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FIGHTLAND

La última victoria de Gleison Tibau ahora es una derrota

Junto con una suspensión de dos años, el castigo que recibió el peso ligero de UFC involucra cambiar por completo los resultados.
Photo by Jeff Bottari/Zuffa LLC

Hace once meses escribí sobre la razón por la que los peleadores que resultaran positivos por drogas para mejorar el rendimiento deberían terminar con derrotas por descalificación. Fue una idea que se propuso en el simposio de la Comisión Atlética del Estado de Nevada y sí, es una cosa extraña. En lugar de darles un no-contest, este concepto contradice las leyes de los deportes de combate y le da la victoria al peleador que fue derrotado, tal vez de manera decisiva.

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Pero el dopaje tiene una complexión que es muy diferente de los errores simultáneos que producen los no-contest. Y si todos coincidimos que los atletas son responsables por lo que se toman, el uso de las drogas para mejorar el rendimiento no puede ser considerado accidente: tiene intención por lo que se pone a la par de los golpes a la ingle, mordidas, piquetes de ojo y otras faltas que dan pie a la descalificación. Con eso en mente, las victorias que se cambian debido a un análisis positivo merecen convertirse en derrotas.

Ayer, la idea se puso en práctica. La Agencia Antidoping de los Estados Unidos anunció que el peso ligero de UFC; Gleison Tibau fue suspendido de las competencias durante dos años después de un par de resultados positivos por dopaje la noche de su última pelea contra Abel Trujillo en Sao Paulo, Brasil. Tibau dio positivo por eritropoyetina, mejor conocida como EPO, una hormona que mejora la producción de glóbulos rojos prohibida por la política anti-doping de UFC y es el segundo peleador sancionado de manera oficial desde que se inició la asociación de UFC con la Agencia en julio del año pasado. (El otro peleador sancionado fue Mirko "Cro-Cop" Filipovic, quien admitió usar hormona de crecimiento fuera del periodo de competencia). Además, según la política de la Comisión Atlética Brasileña de MMA (CABMMA), Tibau de 32 años—uno de los peleadores que ha estado durante más tiempo en UFC—es el primer atleta bajo el programa en recibir una derrota por descalificación.

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Esa distinción es aún más ambigua que la naturaleza de la victoria original de Tibau. Si, dominó a Trujillo desde el inicio, superándolo con grappling en camino a asegurar un mataleón a menos de dos minutos del primer round, pero el réfero Keith Peterson cometió el error de parar la pelea incluso cuando Trujillo estaba lejos de perder el conocimiento y nunca pareció rendirse; incluso Tibau dijo que su oponente no tapeó. Fue una mala jugada por parte del oficial y Trujillo estaba a punto de apelar por la derrota por sumisión fantasma—que, debido a las anteriores apelaciones similares a la comisión brasileña, pudo no ser útil—antes de que la agencia anunciara la suspensión provisional de Tibau.

Tibau defendió su inocencia, pero este martes, citando el tiempo, dinero y pocas recompensas de continuar con la apelación, pero acordó aceptar las sanciones.

Según un vocero de la agencia antidoping, la decisión de convertir la victoria en una derrota por descalificación en lugar de un no-contest se deja a discreción de las comisiones encargadas. Todavía no se detalla si habrá más repercusiones por el caso de Tibau en este momento: ¿Cuántas comisiones atléticas además de CABMMA apoyan este protocolo? ¿Cómo los análisis fuera de las competencias influyen en las decisiones de cuando y cómo convertir una victoria en derrota? Y con esos resultados, Tibau perderá el pago que recibió por la "victoria" mientras que Trujillo ahora recibirá su parte? (UFC no ha respondido a la solicitud de aclarar esa parte).

Sin embargo, una cosa es clara: la noción de convertir a un infractor de triunfador en derrotado ahora tiene precedente. Tal vez el concepto te parezca extraño, ilógico o estúpido, pero ya no es desconocido—parecido a los No-Contest, donde pretendemos que la pelea que vimos nunca sucedió. Entre más comisiones atléticas sigan el ejemplo y usen más este castigo, se volverá normal.

Ahora, eso no quiere decir que limpiar el deporte requiere pisotear a los demás individuos que den positivo por dopaje. Las sanciones de Tibau, cuyas 26 peleas en UFC son el mismo número que las de Matt Hughes y Frank Mir colocándose entre los peleadores con más combates en UFC potencialmente le presentarán dificultades.

Debido a que no puede pelear legalmente, necesita ganar dinero haciendo algo que no sea lo que ha hecho toda la vida hasta noviembre de 2017. Esos dos años son mucho tiempo para estar en la banca. Y por el bien del deporte, esa derrota durará por siempre.