El odio disfrazado de buenas intenciones está calentando motores para manipular a los colombianos en pleno año electoral. Ángela Hernández, diputada de Santander con aspiraciones políticas nacionales, publicó una fotografía en redes sociales que demuestra cómo un sector del país sigue creyendo que la diversidad sexual no solo es un capricho, sino que además es una enfermedad que debe ser erradicada. Aunque lo dicen en “defensa de la familia”, el efecto práctico de esos discursos es mucho más perverso, pues termina generando violencia y arruinando las vidas de las personas lesbianas, gays, bisexuales y trans (LGBT) de Colombia.VICE Colombia reproduce este artículo en el marco de su alianza informativa con el diario 'El Espectador'. Vea la nota original aquí.
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