Imagen por Chris Kleponis/POOL/EPA
Síguenos en Facebook para saber qué pasa en el mundo.
Publicidad
"Si tú eres un supremacista blanco y escuchas el lenguaje que expresa la actual administración de Estados Unidos, puedes pensar que la presidencia realmente cree en lo que tú crees; que ellos te respaldan", aseguró John Cohen, un exanalista del Departamento de Seguridad Nacional. "Eso es lo que preocupa a la gente dedicada a hacer cumplir la ley".Prevenir el ataque racista que ocurrió en Charlottesville requiere una cercana coordinación entre policías locales y el FBI para identificar a las personas involucradas en el movimiento de ultraderecha que ha resultado en una estela de violencia, aseguró John Cohen.Estas estrategias —que a menudo implican el involucramiento directo de autoridades federales— incluyen acciones tan básicas como la respuesta a las llamadas telefónicas en los números de emergencia de familiares que están preocupados por la salud mental de sus seres queridos, el entrenamiento de líderes comunitarios para identificar signos de radicalización en sus vecindarios y el monitoreo en redes sociales de amenazas racistas."En lo que respecta a prevenir ataques contra inocentes, sabemos lo que hay que hacer", aseguró John Cohen. "Ese tipo en Charlottesville (James Alex Fields Jr., responsable de la muerte de Heather Heyer de 32 años) encaja en el típico perfil del agresor. Su familia ya había hablado con la policía".
Publicidad
Un comunicado interno en el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional, obtenido por el sitio Foreign Policy, ha dejado claro que las amenazas que suponen los grupos de ultraderecha es algo que los encargados de la seguridad pública deben tomar en serio. El memorándum titulado "Las posturas de los supremacistas blancos suponen una violencia letal", muestra que esos simpatizantes del grupo racista Ku Klux Klan son responsables de, al menos, 49 asesinatos en 26 ataques ocurridos entre 2000 y 2016, lo que los ubica como el grupo extremista más letal dentro de Estados Unidos.
Publicidad
El sábado, el mismo día que ocurrió ese ataque, agentes federales en Oklahoma arrestaron a un hombre que supuestamente intentaría poner una bomba en un banco cercano a un vecindario de población mayoritariamente afroamericana. Y el lunes, el Departamento de Justicia anunció que logró sentencias judiciales contra 89 personas, "la más grande persecución a nivel nacional de individuos ligados a actos violentos por parte de grupos supremacistas".Ryan Lenz, vocero de la ONG Southern Poverty Law Center, aseguró que es necesaria más inversión en la desradicalización de personas con el objetivo de prevenir futuros ataques racistas. Sólo este año, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos canceló un donativo de 400.000 dólares para la organización civil Life After Hate, los únicos especializados en el país que intervienen en comunidades con una alta presencia de extremistas de derecha."Vemos con agrado las sentencias, la justicia, la persecusión de esos supremacistas blancos, pero el mayor problema está a un nivel de policía local", aseguró Ryan Lenz. "Lo que debemos hacer es destinar grandes recursos al hallazgo de esas amenazas antes de que se materialicen".Para el vocero, confrontar las amenazas de la ultraderecha implica que la administración de Donald Trump debe alejarse de la narrativa de que sólo el "radicalismo del terrorismo islámico" es el que importa en el país."La realidad es que al gobierno federal de Estados Unidos le cuesta mucho trabajo reconocer que los propios estadounidenses también pueden ser terroristas", afirmó Ryan Lenz. "¿Es porque un terrorista luce tan normal como tu vecino? Probablemente. Pero a la luz de lo que pasó en Charlottesville, no es posible que la policía y los políticos no tomen acciones para defender las vidas y derechos de todos los ciudadanos del país".Sigue a VICE News En Español en Twitter: @VICENewsEs¿Quién era la mujer asesinada por blancos supremacistas en Estados Unidos? Leer más aquí.