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Sexo

Por qué a algunas personas no les gusta follar por la mañana

No hay unanimidad a la hora de decidir qué hacer al despertarse con un calentón.
Ilustración por Zoë Ligon 

Aparte de las pocas veces al año que le pido a mi pareja que me penetre con lubricante para despertarme (pasemos por alto los temas psicológicos), parece que mi entrepierna estuviera muerta por la mañana, como esas personas que están tan dormidas que no se despiertan ni con un terremoto.

Mi pareja actual y yo tenemos una relación sana y equilibrada, en la que se puede decir que hay comunicación y, a diferencia de mis relaciones anteriores, no tengo la sensación de que nadie se esté aprovechando de mí, pero últimamente me he estado preguntando cómo consigue estar tan sexy por la mañana, cuando yo me siento un adefesio con el clítoris flácido.

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La incompatibilidad del deseo sexual tiene diversas causas, desde la cantidad de sexo que deseamos hasta la manera en la que lo queremos hacer. Tengo 25 años y, aunque ahora mis impulsos sexuales son mucho menores que hace cinco años, nunca me ha apasionado el sexo por la mañana.

Sin embargo, mis parejas siempre han elegido el momento de despertarse para un polvo. Recientemente, he tenido un par de novias que también odiaban el sexo por la mañana. A medida que he ido sacando cada vez más el tema, me he dado cuenta de que casi todo el mundo, de una forma u otra, tiene una opinión formada sobre el asunto.

“Todo el mundo tiene ritmos de deseo y tipos de excitación diferentes. Aunque haya estudios que demuestren que todos los tipos de genitales (los clítoris y los penes) tienen erecciones durante el sueño, las reacciones de la gente ante ellas al despertar varían”, comentó Sinclair Sexsmith, escritora y experta en educación sexual.

A veces las erecciones matutinas no son más que ganas de ir al baño

Como amante del sexo mañanero, Sexsmith nos ofrecía una nueva perspectiva. “Hay un grupo de personas que quiere tener el día solucionado nada más despertarse, mientras que hay otro grupo en el que las parejas solamente quieren quedarse abrazadas durante una hora. Además, un tercer grupo tiende a resolver las erecciones con un polvo rápido”.

Como experta en educación sexual y a pesar de tener claro que, aunque nuestros genitales sean diferentes, somos muy parecidos, me pregunto constantemente cuál es la razón por la que tenemos preferencias tan variadas. ¿Existe alguna diferencia psicológica entre la gente que quiere practicar sexo nada más despertarse y el resto?

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Hablé con la doctora Candice Nicole, psicóloga especializada en problemas sexuales que lidera y asesora a equipos de investigación científica, para que me explicara por qué el apetito sexual de las parejas es tan radicalmente diferente por la mañana. “Para una persona sin problemas de salud, dormir es importante para el descanso y la regeneración”, me escribió por correo electrónico.

“El sistema nervioso parasimpático, la parte que nos ayuda a calmarnos y experimenta la excitación sexual, es más propensa a mantenerse activa durante el sueño. Cuando nos despertamos, es posible que este sistema permanezca activo, por lo que nuestro cuerpo está más calmado y abierto a la excitación, incluyendo la circulación óptima a los genitales. Además, los niveles de testosterona también son más altos por la mañana y disminuyen a lo largo del día”.

Hay personas a las que tener la vejiga hinchada les hace disfrutar más del sexo por la presión que ejerce sobre el punto G

Sin embargo, esa “hinchazón” no es tan simple. En el caso de las mujeres, la sensación de humedad (no confundir con la erección) es un indicio de que están excitadas, aunque la humedad no tiene que ir necesariamente de la mano de la excitación”, apuntó la doctora Nicole. “Una respuesta fisiológica no implica automáticamente un imperativo sexual. El hecho de que haya diferentes tipos de secreciones vaginales durante el mes no significa necesariamente que queramos sexo el día que nos sintamos un poco más húmedas de lo normal. Una erección matutina puede ser un signo de excitación sexual, pero no siempre es así. Para algunas personas, puede resultar incluso molesto”.

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“A veces, mis erecciones matutinas no son más que ganas de ir al baño”, confirmó mi pareja mientras relataba las ideas de este artículo en voz alta. “Hay que tener cuidado con ellas porque, en ocasiones, piensas que estás excitado, pero resulta que es la vejiga, que está a punto de estallar”. Entonces, pensé en todas las veces en las que mis parejas interrumpieron algún polvo mañanero al darse cuenta de que tenían ganas de mear. Así, todo cobraba sentido y me preguntaba si alguna de mis erecciones había sido en realidad simples ganas de hacer pis.

