China arresta oficialmente a un grupo de abogados detenidos clandestinamente

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China ha arrestado de forma oficial a varios abogados pro derechos humanos acusados de subvertir el poder del Estado después de meses de detención secreta y de facto, dijo su colega Liu Xiaoyuan el martes. Es el último episodio de la batería de severas medidas contra la disidencia.

La administración del presidente Xi Jinping ha estrechado el control sobre casi todo aspecto de la sociedad civil desde 2012 amparándose en la necesidad de apuntalar la seguridad nacional y la estabilidad.

Hasta 38 abogados y activistas asociados al bufete Beijing Fengrui han sido retenidos desde julio bajo un procedimiento que permite seis meses de detención secreta, sostiene Human Rights Watch.

El bufete ha representado a varios clientes de alto nivel, entre ellos al disidente Uigur Ilhan Tohti. Los medios de comunicación del Estado les acusan de orquestar protestas en las puertas de los tribunales y de politizar casos ordinarios para atraer la atención internacional.

La familia de Zhou Shifen, el director del bufete, está entre aquellas a las que las autoridades informaron el martes sobre su detención, que tuvo lugar el pasado 8 de enero, en la ciudad norteña de Tianjin, declaró Xiaoyuan.

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Las familias de Wang Quanzhang y Li Shuyun, un abogado y un aprendiz del bufete, también recibieron una notificación de sus arrestos por idénticos cargos, sostuvo Xiaoyuan. Las subsiguientes condenas podrían traducirse en cadenas perpetuas en los casos más graves.

"Un crimen tan serio como la subversión es claramente un cargo político", afirmó el compañero de Shifen.

Otras personas de otros bufetes, incluyendo a Zhao Wei, un asistente del prominente abogado detenido, Li Heping, también han sido arrestados bajo cargos de subversión o de incitar a la subversión contra el estado, según Xiaoyuan.

VICE News llamó a la policía de Tianjin pero no obtuvo respuesta alguna sobre los hechos.

De julio a septiembre, las autoridades han detenido o cuestionado a cerca de 300 abogados y activistas pro derechos humanos, según las organizaciones que trabajan en este ámbito, en la ofensiva más dura del gobierno en dos décadas.

China rechaza contundentemente cualquier crítica sobre su política de derechos humanos, asegurando que se adhiere al imperio de la ley.

Sin embargo, el golpe represivo ha alarmado a los gobiernos occidentales. El embajador de Estados Unidos en China, Max Baucus, ha llamado a este país a reconocer que muchos de los abogados detenidos son 'compañeros', y no enemigos del gobierno".

Las autoridades chinas también han detenido a un ciudadano sueco que trabajaba dando apoyo jurídico al bufete, de acuerdo con una persona con conocimiento directo de la cuestión.

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