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Música

La peculiar tristeza de ir a un festival solo: un ensayo fotográfico

Haber asistido solo al Primavera Sound Festival me dejó sin una validación externa, excepto por mis seguidores de Snapchat.

Este texto originalmente se publicó en THUMP EUA.


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No soy buena llegando a mis objetivos. Difícilmente puede terminar una novela y mucho menos planificar una ida a un festival de cinco días en otro país. Pero, después de gastar $619.22 dólares en un hotel que estaba a 1 kilómetro de la entrada del Primavera Sound Festival, tuve que hacer el plan a la medida.

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Llegué a Barcelona después de pasar diez días en Londres, entre varios clubes y amoríos. Lo que me más me motivaba era ver a Radiohead, LCD Soundsystem y, los recientemente reunidos, The Avalanches, en tres días mientras disfrutaba de la brisa mediterránea. Debo de recalcar que estoy en un punto de mi vida donde las partes estresantes de un festival le ganan a las excitantes. Por ejemplo: prefiero usar zapatos cómodos que estar preocupando porque mi look sea fotogénico o que mi pelo luzca bien. De hecho, parecía que necesitaba unos días para tomar fuerzas después de mi viaje por el Reino Unido.

Primavera Sound, que se hizo del 1 al 5 de junio, ha sido uno de los festivales mejor planeados y organizados a los que he ido; tan organizado que tuve que separarme de mis amigos que no podían pasar por la estricta zona de prensa y que los perdí debido a que no había forma de comunicarme con ellos. Decidí recorrer el festival por mi cuenta y enfocarme en los actos que quería ver, en vez de estar cerca de mis incomunicados compañeros en un mar de personas.

No fue una decisión fácil, y en algunos sentidos recordaría algunas cosas que ya sabía, cómo estar solo en un lugar donde interactuar es muy difícil y es una tortura. Va a ser una gran experiencia, pensé, ya que vivo sola, llevo soltera unos años y me voy de fiesta sola casi todos los fines de semana en Nueva York. ¿Cómo esto puede ser diferente? Pero, fue un momento para poner mi autosuficiencia a prueba.

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Tenía la esperanza de que LCD Soundsytem, quienes habían sido mi banda favorita desde que los vi en mis primeros años en la universidad, me harían compañía durante su set el jueves en la noche. Lamentablemente, mi experiencia durante su set fue todo lo contrario. De nueva cuenta, busqué a mis amigos para poder entrar a la zona de prensa y tomar algunas fotos, pero eso fue en vano ya que la seguridad me dijo que no podía pasar, ya que estaba en el lado incorrecto. No hay forma en que me pasara mitad del set de LCD tratando de llegar hasta la zona de fotógrafos, así que me quedé en el mejor lugar y canté sola. Como deseaba que el bajo estuviera más alto, al nivel que acostumbro gracias a los clubs de NY. Tocaron "New York I Love You, But You're Bringing Me Down" y lloré un poquito, además de que mis fotos son una porquería.

Al día siguiente, me acerqué al lugar correcto de la zona de prensa para tomar unas fotos de Radiohead, pero me dijeron que la cámara no era profesional, así que no pude entrar. Pensé que el guardia de seguridad estaba bromeando. "Soy profesional, ¿Has oído de VICE?", fue lo que pensé. Aunque usé mi persuasión y encanto, no me dieron acceso. Volví a pasar otro set legendario angustiada, cantando "Creep" sola, mientras coreaba con un chico muy adorable que estuvo a mi lado que tenía un acento extraño que era muy difícil de entender, fuera de "que buena canción ¿No crees?" Y si fue cierto, es muy buena canción pero me sentía muy distante de todo.

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Más tarde ese día, Maceo Plex cerró la noche con un set al aire libre. La gente bailaba hombro con hombro y shuffleaba ante las luces mientras Maceo mezclaba techno antes del amanecer. En este tiempo, sentí la música rodeada por mis amigos que había perdido horas antes, y esa sensación de estar con ellos en un festival de múltiples escenarios en otro país es una gloria sin comparación. Incluso tuve compañía mientras iba a la salida del festival y mientras me comía mi pizza de peperoni a las 6 de la mañana. ¿Si hubiera hecho eso sola estaría muy jodido, no?

La sensación que experimenté al reunirme con mis amigos borrachos me hizo darme cuenta de algo: vivimos en una edad en que compartir experiencias con amigos es algo de rutina, ya sea en persona o en redes sociales. Ir sola al Primavera Sound me dejó sin una fuente externa para informar, sin nadie a quien decirle que vi varios actos que había esperado años para ver, excepto a mis seguidores de Snapchat. Llámenme producto de mi ambiente, pero me han moldeado al igual que tú. Pasé más tiempo preguntándome porque no podía romper ese molde y disfrutar estar sola en el festival, que simplemente escuchar, ver y ver todo lo que sucedía.

Eso, junto con una cruda inglesa, una crisis millenial y extrañando a un chico, hicieron que mis fotos del festival reflejaran un estado deprimido, enfocando solamente las figuras y colores del concierto, en lugar de de la música y la gente. Dicen que el buen arte mejora inconscientemente, entonces si te encuentras a ti mismo cuestionando los hábitos y la existencia después de ver la galería, puedes considerarlo como un avance.

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Sara Wass es parte del staff de VICE y vive en NYC. Ve más de su trabajo aquí.