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Rio 2016

¿Hay sitio para la capoeira en los Juegos Olímpicos?

Incluso en Brasil, su país natal, los practicantes de capoeira aún deben combatir la ignorancia de sus compatriotas... e incluso el racismo de algunos sectores. ¿Podría caber esta mezcla entre danza y arte marcial en los Juegos Olímpicos?
Photo by Ali Haider/EPA

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De pequeño solía pasar mucho tiempo en la calle, pero cuando descubrió la capoeira, eso cambió. Joselio Lima de Oliveira es un maestro de capoeira de Luta Pela Paz (en portugués, "lucha por la paz"), una organización no gubernamental que tiene el propósito de ayudar a los jóvenes a través de las artes marciales en la violenta favela Maré de Río de Janeiro.

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En el salón principal del edificio de la organización, un grupo de jóvenes acaba de terminar una sesión de entrenamiento de esta cautivadora mezcla de baile, música y artes marciales tan característica de Brasil. "Se lo debo todo a la capoeira", dice Lima.

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Antes de emerger en el Brasil colonial y de convertirse en un símbolo clandestino de identidad, la capoeira nació en África. Era un método de defensa personal usado por los esclavos africanos, que lo practicaban a escondidas en los cultivos de caña de azúcar al noreste del país. Desde entonces, este deporte se ha convertido en un símbolo, no sólo de la cultura brasileña, sino también en un emblema de la herencia africana del país y de la comunidad afro-brasileña.

Con los Juegos Olímpicos de Río a la vuelta de la esquina, muchos aficionados de la capoeira creen que este deporte se merece tener más audiencia y no renuncian a que sea un futuro evento olímpico. "Al igual que otros deportes, la capoeira se merece una oportunidad para mostrar su riqueza", asegura Lima.

Genilson do Nascimento, un alumno de Lima de 18 años, está de acuerdo. Genilson afirma que "sería algo maneira [emocionante] que la capoeira estuviera en los Juegos". Genilson cree que sería una forma de mostrar el arte de la capoeira no solo a los extranjeros, sino también a los brasileños: según el entusiasta aprendiz, "hay mucha gente que no sabe lo grandioso que es este deporte".

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Capoeira en las calles de Sao Paulo. Foto de Marius Becker, EPA

Sin embargo, no todos los capoeiristas están a favor de que sea deporte olímpico, y las opiniones varían dependiendo de la forma de capoeira que se practica: la regional o la angola. Celio Luis de Paula Gomes, un mestre de Río de Janeiro, explica que "la regional está más basada en la lucha, y los que lo practican están de acuerdo con la idea de que esté en las Olimpiadas; en cambio, los practicantes más conservadores de la angola, un estilo más puro, están en contra".

"Si se hace olímpica, se acabaría la tradición de la capoeira como tal", prosigue De Paula. La capoeira, para muchos, no es una disciplina deportiva al uso, porque no necesita árbitros y no hay ni ganadores ni perdedores. "No lo necesitamos. ¿Que pasaría si lo fuese? ¿Tendría que quitarme mis rastas, o ponerme un casco?", se pregunta el mestre, mitad en broma mitad en serio.

A parte de tener que convencer el Comité Olímpico, la capoeira se enfrenta al desafío de conseguir el respeto dentro de su propio país, Brasil. Esta disciplina, que tiene cerca de un siglo de antigüedad, fue una valiosa arma para las comunidades de esclavos —conocidas como quilombos— que escapaban del país antes de la abolición de la esclavitud en 1888.

Practicantes de capoeira en las calles de São Paulo, en Brasil. Foto de Mariana Bazo, Reuters

Actualmente, la industria turística de Brasil utiliza la capoeira como atracción para los visitantes, pero el día a día para muchos de los practicantes de este deporte no es tan bonito como lo pintan —especialmente en un país tan golpeado por la desigualdad racial y social.

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Según la unidad gubernamental de estadística del país sudamericano, los ingresos de los brasileños negros son un 33% menores que los sueldos de los brasileños blancos. El año pasado, un estudio de Amnistía Internacional estableció que el 77% de las víctimas de asesinato entre 15 y 29 años habían sido personas negras.

"La capoeira es parte de la historia de Brasil, es uno de los pilares de su cultura y parte de la identidad afrobrasileña. Nos brinda fortaleza y nos recuerda nuestras raíces africanas. Brasil tiene una gran deuda con África", doce Gomes. En Brasil, sin embargo, no se valora la capoeira. Algunos de los amigos de Gomes viven en Nueva York de dar clases de capoeira, pero cuando vuelven a Brasil tienen que lavar coches para sobrevivir.

"Mucha gente cree que la capoeira es macumba", dice Joselio Lima, el mestre de Maré, refiriéndose al término genérico para las religiones afrobrasileñas. Lima se queja que a veces tiene que explicarles a los padres de sus estudiantes que no se trata de religión, sino de una actividad física y cultural.

Más practicantes de capoeira, pero esta vez en las calles de París, en Francia. Imagen vía usuario de Flickr Japrea

A pesar de que los devotos de la capoeira esperan que los Juegos Olímpicos sean la plataforma perfecta para dar a conocer definitivamente su deporte, ni una sola asociación brasileña o internacional ha realizado, hasta el momento, una propuesta formal para su inclusión en las Olimpiadas. Para hacer esto se necesita una federación internacional, cosa que según el portavoz del COI no existe aún.

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Debe existir un acuerdo entre las diferentes confederaciones, como la de ju-jitsu o la del judo

Joselio Lima, mestre de capoeira

El año pasado, sin embargo, se hizo un esfuerzo para hacer de la capoeira un deporte olímpico de exhibición. El Institute of Racial Advocacy (IARA), una organización sin ánimo de lucro que apoya los derechos legales de la comunidad afrobrasileña, quiso que la capoeira tuviera protagonismo para asegurar la participación de los descendientes africanos e indígenas brasileños en la cita.

"La capoeira, que ya ha sido reconocida como una herencia cultural a nivel global, es un recuerdo de nuestras raíces africanas, de nuestros ancestros. En el Mundial no se habló de esto. No hubo capoeira, ni samba, no hubo gente de color en las gradas", se queja Humberto Adami Santos Jr., uno de los abogados detrás de la petición.

La Corte Supremade Brasil, sin embargo, falló en contra de la iniciativa y argumentó que las autoridades brasileñas no tenían el poder para incluir un deporte en los Juegos Olímpicos.

Los practicantes de capoeira tendrán que esperar para que su deporte sea incluido en unos JJOO. Lima, como muchos otros, seguirá luchando para acabar con la mala fama de la capoeira y difundir su realidad por todo el mundo.

"Las Olimpiadas podrían enseñar qué es la capoeira no solo a los extranjeros, sino también a los brasileños", afirma Lima. "No obstante, mientras no se logre el reconocimiento… bueno, ¡no quedará más remedio que seguir trabajando!".

_El autor no es _precisamente_ un gran maestro de la capoeira, pero en Twitter dice cosas interesantes: @seeadarkness_