nunca olvidaré lo que esa niña nos dijo porque me enseñó una lección muy valiosa: para la mayoría de gente heterosexual, el hecho de simplemente ser gay en el mundo real es mucho más extraño que pretender ser un alien gótico hipersexualizado de otro mundo.  No necesito tratar y hacer de mí algo diferente, la naturaleza y la sociedad ya hicieron ese trabajo y mi nueva realidad será navegar por un mundo donde mi forma innata de ser será, en el mejor de los casos, una fuente de curiosidad. Por lo menos así era como me sentía en ese entonces, cuando la sexualidad era como la esquina de un cofre del tesoro, sacando la cabeza de la suciedad de mi pubertad.

Poco después "Outside" se convirtió en un tipo de himno en mi vida. Todavía puedo recordar casi todos los encuadres del video y desarrollé un tipo de respuesta Pavloviana al beat pulsante de la canción. Palmas sudando, el corazón subiendo su ritmo, me sentaba al frente del televisor y devoraba cada mirada exagerada y sucia al mundo gay que George me daba y se proyectaba directamente a la sala de mi casa. Orinales sucios se transformaban en cálices brillantes de deseo. Dos fisicoculturistas con cara de rudos se agarraban a besos en el cuarto de lockers de un gimnasio. Parejas gay y hetero se entrelazaban las manos en las calles, tanto con jubilo como con recelo de sus propias perversiones. Y presidiendo todo esto y en un traje de policía bien apretado, George Michael meneaba las caderas y lamía sus labios en lo que fácilmente podría haber sido ese baño en el que fue arrestado apenas unos meses antes. Era revolucionario y yo estaba fascinado.

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Solo un pop star con el inmenso talento y carisma de George Michael hubiera sido capaz de no solo haber salido bien parado de un escándalo como ese, sino de haber convertido las repercusiones en un disco # 1 en todos los listados. Hoy en día parece absolutamente increíble que no hubiera salido del closet oficialmente hasta lo del baño en el '98 y es que ya llevaba 15 años en el Olimpo de los cantantes más famosos del mundo. Claro que ya existían muchos rumores desde el auge de Wham! y como muchas celebridades de ese entonces, sus sexualidad estaba relegada en el ojo público al estatus de "secreto a voces" o tal vez, simplemente era más fácil pasar por la llena de plumas década de los ochenta, cuando la androginia masculina y los hombres fabulosos arreglados con maquillaje estaban de moda. Ya sea bailando en una camiseta de Katharine Hamnett con "Wake Me Up Before You Go-Go" o bronceado y con un speedo miniatura blanco escuchando "Club Tropicana", George Michael puso un toque de sexualidad queer en el mainstream, mucho más aterrizada y accesible que algunas de las más teatrales (no por ello menos validas) presentaciones de esa era, sin importar que él se hubiera dado cuenta de eso o no.

"Outside" era el sencillo principal de aquella compilación de grandes éxitos Ladies and Gentleman, que saboreé por horas apenas se publicó. Antes había sido muy joven para poder apreciar completamente el fenómeno de George Michael la primera vez que lo escuché y me había atrapado con su coraje como intérprete y pop star. "Faith" se mantiene como una de las grandes invenciones en la historia de la música popular y su completo compromiso con su singularidad, es lo que separó a George de todos los demás y en todos los niveles a lo largo de su carrera. ¿Era escandaloso? Absolutamente. Pero como casi todo desde su voz cargada de soul hasta sus incursiones en los tabloides, era real.

Siendo completamente honestos, una vez que crecí y me sentía un poco más ubicado en mi propio entendimiento de la sexualidad, hubo un periodo en el que la ubicuidad de George Michael en la prensa de chismes me llevó a pensar que estaba manchando su propio legado. Su comportamiento tomó un camino hacia la destrucción personal y creo que hizo sufrir al pequeño adolescente gay dentro de mí al ver a uno de mis ídolos al borde del abismo y sin ganas de mejorar (un pensamiento que me puso a reflexionar sobre mi entendimiento adulto a las adicciones y la salud mental). Quería preservar mi amor por George en los colores pastel y las luces de neon de Wham! y la sensualidad de una lengua recorriendo un cachete de "Outside" o "I Want Your Sex". Ahora, habiendo pasado por mis propias experiencias, me doy cuenta de la deuda que tengo con su completo rechazo hacia lo socialmente aceptable, su manera de actuar queer tan radical y su negativa a moderar su sexualidad sin importar los niveles absurdos de escrutinio público que eso le provocaba. En un tweet del 2011, compartió valientemente y en mayúsculas: ¡NUNCA HE NI VOY A DISCULPARME POR MI VIDA SEXUAL! ¡EL SEXO GAY ES NATURAL, EL SEXO GAY ES BUENO! ¡NO TODOS LO HACEN PERO….. HA HA! Ahora me apropio de esas palabras pensando en ese niño en esa clase de artes usando la música de George Michael como un escudo, un santuario, un mapa. George no fue siempre el icono gay que hubiéramos querido pero por dios, era el icono gay que nos merecíamos.

Imagen por Kypros via Getty Images.

Cameron Cook es un escritor basado en Berlin. Síguelo en Twitter.