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Las mujeres están poniendo de moda la cerveza artesanal

La cerveza artesanal está teniendo casi el mismo éxito que los Cosmopolitans en la era de Carrie Bradshaw.

Pocas cervezas saben tan mal como las lager coreanas, pero de alguna manera, algunas, como la Cass o la Hite, han dominado las ventas por décadas, abarcando el 95 por ciento del mercado. Afortunadamente para aquellos que están hartos de esa bazofia acuosa e insabora, Corea del Sur ya está entrando a la jugada de la cerveza artesanal.

A la vanguardia de este movimiento, sentadas a la barra y bebiendo cerveza tras cerveza, están las mujeres coreanas.

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LEE: La cerveza siempre ha sido asunto de mujeres.

Ver una taberna de cerveza artesanal llena de mujeres es lo normal en Corea del Sur. "Las consumidoras son definitivamente importantes", dice Tiffany Needham, dueña de Magpie Brewing Company en Seúl, que abrió en 2012. "Recuerdo que hace seis meses sólo había mujeres coreanas en el bar, fue como si un switch se hubiera encendido", recuerda.

Esta historia es similar a la de Reilly's Taphouse, el primer bar de cerveza artesanal en Seúl, donde las mujeres representan el 65 por ciento de los clientes, de acuerdo a Troy Zitzelsberger. Esto aplica para los nuevos lugares también. Un bartender del bar artesanal pop-up de moda Namsan Chemistry estima que el 70 por ciento de sus clientes fueron mujeres en un periodo de tres meses.

La casi instantánea popularidad de Namsan Chemistry –especialmente en mujeres que le dieron increíbles reseñas en cuestión de semanas– habla de la popularidad de los bares de cerveza artesanal en Corea del Sur, y el prestigio es probablemente lo que atrapó a las clientes femeninas en primer lugar.

La cerveza artesanal es a las mujeres coreanas lo que los Cosmopolitans fueron a una legión de fanáticas de Carrie Bradshaw en los noventas; una bebida sofisticada para beber con tus amigas igual de sofisticadas. La cultura de la cerveza artesanal en Corea del Sur se ha vuelto un tema tanto de apariencias como de sabor. En Reilly's, "si le pones una naranja o una sandía a una cerveza, seguro que le gustará a las mujeres", dice Zitzelsberger. "Hace un buen selfie". Un cajero en The Bottle Shop en Seúl me dijo que las mujeres eligen cervezas basadas solamente en la etiqueta y gastan más en botellas "estéticamente agradables."

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Los hombres coreanos no están tan emocionados por las botellas bonitas o por las presentaciones como las mujeres –porque a menudo los hombres beben para emborracharse, casi siempre al punto de quedar tirados en la calle. Los licores más fuertes como el whisky o el soju, hacen más rápido el truco que la cerveza por sí sola, así que hay menos interés de probar nuevos sabores. "Los hombres prefieren el lugar del barrio, o el sitio al que han ido por mucho tiempo", dice Needham de los hábitos de bebida masculinos. "Sólo quieren ir y beber la cerveza que conocen, creo que las mujeres tienen mucho más mente abierta".

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Una de las cervezas de Namsan Chemistry.pale ales

La moda de la cerveza artesanal ha provocado que los precios se disparen, por lo que los productores de cerveza artesanal han tomado el rol de educadores para sostener las ventas. "Si le enseñas al cliente lo que pasa con el producto", comenta Needham, "puede empezar a entender su valor y a pagar los 5 ó 7 dólares que cuesta una cerveza artesanal, en lugar de 3 dólares por una industrial". Las buenas noticias son que las mujeres están a bordo, pues se están acostumbrando a sabores más complejos. Seolhee Lee, una de las mujeres coreanas productoras de cerveza que trabaja actualmente en el equipo de Magpie con Needham, recuerda la época en que las mujeres pedían porque era el estilo más popular, aunque lo odiaban. "La mitad decía que era muy amarga", comenta. "Algunas nos preguntaban si podíamos darles miel para mezclarla". Incrementar la educación y el acceso a los distintos estilos de cerveza significa que a Lee ya no le piden miel para mezclar con pale ale, pero sí parece que a las mujeres coreanas les gustan más las cervezas dulces como las cervezas frutales con trigo o las porter chocolatosas.

Los productores de cerveza coreanos –ambos, grandes y pequeños– han notado esa tendencia, ya que las mujeres en sus veintes son el tipo de cliente más atractivo. Cuando se espera que el mercado coreano tenga un valor neto de 1.6 mil millones en 2017, las mujeres jóvenes son los tipos de clientes con poder adquisitivo que ninguna cervecería quiere perder.

Las mujeres coreanas se han acostumbrado a estos sabores más complejos que cualquier lager básica producida en masa. La diferencia al paladar combinada con pubs increíbles hace que esta moda no sea pasajera. Además, "una vez que pruebas algo diferente que te gusta y que prefieres", explica Zitzelsberger, "es difícil que vuelvas a lo que solías beber". Especialmente cuando es algo tan horrible como la Cass.