Sigue a VICE Sports en Facebook para descubrir qué hay más allá del juego:En 1939, mientras Europa hacía los últimos preparativos para la guerra, el joven fotógrafo Robert Capa fue el encargado de documentar diversas etapas del Tour de Francia para la histórica revista Paris Match. La última edición del Tour antes del conflicto estuvo dominado por las tensiones, ya que Italia, Alemania y España se negaron a enviar equipos a la ronda gala.
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Ese contexto político no impidió a Capa cumplir con brillantez su misión: el fotógrafo capturó imágenes que mostraron el sufrimiento de los ciclistas, la alegría de los aficionados y la dedicación del personal médico que trabajó durante toda la carrera.El Tour fue suspendido hasta 1947 debido a la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces, muchos otros miembros de la agencia Magnum conocieron un éxito similar al de Capa inmortalizando momentos clave del paso de la carrera. Algunos lo hicieron por pasión por el ciclismo, otros por curiosidad… y la mayoría porque se lo habían encargado a pesar de que no tenían demasiada idea de ciclismo.Más ciclismo: La banda de la Covatilla, la historia de traición más rocambolesca de la Vuelta
A pesar de estas circunstancias, la inmensa mayoría de ellos triunfaron. Es el caso del fotógrafo belga Harry Gruyaert, que destacó la amabilidad de los espectadores en el Tour de 1982: "Fue increíble tener acceso a todas estas personas, me dejaban entrar hasta en la cocina. Los aficionados solían preparar comidas campestres para esperar el paso de los ciclistas y era una especie de fiesta. Para mí fue tan interesante como la misma carrera".En abril de 2016 se presentó el libro de Magnum sobre ciclismo, que contenía el trabajo de los fotógrafos que habían seguido el Tour de Francia —y también otras pruebas— para la agencia.