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Tim Tebow

Nos colamos a las pruebas privadas de beisbol de Tim Tebow

Resulta que la seguridad fue una ilusión más en medio de un día dedicado a las apariencias.
Mark J. Rebilas-USA TODAY Sports

Había planeado entrar por la reja frontal.

Eran las 10:15 de una maravillosa mañana del martes en Los Ángeles y la demostración "privada" de Tim Tebow tenía planeado arrancar en 15 minutos en el Dedeaux Field de la Universidad del Sur de California. Caminé hacia una carpa provisional de registro donde me recibió un par de familiares rostros y una caja de donas yacía sobre la mesa. Entonces, sin mi consentimiento, había un listado de medios —en el que era seguro VICE Sports no estaría presente—. Un hombre con lentes de sol y playera azul se me acercó y, amablemente, me dijo que me retirara.

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Recurrí al mismo gesto que toda persona con algo de respeto por sí mismo haría en esta situación. Encontré una entrada alterna, coloqué mi celular sobre mi oreja, fingí tener una conversación, y caminé directo hacia el estadio. Tome el lugar justo detrás de la columna de piedra del lado de la primera base, y esperé a que alguien me sacara.

Después de 15 minutos, me di cuenta que nadie vendría por mí. Escuché a alguien hablar de CAA —al agencia que representa a Tebow y que organizó las pruebas— que más bien debería ser la CIA por mantener todo en secreto.

La exhibición fue más glamur que una serie de pruebas en sí, lo que significa que una buena cantidad de tiempo y esfuerzo estuvieron dedicadas para crear una ilusión elaborada en la que se supone debió tomar lugar una rutina de pruebas realizadas por un talento de primera. Todo tenía que ver con la vista.

El hombre de los lentes de sol me vio en repetidas ocasiones en un transcurso de tres horas y media; no me sacó porque Tebow acaparó la atención de todos y no se querían perder ni un segundo su cobertura. CAA imprimió un resumen de su biografía como si se tratara de un jugador prospecto más; al final del día, qué otro jugador de 29 años ajeno al beisbol puede atraer a una audiencia tan grande para quedarse embobados viéndolo practicar.

Seamos honestos: Tim Tebow no es beisbolista. Ni siquiera es un atleta de renombre como solía serlo, y vaya que ha pasado mucho tiempo. Un total de 28 equipos de la Major League y un contingente de medios entendieron la razón detrás de nuestra reunión. Estábamos ahí para ver a Tim Tebow porque Tim Tebow se traduce en visitas a la página y venta de boletos. (Un buen amigo me dijo que yo había sido parte del problema en primer lugar por asistir. Está en lo correcto).

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Sin embargo, Tebow estaba ahí para jugar a la pelota y, además de su devoción cristiana, su seriedad está más allá de todo reproche. Tebow no lo hace simplemente para estar en las ligas mayores. No, el ex mariscal de campo le dijo a un reportero, "La meta sería tener una 'carrera' en las grandes ligas".

Si cualquiera de los cazatalentos y reporteros que se dieron cita en el Dedeaux Field el martes hubieran estado verdaderamente interesados en un jugador con una oportunidad de romperla en las mayores, le habrían llamado la atención a David Aardsma, el ex cerrador de los Mariners que se desempeñó como uno de los píchers en las dos sesiones de bateo de Tebow y que lanzó cómodamente bolas a 92 millas por hora, y hasta en algún punto llegó a las 96.

Pero para Tebow las exigencias son menores, con la intención de no terminar humillado por completo y, tal vez, conectar uno que otro cuadrangular en el camino.

Para bien suyo, logró sobrepasar las modestas expectativas. Muy poca gente, por no decir ninguna, salió de la exhibición con la boca abierta, pero tampoco fue tan mala. El sprint de 60 yardas de Tebow obtuvo varias marcas, y apenas llegaron al promedio en su punto más alto (6.76 segundos), pero aún así bastante decentes para alguien que mide 1.90 y pesa 115 kilos, y que podría ser uno de los jugadores más fornidos de toda la liga.

La potencia de Tebow, supuestamente su mejor arma, no nos defraudaron. Durante la sesión de bateo, conectó un cuadrangular al jardín derecho y uno más hacia los árboles. La velocidad del bateo fue mejor de lo que se había hablado, y conecto varios imparables en todo el diamante.

