Imagen por David Fernández/EPA
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El martes se realizó una manifestación en contra del acuerdo en las inmediaciones de la Casa Rosada en la Plaza de Mayo. "Están llevando al país hacía atrás, atándonos, una vez más, a una deuda enorme. Es un acuerdo de mierda", opinaba Pablo Dilo, un profesor de 34 años.Sin embargo, otros argentinos festejaron la noticia. "Necesitamos el cambio", dijo Óscar Reyes, un portero de 59 años de edad, mientras despotricaba contra el gobierno anterior, a quien culpa de la situación económica actual.El inminente final del conflicto de la deuda también fue bien recibido por muchos economistas que durante años han afirmado que la economía argentina no podría recuperarse hasta que esto sucediese.El profesor de Economía Sebastián Auguste cree que una vez que el pago de la deuda haya finalizado, el presidente Macri intentará atraer a inversores privados para proyectos de infraestructuras. También pronostica que el presidente va a buscar nuevos préstamos en organismos multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial."Hará que la economía crezca otra vez después de un estancamiento de 4 años", vaticina Auguste.El problema tiene origen, si bien sus raíces vienen de mucho más atrás, en el año 2001, cuando Argentina entró en default y dejó de pagar a sus acreedores — el equivalente a una quiebra — después que una feroz crisis económica y política impidiera al país hacer frente a sus pagos.Quieren tener a los argentinos discutiendo sobre causas sin sentido contra funcionarios kirchneristas mientras endeudan al país.
— Axel Kicillof (@Kicillofok)1 de marzo de 2016
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