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Cultură

El documental sobre los futuros hombres bomba del Frente al-Nusra

Hablamos con Paul Refsdal sobre su nuevo documental 'Dugma: The Button', en el que sigue a un grupo de combatientes que se inscribieron en la "lista de mártires".

Abu Qaswara en una camioneta de al-Nusra llena de explosivos

Hoy, 2 de agosto, se estrena un nuevo documental sobre hombres que quieren volar en pedazos. Dugma: The Button, del periodista Paul Refsdal, sigue a unos combatientes de Siria que hacen parte del Frente al-Nusra, afiliado a al Qaeda. Estos hombres pusieron sus nombres en las llamadas listas de mártires y están esperando a ser enviados en camiones cargados de bombas para luchar contra el régimen de Assad. Una vez lleguen a la línea de combate, simplemente presionarán el botón y llegarán al paraíso.

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A través de la cámara de Refsdal podemos ver sin ningún filtro lo que piensan estos hombres a medida que se acercan a la cúspide de la inmortalidad. Algunos de los personajes centrales son Abu Qaswara, un bromista de Arabia Saudita al que le encanta el pollo frito, y Abu Basir, un yihadista británico que se quiere enamorar y tener una familia.

El pasado viernes, el líder del Frente al-Nusra Abu Mohammed anunció que el grupo iba a romper lazos con al Qaeda y se iban a llamar ahora Jabhat Fatah al-Sham. Esto parece ser un intento por legitimizar sus operaciones a ojos de Occidente y, sin embargo, su batalla continúa; su meta máxima, que es vencer a Assad y controlar Siria, no ha cambiado.

Antes del estreno, Refsdal ––cuyos trabajos incluyen el documental Behind the Taliban Mask–– se conectó conmigo por Skype desde su casa en Noruega para hablar de mártires, la humanidad, los secuestros y cómo ganarse la confianza de al Qaeda.

Trailer de 'Dugma: The Button'.

VICE: ¿Qué te llevó a hacer esta película? ¿Intentabas humanizar a los futuros mártires?
Paul Refsdal: El tema de los atentados ni siquiera estaba en mi mente cuando llegué allá. Sólo quería hacer un retrato de un grupo de combatientes de rango bajo de al-Nusra. Los quería seguir la mayor cantidad de tiempo posible para poder entender un poco cómo pensaban. Así que, de alguna forma, la respuesta a tu pregunta es sí, pero fui con mente abierta. Si ellos hubieran hecho algo como ejecutar gente frente a mí, no habría tenido problema en mostrarlo. No quería que fuera algo como Plaza Sésamo.

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¿Cómo conseguiste el acceso?
Fue como cualquier otra entrevista de trabajo. En 2010 saqué un documental sobre los talibanes llamado Behind the Taliban Mask. Ahí mostré una faceta más humana del talibán, así que obviamente mencioné eso y di referencias, la hoja de vida. También me ayudó mucho el hecho de que, cuando las fuerzas especiales de Estados Unidos mataron a Osama Bin Laden en 2011, se encontraron un montón de cartas. Una de esas cartas la escribió un responsable de comunicación de al Qaeda, y en ella había una lista de periodistas recomendados. Yo estaba ahí.

¿En algún momento te presionó al-Nusra por el contenido del documental?
Para nada. Me dijeron: "Haz lo que quieras". Querían que fuera objetivo. Por ejemplo, hay una escena en la película en la que la coalición bombardea un área cercana a nosotros, y un hombre furioso dice gritando que sólo están bombardeando casas de civiles. Pero llega otro tipo y lo corrige. Le dice: "Por favor di la verdad", porque también se trataba de una base militar. Ese hombre es un comandante de al-Nusra. Tuvieron la oportunidad de hacerse propaganda, pero no querían hacerlo. Creo que sólo querían ser honestos.

Abu Qaswara

¿Qué te atrajo a tu protagonista, Abu Qaswara?
Era todo lo contrario al estereotipo de bombardero. Yo esperaba que fueran personas jóvenes [Abu Qaswara tiene 32] que no supieran mucho del mundo, y con la mente algo cerrada. Pero él no es así. Es de Arabia Saudita, y es un hombre gentil y generoso.

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Una de las partes más conmovedoras de la película es cuando Abu Qaswara revela que va a hablar con su padre por teléfono cuando esté en el camión.
Lo que tal vez no se entienda es que el papá lo estaba presionando mucho. He escuchado que eso es bastante común entre los saudí. Como mártir llegas al nivel más alto del paraíso, y también puedes pedir que vayan contigo 70 miembros de tu familia. Algunas veces la familia elige a un hijo para que este salve a la familia en el más allá. No se dice explícitamente en la película, pero se indica… el padre quiere estar en el teléfono en el momento de la explosión. Le mandó un mensaje diciendo: "¿Cuándo vas a morir?", así que creo que su papá lo presiona. No estoy seguro de que [Abu Qaswara] realmente quiera hacer eso.

No quiero revelar mucho, pero las cosas no salen de acuerdo al plan. ¿Crees que Abu Qaswara está feliz con el resultado?
Ayer me mandó un mensaje por WhatsApp. Le dije que se mantuviera a salvo, y él me dijo que iba a estar a salvo siempre y cuando hubiera pollo en el mundo. Le encanta el pollo frito.

Abu Basir al-Britani

¿Qué hay del tipo británico, Abu Basir al-Britani? ¿Perdió el respeto de sus hermanos al decidir salir de la lista?
Bueno, pues creo que fue difícil para Abu Basir porque me había dicho que su sueño más grande era hacer parte de una operación como mártir, pero creo que no hay problema realmente porque es normal cambiar de opinión. Además, siempre se es parte de una operación más grande; mandan el camión con un hombre bomba, él explota en la línea de batalla, deja un hueco y las fuerzas principales atacan a través de ese hueco. Pero siempre tienen un plan b en caso de que el primer bombardero cambie de idea. Hay muchas personas en la lista, así que no creo que le genere un estigma.

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¿Cómo compararías la experiencia de al-Nusra con la de filmar Behind the Taliban Mask?
Fue mucho más fácil con al-Nusra; no sólo por el idioma, sino por como nos entendimos culturalmente. Hay personas que han vivido en las monarquías del Golfo y tienen diplomas universitarios. Fue muy fácil comunicarnos. En Afganistán la mayoría era analfabeta. No sabían el riesgo que involucraba. Algunos hombres nunca habían salido de su propio pueblo; fue bien diferente.

Y además, los talibanes te secuestraron mientras hacías el documental.
Es el tipo de cosas que pasan allá. El comandante quería volver a casarse y necesitaba plata, así que pensó que podía simplemente capturar al periodista. Fue un poco absurdo.

Te secuestraron por una semana. ¿En dónde te tuvieron?
Estuve en una casa de familia con un viejo y sus hijos. Podía salir del lugar para ir al baño en las noches pero el traductor nos dijo que si escapábamos, los secuestradores castigarían a la familia. Si lo escribiera como un guion la gente no me lo creería. Me dieron una Kalashnikov cargada porque estaban preocupados de que otro grupo yihadista me tomara. No tenían suficientes minutos en sus celulares. Al final, fui yo el que logró llamar a la embajada de Noruega. Ellos lo intentaron, pero no pasaron del conmutador. Entonces yo llamé y hablé en noruego con el encargado de seguridad de la embajada y le expliqué dónde estaba, con cuántas personas y todo. Parecía una película de Monty Python. Pero así es Afganistán.

Sigue a David Hillier en Twitter.

DUGMA: THE BUTTON está disponible en iTunes a partir del 2 de agosto.