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Se tropezó al intentar atrapar una pelota a ras de piso y su brazo lució más tembloroso que cuando jugaba como mariscal de campo. Aardsma se lo comió en la mayoría de sus turnos al bate. (Tebow mejoró un poco ante el otro lanzador, Chad Smith, quien jugó para los Tigers y los A's). A pesar de ello, Tebow no hizo el ridículo, o al menos no tanto como se esperaba.

Aún así, todo fue un espectáculo. En un período de tres horas y media, sólo 35 minutos estuvieron destinados para actividades relacionadas con el beisbol. Hubo tres cambios estratégicos de vestimenta, todos con equipo Adidas. Corrió el sprint de 60 yardas con una playera y shorts embarrados —la opción idónea para un jugador consciente de que su físico es el único atributo con el que los equipos de ligas mayores soñarían tener—. El uniforme azul marino con decoraciones naranjas evocaba sus días en Florida, el único punto en su carrera en el que las representaciones más exageradas de la grandeza de Tebow no estaban a la altura de la realidad. La entrevista al final de las pruebas la dio vestido con una playera Adidas blanca con un logo de barras y estrellas, porque nadie es más estadounidense que Tim Tebow (sí, alguien le preguntó sobre el gesto de Kaepernick y, sí, Tebow la evitó).

El corpulento hombre de los lentes de sol desplazó a algunas personas de los medios después de la sesión de bateo de Tebow, anunciando casualmente que su gente había registrado nueve hits en 19 oportunidades la bate. En realidad, fueron seis de los cuales dos salieron del campo. En cuanto Tebow completó las 60 yardas, un tipo se le acercó y le dijo su tiempo, 6.6 segundos. "Hiciste pedazos la marca", le aseguró el hombre. Un cazatalentos en particular calificó la potencia de Tebow como un 80 en una escala de 20-80, calificación que puso a Twitter de cabeza pero que nadie en el estadio tomó con mucha seriedad.

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La afirmación más atinada la realizó el agente de Tebow, Brodie van Wagenen, quien dijo que "cinco o seis" equipos expresaron gran interés en fichar a su cliente. Tebow tuvo destellos esperanzadores suficientes como para inspirar optimismo de que no será el tipo erróneo de fichaje estrella. Una organización práctica con un equipo novato en la costa del Golfo podría llevarlo fácilmente por todo el sureste del territorio estadounidense. ¿Quién en la conferencia del sureste no querría ver a Tim Tebow conectar un cuadrangular?

Chad Moller, ex cácher de grandes ligas y entrenador privado de Tebow desde junio, resumió el desafío que enfrenta. "No creo que sea un caso en el que se tomen mucho tiempo porque ya no es un jovencito", dijo perfectamente consciente de que el tiempo es lo que Tebow necesita más que nada después de 12 años alejado del beisbol. Su mente compite con su cuerpo, y las probabilidades están en contra de los resultados a su favor.

Tebow, como siempre, está listo para el desafío. Tebow dejó bien claro el marte que es increíblemente flexible cuando se trata de jugar beisbol. Está dispuesto a jugar cualquier posición y en cualquier momento. ¿Incluso la liga de otoño de Arizona? Seguro. ¿La temporada invernal en Sudáfrica? ¿Por qué no? Lo que sea es bueno; hasta recogió sus propios conos entre cada ejercicio.

Tebow nos dijo que se trata de vivir sin arrepentimiento —admirable postura—. Lo intentará y posiblemente fracase, pero eso no impedirá que nosotros —la gente como yo que cubre sus movimientos, la gente que lo contrate, la gente como tú que consume los reportajes y tal vez paga para verlo jugar en vivo— seamos testigos del espectáculo. Precisamente por todo esto, la aventura de Tebow en el beisbol podría ser muy larga. Nadie lo dejará ir hasta que la última gota haya sido exprimida.

"¿Tendrá la oportunidad que otros jugadores jamás tendrán? Por supuesto", dijo Moeller. "Pero no encontrarás a alguien de 115 kilos que pueda correr [60 yardas] 6.6 o 6.7, o lo que haya sido, y golpear una pelota de esa forma".

Tampoco podrás encontrar a un jugador que atraiga una audiencia tan grande.