Salvo en las raras ocasiones en las que estoy deshidratada y me vejiga no está punto de estallar, no puedo practicar sexo por la mañana sin ir primero al baño. La vejiga se sitúa justo en el canal vaginal de la parte del vientre, por lo que me resulta muy incómodo practicar sexo con ella a punto de desbordarse. Sin embargo, he oído a algunas personas decir que disfrutan con la presión a la que se somete al punto G, por lo que es posible que esto favorezca la excitación mañanera de mucha gente.

Por suerte, la doctora Nicole compartió su conocimiento científico para explicar este fenómeno. Hizo referencia a un estudio de 2014, en el que se analizaba la manera en la que el sexo biológico y el cronotipo, que determina uno de nuestros cuatro patrones de sueño, influyen en el momento del día en que más se excita una persona. “Independientemente de su cronotipo, la mayoría de las mujeres prefieren practicar sexo de 18:00 a 00:00, aunque su interés sexual si cuentan con un cronotipo vespertino se centra en las horas de 18:00 a 21:00.

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“Es lo mismo que hacer ejercicio a primera hora de la mañana: te sientes bien y te relaja”

He visto varios artículos que defienden que “los hombres están programados para el sexo matutino” y me preguntaba si este estudio podría explicarlo. “En este mismo estudio, los hombres eran más propensos a preferir el sexo por la mañana (de 06:00 a 12:00) sin tener en cuenta su cronotipo, aunque, de nuevo, este determinaba la franja exacta de la mañana”, destacó Nicole.” Los hombres con un cronotipo nocturno prefieren practicar sexo de 09:00 a 12:00, que puede coincidir con la hora a la que se suelen levantar, mientras que los hombres con un cronotipo vespertino o ningún cronotipo prefieren el sexo a las 06:00”.

Tiene sentido, ya que las hormonas y los ciclos corporales varían mucho dependiendo de la persona. La verdad es que conocer todo esto ahora me hace sentir mejor por sacrificar el remoloneo y dejar que mis parejas vertieran sobre mí todo su contenido.

“Es la mejor forma de empezar el día”, me aseguraba mi pareja antes de que yo investigara sus necesidades mañaneras. “Es lo mismo que hacer ejercicio a primera hora de la mañana: te sientes bien y te relaja”. De esta manera, tuve que acceder y fue una gran forma de despertarme. Me encanta la sensación del semen goteando por mi cuerpo durante el día (evidentemente, no usamos condón, aunque no os estoy animando a hacer lo mismo para aumentar la sensación).

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¿Cómo puede alguien como yo, cuyo deseo sexual por la mañana es tan diferente al de mi pareja, manejar esta situación de incompatibilidad? La doctora Nicole tenía una estrategia muy directa: ¡hacer un calendario! “Si la pareja decide programar dos experiencias sexuales a la semana, ambos podrán elegir el momento que mejor les venga a los dos”, indicó.

“Podrán satisfacer todas sus posibles necesidades sexuales de manera improvisada durante el resto de la semana, pero tendrán un compromiso común de dos sesiones que hayan fijado previamente”. Para las personas a las que les dé pereza hacerlo por la mañana, como a mí, recomendaba además la posición de la cuchara, ya que permite a ambas partes estar en horizontal.

"Si mi pareja no tiene ganas, me monto la fiesta por mi cuenta para poder comenzar el día”

Además, Sexsmith me contó alguna anécdota personal para darme otro punto de vista. “Estoy más despierta por la mañana, ya que mi cuerpo pierde energía a lo largo de la tarde. Personalmente, podría practicar sexo cada mañana, pero a mi pareja no le hace tanta gracia, por lo que negociamos. Seleccionamos las mañanas en las que no estamos ocupados y lo dejamos caer la noche anterior, incluso hablamos directamente sobre ello. Nos lo tomamos con calma y nos centramos en los tocamientos y las pequeñas excitaciones, en lugar de obsesionarnos con el orgasmo”.

¿O no? No debería ser tan complicado darse cuenta de las ganas que tiene tu pareja, sin importar el sueño que tengas. “Solo con los tocamientos, los besos y los rozamientos es suficiente para que mi cuerpo se dé por satisfecho”, añadió. “Pero si no es suficiente y mi pareja sigue sin tener ganas, me monto la fiesta por mi cuenta para poder comenzar el día”.

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Este artículo se publicó originalmente en VICE US.