Convertimos los esquites en ensalada para que tu lunes sea saludable y rico

Es lunes. Todos queremos comer sano y por eso en vez de ir al puesto de tacos donde el taquero te pregunta "¿los de siempre?" en cuanto te ve, seguramente quieres ir a comer una ensalada. Sin embargo, es muy fácil arruinar una ensalada: puedes irte al extremo tratando de darle sabor y terminas con una hoja de lechuga nadando en un caldo de aderezo grasoso, o terminas con un montón de espinacas secas que te hacen sentir como vaca pastando.

Para evitar esa terrible pena, experimentamos un poco en la cocina. Aquí te dejamos tres recetas de ensaladas deliciosas, dos de ellas inspiradas en antojos de la cocina callejera mexicana. ¡Buen provecho!

La primera es una ensalada picante de pepino estilo taiwanés. El proceso es sencillo: aplastar con cuidado los pepinos para que absorban mejor la salsa picante de ajo, vinagre, aceite de chile y de ajonjolí. Es fresca y a prueba de idiotas (quizás quieras compartirla con la tía que siempre lleva su ensalada de coditos horrenda).

Tal vez esta ensalada sea demasiado saludable, pero no te preocupes, entre nuestras favoritas está la "ensalada de esquites" —los esquites son un clásico de la comida callejera mexicana, se trata de un caldo de elote tierno con epazote, servido con mayonesa, queso Cotija, limón y chile piquín—, que traerá el sabor callejero a la fiesta casera.

Primero hay que asar el maíz con todo y cáscara, luego desgranar la mazorca y mezclar los granos asados con queso Cotija, cilantro fresco, menta fresca y pepitas caramelizadas. Al final, baña todo con aderezo de comino. No es necesario que te ensucies los dedos ni que chupes los restos de aderezo que quedaron en ellos.

Bien, hasta ahora hemos sido decentes y hemos usado tenedor en estas ensaladas. Sin embargo, no nos olvidamos de la fruta en palito, sazonada con salsa o chile en polvo. Es una botana clásica de América Latina —en México son muy populares las jicaletas—.

Esta es nuestra versión con sandía. Para darle un poco de sofisticación, reemplazamos el Tajín —mezcla de chile piquín en polvo con sal y limón— por una mezcla casera de sumac, pimienta de Aleppo y sal ahumada. Además, hicimos una salsa picante y agridulce con piña, chiles guajillo y chipotle, y cacahuates caramelizados. Aquí sí es necesario que te chupes los dedos, que seguramente quedarán pegajosos.

Listo. Tal vez quieras agregar estas ensaladas a tu lista personal de amores culinarios. Y tal vez, solo tal vez, quieras decirle a tu taquero de confianza que no te verá mucho estos días.