Archivo VICE: El fotógrafo de Cherán

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Archivo VICE: El fotógrafo de Cherán

El joven purépecha que ha documentado el conflicto desde sus inicios.

Fuimos a Cherán, Michoacán, a grabar uno de nuestros documentales de La Guía VICE para las Elecciones. Se trata de un pueblo purépecha que hace más de un año, se levantó en armas en contra de los talamontes, quienes protegidos por el crimen organizado, estaban deforestando la región.

En medio de los bosques michoacanos, lluvioso, frío, aislado por retenes y vigilado por la seguridad comunal, esta comunidad se calienta y abastece con varias fogatas instaladas a lo largo del pueblo. Estos puntos, que durante la noche sobresaltan la oscuridad, funcionan como lugares de encuentro y organización social, convivencia y comunicación entre los habitantes.

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Tras la falta de compromiso de las autoridades municipales, estatales y federales ante este conflicto, la comunidad decidió aplicar justicia por su propia mano, e implementar una nueva forma de gobierno, basada en sus costumbres tradicionales. Aquí no hay campañas, no hay urnas, no hay partidos políticos, no hay primero de julio, tampoco hay alcohol.

En nuestro viaje conocimos a Serafín, un joven fotógrafo purépecha que se ha dedicado a documentar el conflicto desde sus inicios. Platicamos con él y esto fue lo que nos contó.

VICE: ¿De dónde eres?
Juan José: Soy Juan José Estrada Serafín, de la comunidad de Turícuaro, y soy corresponsal de un periódico que se llama El Cambio de Michoacán aquí de la Meseta purépecha. Me tocan tres municipios: Paracho, Cherán y Nahuatzen.

¿Cuál ha sido tu experiencia desde el levantamiento?
Pues otras comunidades como Sevina y Turícuaro han hecho casi el mismo proceso que hizo Cherán al defender sus bosques, pero el conflicto es diferente, porque acá sí había presencia del crimen y allá es por necesidad de las mismas comunidades que hacen ese trabajo y es lo que llevó a que se enfrenten y existan ese tipo de problemas. Es como el caso de Comachuén y Sevina, que son dos comunidades que tuvieron problemas, porque Sevina acusaba a Comachuén de que les quitaba parte de su bosque, y la verdad es que la gente si lo hace, ya que no tiene otro recurso para trabajar y la mejor forma de hacerlo, es talando los bosques.

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¿Cómo fue tu acercamiento con la comunidad de Cherán?
Yo soy fotógrafo y siempre me han gustado los conflictos sociales y estas cuestiones; me llamó la atención el caso de Cherán, pero al principio era difícil de acceder. Al tercer día que se armó el conflicto me metí y fue de ilegal, conocí a un cuate, me dijo: “vamos en corto”, venimos a tomar fotos y todo muy rápido, con mucha tensión. Mandé unas fotos al periódico pero me dijeron que estaban muy fuertes y no las podían publicar, porque veían gente armada, con machetes, deteniendo los camiones, pero eso era lo que captaba mi cámara y lo que estaba pasando dentro de Cherán.

Después de eso, conseguí un conecte aquí con un compañero y le pedí que me relacionara con la gente para poder tomar fotos. […] Unos viejitos que estaban ahí comenzaron a preguntarme cosas en purépecha y de inmediato les contesté y dijeron: “sí es, tiene el acento y sí habla bien el purépecha”. Mi primera tarea dentro del grupo, fue ir al cerro porque era preciso registrar todo lo que estaba mal. Por ejemplo, los bosques están devastados, así que tuvimos que registrarlo. Esa vez subí con una brigada de 70 personas, todos con armas y yo con mi cámara y registré casi la mayoría del bosque, me subí a la cofradía y tomé gran parte de la devastación de los bosques, para que ellos también tuvieran material con qué decirle a las autoridades lo que estaba pasando acá adentro.

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También les dije que era preciso tener una radio o un medio de comunicación, porque al ver las notas de otros periódicos, me di cuenta que todo estaba desinformado y no había información oficial. A través de un amigo de aquí, se hizo una página que se llamaba www.micheran.com, que hasta hace unos días estaba funcionando, pero por falta de presupuesto, se quitó.

¿Dices que había desinformación en los medios, ¿qué era lo que ellos cubrían?
Se estaba cubriendo como si fuera un problema interno y los funcionarios también comenzaron a declarar que no era un problema de tala. Conforme iba pasando el tiempo, empezaron a darse cuenta que precisamente era un problema de crimen organizado y deforestación. El daño que se le estaba haciendo al bosque era evidente, uno pasaba por el camino que va de Cherán a Carapán y se podía ver a los talamontes a plena luz del día cortando los árboles y subiéndolos a sus camionetas.

¿Entonces tú te volviste parte del movimiento como el que estaba documentando de manera oficial?
Pues no sé si de forma oficial, pero sí estuve aquí adentro. También de cierto modo ayudaba a la gente al darles ideas y consejos sobre lo que se podía hacer. Estoy estudiando Comunicación Intercultural, entonces vemos ese proceso. Por ejemplo, yo soy purépecha, al no tener nosotros un espacio, no se le da relevancia a lo que queremos decir. Para mí es un proceso de que nuestra gente pueda tener sus propios medios de comunicación y de que ellos puedan tener una voz propia. Aquí en el estado hay muchos medios de comunicación, pero ¿quiénes tienen la voz ahí? Los políticos, porque ellos son los que pagan. Nosotros, como indígenas, debemos de tener nuestros propios medios de comunicación para informar desde adentro qué es lo que está pasando, qué estamos haciendo y cómo es que va el proceso.

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¿La forma de gobierno autónoma que tienen ahorita funciona?
Pues está funcionando. Hay una participación de toda la comunidad, no nada más son unos los que deciden, es más una decisión colectiva. Desde las fogatas, las esquinas y las familias aportan para ver qué se va a hacer, entonces eso también llega a la asamblea comunal, donde se toman los acuerdos generales. Cada comisión toma las decisiones de su área, pero ya lo que es la decisión final, la toma toda la gente en una asamblea comunal. La asamblea comunal es la máxima autoridad.

¿Qué vas a hacer con las fotos?
Es un trabajo enorme, pero la verdad también es un problema. Es muy difícil llevarlas a exponer porque toda la gente dice: “Ay, sí, sí te invito, pero tú exponlas y tú paga las impresiones”, entonces para mí es un gastadero. Tengo que moverme en toda la meseta, tengo que imprimir y además ir al lugar. He llevado el material que tengo a exponer a Chiapas, tres veces a Morelia, al DF y a Puebla, a un encuentro de comunicadores indígenas, aunque pienso que no debo llevarlo afuera si la onda está acá adentro. La cuestión es llevarlo a las comunidades, que role por acá, dejarlo dos o tres días en una, luego en otra y así. Es difícil por la situación económica, por ejemplo, está el proyecto pero también se necesitan recursos para moverse y ninguna dependencia te lo da y ni te lo quieren dar.