FYI.

This story is over 5 years old.

VICE World News

El presidente Obama, VICE y estudiantes estadounidenses debaten sobre la deuda estudiantil

El fundador de VICE, Shane Smith, organizó una mesa redonda con el presidente Obama y cinco estudiantes, quienes debatieron sobre los desafíos en relación con la deuda estudiantil y la consecución de una educación superior en Estados Unidos.
Photo VICE News

El mayor problema financiero al que se enfrentan hoy los jóvenes estadounidenses no es la caída de empleo en el sector industrial ni el colapso de la vivienda, sino la creciente deuda estudiantil. Con el fin de abordar esta cuestión, VICE organizó una mesa redonda moderada por el fundador de VICE, Shane Smith, con el presidente Barack Obama y cinco estudiantes que debatieron sobre las dificultades en torno a la deuda estudiantil y la consecución de una educación superior en Estados Unidos.

Publicidad

El debate tuvo lugar el pasado martes, 10 de marzo, después de que el presidente presentara su nueva reforma del plan de préstamos estudiantiles, con el nombre de Student Aid Bill of Rights, frente a un grupo de estudiantes en el Instituto de Tecnología de Georgia (Georgia Institute of Technology). Los cinco estudiantes que participaron en el debate — dos de los cuales estudian secundaria y tres son universitarios — intentan encontrar la manera de sufragar los costes de su enseñanza superior.

Laura Milner, estudiante del instituto de Georgia, explicó que para poder pagar su educación depende de una combinación de la Beca Federal Pell, de otras tres becas y de préstamos del fondo de jubilación de sus padres. Incluso con esta solución, Milner dijo que va a cargar con una importante deuda tras su graduación.

"El verano pasado supe que he alcanzado el límite de mi préstamo estudiantil", le dijo Laura a Obama. "Así que, sin duda, voy a acumular una deuda que tendré que pagar tras finalizar mis estudios".

Pero incluso para los estudiantes elegibles para becas de méritos, como D'Ariel Myrick, que obtuvo una Beca Presidencial, el coste de la universidad sigue siendo astronómico. "Con el coste de vida, alojamiento y manutención, matrícula y gastos adicionales, [la Beca Presidencial] es prácticamente insignificante teniendo en cuenta el volumen total de lo que necesito", dijo Myrick. "Es casi como si las becas no contaran".

Publicidad

Una de las medidas que Obama tiene previsto tomar para abordar esta cuestión es facilitar una mejor educación a los jóvenes sobre la realidad de la deuda antes de que asuman préstamos masivos que, probablemente, serán una fuerte carga financiera durante las próximas décadas. O como el mismo Obama dijo, "tener conocimiento antes de endeudarse".

Milner asintió en que esto hubiera sido útil cuando inició el proceso de solicitud para la universidad.

"Creí haber entendido como funcionaban los créditos estudiantiles cuando empecé [la universidad]", dijo. "Me dijeron que no tenía que comenzar a pagar mis deudas hasta finalizar mis estudios, y ahora recibo emails cada trimestre informándome sobre el status de mi préstamo y los intereses no paran de acumularse día a día".

"Mirar las cifra da un poco de miedo", añadió.

Miner no está sola en el abrumador proceso de pensar cómo afrontar los costes de la universidad. Obama mismo, acabó de pagar su préstamo universitario en 2004, justo antes de ser elegido como senador.

Actualmente 40 millones de estadounidenses sobrellevan la carga de la deuda estudiantil, que se suma a los 1,3 billones de dólares en préstamos. Préstamos que se sitúan por delante de los préstamos para automóviles y tarjetas de crédito juntos, en segundo lugar en cuanto a endeudamiento se refiere, solo superado por los préstamos hipotecarios en el país.

La deuda estudiantil probablemente va a seguir subiendo. En 2005, el promedio de la deuda en préstamos estudiantiles fue de 17.233 dólares, creciendo en un 58 por ciento hasta 27.253 dólares en 2012, según un estudio realizado por la empresa FICO en 2013. Según datos facilitados por la Reserva Federal de Nueva York, la deuda estudiantil aumentó un promedio del 14 por ciento cada año, de 364 billones de dólares en 2004 a 966 billones de dólares en 2012.

