
Es un hombre al que le gusta viajar.
Con la cámara, que heredó de un amigo, se dedicó a retratar el destino de diversas personas. En 1996 se mudó a vivir en Los Ángeles y allí vivió junto a una comunidad de squatters, a quienes retrató con su cámara. En 2004 visitó las Filipinas y allí quedó completamente atado a la vida de los recolectores de basura del Smokey Mountain, el relleno más importante y grande de Manila. El nombre de este fotógrafo japonés, que está un poco demente, es Keisuke Nagoshi.
Su más reciente trabajo llamado Blue Fire, es una inmersión en el día a día de los mineros que se ganan la vida en las cumbres del volcán Kawah Ijen, en el este de la isla de Java en Indonesia. El lugar, que tiene todas las características de un paraíso, es a la vez, un infierno en el que cientos de hombres se ganan la vida buscando azufre. Los gases que salen del suelo volcánico hacen que se generen ciertas llamaradas azules, de ahí el nombre de esta serie de fotografías.
Este es un trabajo que se zambullé en la garganta de una montaña, que exhala gases venenosos y enciende fuegos de colores vistozos. Esta es una pequeña bitácora de los recorridos que Nagoshi hizo por las colinas de un lugar que no parece de este planeta.










Acá puedes ver más imágenes de este fotógrafo japonés.
Keisuke Nagoshi official website
http://www.keisukenagoshi.com
Twitter Keisuke Nagoshi
@ KeisukeNagoshi1
Canon Gallery - Photo Exhibition "BLUE FIRE"
http://cweb.canon.jp/gallery/archive/nagoshi-bluefire/index.html