Si alguien ha estado flotando en un tanque de aislamiento últimamente, le informamos de que el Papa Benedicto XVI lleva 2 días en Madrid predicando "radicalidad cristiana" ante el actual "eclipse de Dios" entre miles de peregrinos mochileros llegados de todo el mundo. El miércoles pasado un porrón de organizaciones sociales y laicas, con el apoyo de los "indignados", organizaron una mani bajo el slogan "De mis impuestos, al Papa cero". Esperanza Aguirre les llamó "provocadores", el arzobispo de Toledo "paletos", y el portavoz de la Conferencia Episcopal subió la apuesta a "parásitos". Aquello fue como una gran bacanal llena de humor blasfemo, los lateros hicieron su agosto y todo estuvo más o menos bajo control hasta que hacia la noche peregrinos y manifestantes coincidieron en la Plaza del Sol. Los peregrinos cantaban, rezaban y juraría que algunos corearon “Soy adicto a Benedicto” a lo que los manifestantes gritaban “¡Pederasta!”, “Menos crucifijo y más trabajo fijo” y “Esa mochila te la he pagado yo”. En fin, el ambiente se fue tensando y, hacia las 22 h, la policía decidió sacar a los peregrinos de la plaza. Una vez estos estuvieron a salvo, cargaron contra las hordas laicistas. Muy entretenido todo.
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¿Slayer contra Megadeth? No, para los manifestantes el verdadero Clash Of The Titans enfrenta a un señor de 94 años contra otro de 75. Hagan sus apuestas.
La esperanza es lo último que se pierde.
Premio a la pancarta más sosa de la jornada. Otra decía: “Benedicto farsante, si Jesús viviese iría a Somalia".
Algunos fachas no dejaron escapar la oportunidad de sacar a paseo la bandera con el pollo.
Espero que Dios entienda lo que quiere decir esta pancarta. Porque yo no.
No todo fueron malas vibraciones. Este tío nos contó que quería llevar a los jóvenes católicos de copas por su barrio.
Algunos gays han desarrollado una extraña parafilia con todo lo que huela a Vaticano.
Un peregrino australiano nos mira con infinita ternura.
Esta fan del Papa y Caja Madrid se preguntaba antes las cámaras por qué demonios se había convocado esta manifestación justo cuando el Sumo Pontífice estaba en Madrid. Todo un enigma, sí.
El cordón policial separa los dos bandos al paso de la mani por Plaza del Sol. De cara a los manifestantes, que son los que siempre la lían.
Este señor gritaba "¡La Iglesia siempre es un lastre para la evolución!". Copérnico hubiese estado de acuerdo.
Rezar ayuda a rebajar tensiones.
Gritar “laicos de mierda” y “drogadictos” también.
Pero no hay nada más efectivo que llorar por las almas de los infieles…
…y salir corriendo como alma que lleva el diablo cuando las cosas se ponen feas.
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¿Son las 10 ya? Pues que empiecen los palos.
La llevan a un sitio más tranquilo para aclararle eso de que España es un estado aconfesional.
Un agente explicando a los “indignados” por qué es más sano y seguro ir a dormir pronto.
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