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Lo que no sabías sobre 'Carnaval', la mejor fiesta callejera de Londres

Ishmahil Blagrove hizo un libro que cuenta la historia del Carnaval desde su concepción hasta el día de hoy.

Doctor Rat fue el líder de los notables Renegades, una de las bandas de steel más viejas de Trinidad. Llegó a Inglaterra y ayudó a establecer un capítulo de la banda junto a su socio Darcus Howe. 1977. (Foto cortesía de Norman Reid/ fototeca de David Hoffman).

Hay mucho folclor rodeando el Carnaval de Notting Hill en Londres. Discusiones sobre quién lo fundó; historias sobre Pink Floyd tocando en el corredor de una iglesia el primer año; reportes inexactos sobre cuántas mandíbulas se rompieron la vez que “Next Hype” se lanzó sobre la multitud. Pero por alguna razón nadie nunca intentó examinar cuidadosamente la historia y definir una línea temporal de cómo sucedieron las cosas. Así que Ishmahil Blagrove Jr. (escritor y fundador de Rice N Peas Films) y la editora Margaret Busby se encargaron de hacer precisamente eso.

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Su nuevo libro, Carnival: A Photographic and Testimonial History of the Notting Hill Carnival, (Carnaval: una historia fotográfica y testimonial del Carnaval de Noting Hill) se sumerge en la historia de la fiesta callejera más grande de Inglaterra, con la ayuda (y las fotografías) de las personas que han vivido en la comunidad desde su creación. Con la esperanza de descubrir un poco más sobre la historia, hablé con Ishmahil sobre los disturbios raciales en Notting Hill, los primeros días del Carnaval y cómo él y Margaret hicieron el libro juntos.

Carnaval de Notting Hill, agosto 1979 (Foto cortesía de la fototeca de David Hoffman).

VICE: Hola, Ishmahil. Empecemos por el comienzo: ¿Cuáles son tus primeros recuerdos del Carnaval?

Ishmahil Blagrove: Mis primeros recuerdos son probablemente de asistir con mi familia alrededor de 1974, lo recuerdo como un chico joven, viendo los desfiles y todos los trajes brillantes. No estaba tan concentrado en los sistemas de sonido.

¿Tenían sistemas de sonido en ese momento?

Los sistemas de sonido los introdujeron en 1973. Comenzó como un desfile normal de bandas de guerra y cosas así, luego Leslie Palmer introdujo los sistemas porque quería que el Carnaval incluyera a los jóvenes. La música reggae que estaba llegando era muy fuerte, pero no había ninguna representación de la misma en el Carnaval porque el evento estaba dominado principalmente por las procesiónes tadicionales de Trinidad.

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Hablemos de esos primeros días del Carnaval que se discuten en el libro.

Sí, el libro no es sobre colores brillantes y trajes; realmente te lleva a través de la historia, desde 1958 hasta principios de los 80; se ven los disturbios raciales en Notting Hill, el asesinato de Kelso Cochrane y los grupos que luego surgieron como resultado de eso. Hubo un partido comunista, por ejemplo, que desfilaba a lo largo de Notting Hill con carteles desafiando la discriminación racial. Este fue el momento de Oswald Mosley (fundador de la Unión Británica de Fascistas), y de otros grupos que empezaban a dar a conocer estas tensiones raciales.

¿Qué tan exitosos fueron aquellos primeros años en la solución de esas tensiones?

Muy exitosos, creo. El asesinato de Kelso Cochrane inpactó a la comunidad en ese momento; fue una especie de ‘gota que rebosó la copa’ de la violencia racial. Había un sentimiento de "esto fue demasiado lejos; alguien fue asesinado". En ese funeral había más de 1.200 personas, tanto blancas como negras. Había más solidaridad con la comunidad negra y los inmigrantes en la zona. Se comenzó a ver el tipo de graffiti que contrarrestó el racismo de Mosley y su grupo, que eran muy prominentes en Notting Hill en ese momento.

También mencionas que el Carnaval se volvió más militante algunos años después de su creación.

