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VICE World News

Un alga gigantesca procedente del Pacífico está envenenando a moluscos y leones marinos

Los científicos señalan que la combinación entre las cálidas temperaturas del océano y la gran cantidad de vertidos agrícolas ha impulsado su monumental — y tóxica — floración.
Imagen vía National Oceanic and Atmospheric Administration

Un alga venenosa viaja por el océano Pacífico y está infectando a lobos marinos y marisco. Los moluscos infectados, que se están desplegando entre el sur de California y Alaska, son nocivos para el ser humano.

La enorme alga fue detectada por primera vez en mayo. Desde entonces, no ha parado de crecer.

"Se trata de la más grande y una de las floraciones algales tóxicas — también conocidas como blooms — más vastas que hemos visto en los últimos 15 años", señaló a VICE News Raphael Kudela, profesor de ciencias marinas en la universidad de Santa Cruz, en California. "Los niveles de toxicidad son también los más altos que hemos mesurado. Como quiera que lleva tanto tiempo, las toxinas han encontrado la manera de infiltrarse en la comida, lo que ha provocado el cierre de varios centros de pesca deportiva y comercial por toda la Costa Oeste".

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Si bien el bloom en el Pacífico no es inusual, la floración registrada este año se debe a una compleja variedad de factores. Los científicos creen que las temperaturas más elevadas de las aguas del Pacífico y el incremento en el uso de fertilizantes en las granjas agrícolas debido a la sequía, pueden estar jugando un papel muy importante.

Joaquim Goes, un investigador del observatorio terrestre Lamont-Doherty, en la Universidad de Columbia, ha asociado el aspecto de la sustancia florecida con las repentinas y erráticas lluvias que azotaron la Costa Oeste en abril y marzo, y que disolvieron el fertilizante enriquecido por el océano.

"Creo que esto puede haber sido el detonante de la floración", comentó.

El fertilizante desechado suministró los nutrientes necesarios para que el alga creciera, mientras que las cálidas aguas del Pacífico generaron el contexto adecuado.

Células de pseduo-nitzschia, un género de microalga que incorpora distintas especies capaces de generar el ácido domoico, una sustancia neurotóxica. (Imagen vía Vera Trainer/NOAA)

Según investigadores de la Universidad de Washington, de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) y del Instituto de Ciencias Oceanográficas de la Columbia Británica, las temperaturas de la superficie marina en el noroeste del Pacífico fueron notoriamente elevadas durante el invierno de 2013-14. Hacia mayo de 2014 la zona de inusuales aguas calientes, conocida popularmente como "the blob" (el gotón), se extendió por las zonas de la costa hasta el Pacífico.

La semana pasada, científicos de distintas agencias mostraron su preocupación ante la propagación del gotón hasta el estrecho de Puget, en Washington. Según ellos, las aguas cálidas — y la floración tóxica resultante — podrían ser devastadores para su rica vida marina e intoxicar, potencialmente, a los consumidores locales de molusco.

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"Cuando el océano está tan caliente obliga a que los peces y los mamíferos marinos se acerquen a la orilla, pues no queda mucha comida más allá del litoral. Eso aumenta la posibilidad de que los animales queden expuestos a la toxina y permitan a la toxina regresar a la cadena alimenticia", comenta Kudela.

Una poderosa formación de El Niño, un incremento natural de las temperaturas del océano Pacífico que puede desembocar en fuertes lluvias en la costa Oeste, persiste al este del Pacífico y se espera que pueda durar hasta la primavera que viene. Los científicos ya han apuntado que las actuales condiciones podrían desencadenar uno de los huracanes más potentes habidos nunca — y es muy posible que el cambio climático tenga que ver con ello.

"La conexión con el cambio climático es que tales son la clase de condiciones a la que nos enfrentaríamos con un océano caliente", señala Kudela. "Siempre es difícil atribuir cualquier acontecimiento al cambio climático, pero lo cierto es que su relación con lo que esperábamos que sucediera es bastante consistente".

El 40 por ciento de la población global no ha oído nunca hablar del cambio climático. Leer más aquí.

El bloom de algas ha sido provocado por las elevadas concentraciones de pseudo-nitzschia, un tipo de fitoplancton que produce una sustancia dañina a la que se conoce como ácido domoico. El ácido es una neurotoxina que puede destruir el tejido nervioso y provocar vómitos, diarreas, calambres abdominales, dolores de cabeza y mareos en humanos. En los casos más severos puede desencadenar problemas respiratorios, confusión, inestabilidad cardiovascular, convulsiones, pérdida permanente de la memoria a corto plazo y hasta el coma o la muerte.

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Las autoridades de California ya han advertido a los consumidores que el marisco pescado en los condados de Monterey, Santa Cruz y Santa Bárbara presenta elevados niveles de toxicidad.

"Estos organismos pueden acumular muchas biotoxinas sin que a ellos les perjudique. Cuando los humanos u otros animales marinos consumen esos moluscos, entonces es cuando empiezan los problemas", dijo Goes.

Si bien solo han trascendido algunos casos leves de intoxicación en humanos, el impacto entre los leones marinos ha sido mucho mayor. Solo en la última quincena de mayo, justo después de que se detectara el Bloom, más de cincuenta lobos marinos cayeron enfermos en la costa de Monterey.

"El departamento de Salud Pública de California (CDPH, por sus siglas en inglés) y voluntarios repartidos por la costa siguen controlando el nivel de ácido domoico en el marisco". Matt Conens, portavoz del CDPH comentó a VICE News que "pese a que el fitoplancton y los moluscos supervisados indican una disminución en la actividad del Bloom en las últimas semanas, un informe reciente de la universidad de Santa Cruz apuntaba a que la Pseudo-Nitzschia volvía a aumentar en número de células".

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Aún así, y de manera preocupante, el Bloom del océano Pacífico no llega solo.

Este año el la floración de algas tóxicas del Lago Erie es peor que el año pasado. A consecuencia de ello, en Toledo (Ohio) hubo que cortar el suministro de agua debido a sus elevados niveles de microcistinas. El tóxico puede provocar daños en el hígado al ser ingerido — un grave problema no solo para Toledo, sino para millones de estadounidenses que se dirigen al lago a beber agua.

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La bahía de Chesapeake también ha padecido el ataque anual de la floración algal tóxica debido a los vertidos industriales y agrícolas, además de las cálidas temperaturas. La infames "mareas rojas" de la costa de Nueva Inglaterra también son enormes formaciones de bloom.

Mientras las temperaturas de la superficie del mar aumentan, los blooms de algas son cada vez más comunes por todo el globo.

Una formación azul verdosa de chispas de mar (noctiluca scintillians, otra floración algal no tóxica), se esparce ahora por el mar Arábigo cada invierno. Va de Omán, por el oeste; a India y Pakistán por el este. A pesar de que no es tóxica, el bloom ha empezado a alterar la cadena alimenticia de la zona, alimentada por los deshechos que flotan en el mar.

Organizar y predecir tales blooms es difícil, pero los científicos señalan que reducir la cantidad de vertidos químicos podría disminuir la severidad de las floraciones algales.

En cuanto al bloom del océano Pacífico, no parece que vaya a disolverse a corto plazo.

"Y por lo que respecta a los nutrientes del agua, continuarán creciendo", comenta Goes desde la universidad de Columbia. "Mientas se mueve por la costa, absorbe todos los nutrientes que necesita de los ríos que desembocan en aguas costales". Este bloom será largo.

Sigue a Esha Dey en Twitter: @deyesha