Publicidad

El aumento de la deuda estudiantil también significa que más personas están dejando de devolver el dinero, llegando a niveles peligrosamente altos. Según el mismo estudio de FICO, la tasa de morosidad en los préstamos estudiantiles aumentó más del 22 por ciento en 2005, del 12,4 por ciento a más del 15 por ciento en 2010. Actualmente más de siete millones de personas están incumpliendo las condiciones de sus préstamos.

Un factor principal que contribuye al crecimiento de la burbuja de la deuda estudiantil es que el gobierno ha recortado severamente los fondos para la educación pública, a pesar de que el coste de la universidad sigue creciendo. Según the Economist, la financiación pública de las universidades se redujo en un 27 por ciento entre 2007 y 2012, mientras que las tasas de matrícula aumentaron en un 20 por ciento.

A pesar de las deprimentes cifras, Obama y los estudiantes de la mesa coincidieron todos en que algún tipo de educación universitaria (sea mediante carreras de dos o de cuatro años) es esencial para encontrar un lugar en la competitiva economía actual. El presidente apuntó a la diferencia existente entre el salario de los trabajadores con formación universitaria y aquél de quienes no la tienen, estimado en alrededor de 28.000 dólares al año. El desempleo entre los trabajadores con título universitario también es significativamente menor que entre aquellos que solo terminaron el instituto, con un 4 por ciento para los primeros y un 8 por ciento para los segundos según los datos de la Casa Blanca. Al final, pues, y a pesar de la creciente deuda estudiantil, la educación universitaria sigue siendo la mejor inversión posible.

Publicidad

Aunque la formación universitaria siempre ha sido la mejor forma de garantizarse un futuro relativamente seguro, la forma en la que los estadounidenses costean esta educación ha cambiado radicalmente en los últimos tiempos. El programa federal de becas se diseñó inicialmente como un método para complementar el coste de la educación superior: la idea era combinar estas becas con otros créditos para ayudar al estudiante a pagarse los estudios sin encadenarse a la deuda durante décadas. Ahora, no obstante, los bancos ven los intereses de los créditos para estudiantes como una forma más de hacer dinero, y aquellos que desean ir a la universidad no tienen otra opción que solicitarlos.

Smith preguntó a Obama precisamente sobre este punto durante la mesa redonda del jueves.

"Los EE.UU solían subvencionar mucho más la educación, y ahora en vez de eso tenemos un sistema en el que el Gobierno saca dinero de las becas federales", dijo Smith. "¿Cómo podemos volver a financiar la educación, especialmente usando un dinero que muchas veces ya se ha invertido en otras cosas?".

Obama respondió asegurando que recortar la financiación pública de la educación superior solo serviría para dañar la competitividad del país a largo plazo.

"Los gobernadores y legisladores estatales deben entender que seguramente la mejor ventaja competitiva de la que disponen es la calidad de su fuerza de trabajo", dijo el Presidente. "Así que si recortas la financiación de la educación básica y las ayudas para la educación superior, estás yendo contra ti mismo".

Una fuerza de trabajo sin formación no solo daña la supervivencia económica personal de los ciudadanos, sino que además reduce la competitividad de la economía estadounidense en el mercado internacional. Éste es un problema al que los EEUU no habían tenido que enfrentarse durante décadas.

Los estadounidenses tienen ahora más deudas universitarias que cualquier otro país del mundo, y los Estados Unidos son uno de los pocos países desarrollados que no ofrece una educación superior universal (o al menos altamente subvencionada). Obama dijo que deben tomarse decisiones importantes en relación a la educación superior en Estados Unidos.

"Esto tiene que ver con las elecciones que hacemos como sociedad", dijo Obama. "¿Creemos que esto es suficientemente importante como para querer invertir en ello? Yo creo que claramente deberíamos hacerlo", concluyó el Presidente.