Bueno, había una gran cantidad de presión sobre la comunidad negra: requisas, acoso policial, arrestos… Había un policía legendario en la zona que a menudo le escondía drogas en la ropa a la gente. De hecho, hubo una protesta en 1969 donde hicieron una efigie de él y lo pasearon por el Carnaval. Luego, a partir de julio de 1969 a julio de 1970, hubo 12 o 13 redadas policiales en el restaurante Mangrove que acababa de ser inaugurado por [el activista de los derechos civiles de Trinidad] Frank Crichlow.

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La comunidad negra vio eso como un ataque. Hubo una protesta, en agosto, como resultado de ello, justo antes de que el Carnaval empezara, lo que estalló en desobediencia civil. Rhaune Laslett más o menos se retiró de la organización del Carnaval después de eso y tomó connotaciones mucho más militantes en términos de orgullo negro, identidad negra, identidad y resistencia negra.

Carnaval de Notting Hill, 1979; las personas sentadas en la parte superior de la furgoneta son miembros de la banda de reggae Aswad. (Foto cortesía de Vernon St Hilaire / fototeca de David Hoffman)

¿Cómo ha cambiado la resistencia policial a lo largo de los años?

Inicialmente, la policía y el Consejo apoyaban mucho al Carnaval. Sin embargo, se preocuparon cuando empezaron a ver un crecimiento real. Había solo un par de cientos de personas en el 65, 66; en 1969, había alrededor de 10.000. Lo que lo cambió para siempre fue 1975, cuando Capital Radio, transmitiendo a millones de londinenses, dijo: “¡Abajo el Carnaval!” Luego fueron los disturbios del 76, que pusieron al Carnaval en el mapa internacional de la misma manera en la que Brixton fue puesto en el mapa por los disturbios de 1981, lo que llevó a un aumento de la vigilancia policial.

¿Qué piensas de la actitud del Estado hacia el Carnaval en estos días?

Creo que el Estado se siente bastante amenazado por él; han manejado la situación de una manera contraproducente para la experiencia negra y la incorporación de la identidad negra en el paisaje británico. Es lo mismo que con los medios de comunicación; siempre que presentan un informe sobre el Carnaval, hablan sobre estadísticas de delincuencia. Es casi como un marcador al final de esos dos días. ¿Informan los medios de comunicación sobre el espectáculo multicultural, sobre su función de unir a las personas, sobre la danza, la música, las grandes obras que la gente ha producido? No, ellos no se centran en eso. Ellos informan cuántas personas fueron detenidas por drogas.

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Forzando un diálogo negativo sobre él.

Exactamente. En Glastonbury el año pasado hubo 170 arrestos de casi 250.000 asistentes. Si ves en el Carnaval del año pasado (un millón, un millón y medio de personas) y hubo alrededor de 300 arrestos. Pero ellos no informan sobre el crimen en Glastonbury; informan sobre el sentido de unidad y entusiasmo.

Carnaval de Notting Hill, agosto de 1979 (Foto cortesía de la fototeca de David Hoffman).

¿No crees que la reportería sobre el Carnaval se haya vuelto más equilibrada?

La reportería sin duda está cambiando. Lo que me preocupa es que no cambie lo suficientemente rápido, porque es algo que debe apropiarse; Rhaune Laslett comenzó el festival para llevar a la gente a las calles, a celebrar sus diferencias y reconocer lo que tenían en común. Creo que eso es algo grande y hermoso y realmente uno se pregunta por qué no recibe apoyo del Estado. ¿Por qué las personas que organizan el Carnaval están luchando con un presupuesto miserable? (£ 250.000 (800 millones de pesos aprox.) para un espectáculo de más de un millón de personas).

¿Qué piensas sobre el aburguesamiento de Notting Hill y la forma en que eso influye en el Carnaval?

La gente se mueve en la zona porque han visto la película Notting Hill, o porque se ha convertido en una zona de moda y luego, cuando llega el Carnaval comienzan a quejarse del ruido. Yo no compraría una casa al lado de un estadio de fútbol para luego quejarme del fútbol todos los sábados, ¿sabes? La gente sabe que esto es un elemento clave de la zona durante dos días al año, y es lo que define a la gente de Notting Hill. No fue la película la que convirtió a la zona en lo que es; fue el Carnaval. Fueron los personajes bohemios y rebeldes de la comunidad que crearon la identidad que todo el mundo quisiera tener.

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Y ahora la mayoría de ellos se han ido.

Sí, un montón de gente ha sido expulsada. La mayor parte de las industrias artesanales se han ido. Y ahora pusieron spas para perros. Por supuesto, estos cambios han ido sucediendo en todas partes y es bueno en un sentido, pero también margina a la gente en la comunidad que no puede permitirse el lujo de participar en ella.

Carnaval de Notting Hill, 2013 (Foto por Chris Bethell, no hace parte del libro de Ishmahil).

¿Cuáles son los aspectos positivos?

Los recursos que provee el Consejo ahora mejoraron en comparación a lo que eran. Viví aquí durante los años 80 y había cuatro casas de crack en mi manzana. Ahora han sido expulsados​​. Vienen barrenderos una vez cada dos días. Mis hijos ahora pueden jugar en un parque sin graffitis o columpios rotos. Estamos cosechando los beneficios de la restauración del barrio gracias a una comunidad más adinerada, pero tenemos que preguntarnos: "¿Dónde estaban estos recursos antes? ¿Por qué no estaban atendiendo a esta comunidad de esta manera antes?"

Tal vez si tuvieran este tipo de visión social y la capacidad de cuidar de una comunidad de esta manera, podrían usarlo para ayudar a las comunidades que están arruinadas por la pobreza. ¿Por qué no empezar a proporcionar el tipo de recursos sociales que estas comunidades necesitan?

Tu escribes en el libro sobre el Carnaval que fue creado por miembros de la comunidad, que tu solo lo organizaste.

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Yo vivía en la comunidad de Notting Hill y conocía a los personajes, conocía las historias, conocía los rumores, sabía la clase de personas que se encontraban en los campamentos y así, todo fue sobre la conciliación de estas distitntas narrativas que existían. Tuvimos una política de puertas abiertas y la gente podía entrar y presentar su historia, mirar las imágenes, identificar a los personajes y entonces podíamos empezar a reconstruir todo juntos.

Había grupos altamente políticos como "Manglar", que salía con trajes relacionados con todo tipo de temas de masas. En 1978, por ejemplo, llevaron a cabo "La vida y obra de Emiliano Zapata", en homenaje a la vida del revolucionario mexicano. Pero ellos no sabían en que año hicieron todos estos trajes, si fue a comienzos de los 70 o a finales, por lo que el libro ayudó a crear un documento de archivo definitivo.

Carnaval de Notting Hill, 2013 (Foto por Chris Bethell, no hace parte del libro de Ishmahil).

Mencionaste que había varios campamentos entre la comunidad. ¿Cuáles eran?

Estaba el campamento Rhaune Laslett y el campamento para [la periodista nacida en Trinidad y activista política] Claudia Jones, quien organizó un evento bajo techo después de los disturbios raciales de Notting Hill y el asesinato de Kelso Cochrane. La gente decía que su evento, en 1959, fue el verdadero comienzo del Carnaval, pero no tenía nada que ver con el Carnaval que hoy conocemos. Yo creo que el problema es que Rhaune Laslett [que organizó el Festival de Notting Hill, que luego se convirtió en el Carnaval] era una mujer blanca, y el Carnaval es visto como un acontecimiento negro del Caribe y las Antillas. Fue ese tema el que fue muy controversial. Sabes, había una persona que me decía: "¿Cómo podría una mujercita blanca, que ni siquiera podía bailar, concebir la idea de un carnaval?"

Sí. ¿Y el proyecto también va a contribuir a la comunidad?

Sí. Decidimos que el 20 por ciento de los ingresos se reinvierten en un grupo de la comunidad que está dedicado a las artes del Carnaval, y el 25 por ciento irá a las personas cuyas fotos hemos utilizado, queremos darles una especie de participación de los ingresos de la producción. La comunidad tenía un gran interés en él, y la forma en que se produjo, la forma experimental en la que nos acercamos a la construcción y la política editorial del libro, es sin duda lo que más me enorgullece.

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