Las semidiosas trans de la isla de Célebes

Todas las fotos por Rizky Rahadianto

La inconformidad de género es cada vez más visible en los debates alrededor del mundo. Aunque muchos defienden enérgicamente a aquellos que viven por fuera de las designaciones tradicionales de "hombre" o "mujer", todavía hay quienes luchan por despojarlos de derechos y protecciones. En un pequeño rincón de Indonesia, el concepto de un espectro amplio del género es milenario para los Bugis de Segeri en el Célebes Meridional, pero su persecución, en cambio, es relativamente reciente.

Segeri es una de los pocos pueblos de Célebes Meridional donde las tradiciones Bissu han permanecido. De los 300 grupos étnicos de Indonesia, Bugis es considerado uno de los más grandes. Su particular concepción de cinco géneros y una tradición de travestismo admite Calabai (hombres femeninos vestidos de mujer), Calalai (mujeres masculinas vestidas de hombre) y Bissu (sacerdotes y chamanes de género no binario) junto a hombres y mujeres. Desde el siglo XIII, los Bissu han sido considerados como los representantes más altos de la realeza Bugis. En el pasado, los Bissu vivían tradicionalmente en el palacio real y servían como consejeros cercanos de los reyes.

Los Bissu cargan con una tradición de siglos atrás que puede ser hallada en La Galigo, el manuscrito Bugis más antiguo. El libro hace énfasis en el rol central de los Bissu en la nobleza de la comunidad, especialmente durante la era preislámica. En ese momento, un Bissu era visto como un ser entre humano y dios. Lideraban rituales espirituales o de sanación durante las bodas o los períodos de cultivo. Durante las últimas décadas, la adopción del Islam en la cultura Bugis ha detonado un giro radical para estos semidioses.

"Dejen que la historia misma hable: los gurús predijeron hace 17 años que nosotros seríamos la última generación de Bissu", dice el Bissu Eka.

En los primeros años de la Indonesia independiente, el fundamentalismo islámico tomó el control de Célebes Meridional. Esto despertó un resentimiento intenso hacia los Bugis por sus creencias en la pluralidad del género. Los Bissu fueron señalados y acusados de practicar rituales no-islámicos (musyrik). En los años sesenta, Kahar Muzakar del Darul Islam lideró la Operasi Toba, una purga dirigida a los Bissu, expulsándolos a las sombras y forzándolos a esconderse en cuevas.

"Muerto o vivo, pase lo que pase, sigo siendo un Bissu. Prefiero morir siendo un Bissu porque no quiero ser juzgado como un cobarde. Está en mi sangre, nací para servir. Mi vida está dedicada a comunicarme con espíritus antiguos", dijo el Bissu Eka hablando sobre el pasado.

Recientemente, la Policía de Célebes Meridional prohibió los deportes y eventos culturales de los Bissu y los transgénero en Soppeng después de varias quejas de grupos islámicos. Fueron obligados a cancelar un desfile porque un grupo islámico afirmó que el evento iba en contra de sus valores religiosos. De la mano del día de la solidaridad LGBTI en Indonesia, Rizky Rahadianto y Arzia Wargadiredja, de VICE Indonesia, pasaron una semana con lo que permanece de la tradición Bissu de los Bugis.

Maggiri es un antiguo ritual que implica presionar una daga afilada contra el propio cuello. Muestra el estatus de semidiós de un Bissu, para mostrar que el cuchillo no puede traspasar su piel aunque tengan un cuerpo mortal.

Puang Matoa Ecce de Soppeng ha elegido vivir en el ahora vacío palacio real. Los viejos reinos Bugis veían la androginia de los Bissu como la más grande neutralidad que, incluso, podía evitar los 'affairs' reales.

En los años sesenta, los fundamentalistas islámicos torturaban a los Bissu durante la Operasi Toba. Afeitaban sus cabezas y, al final, los decapitaban para exhibirlas en público si se rehusaban a vestirse y actuar como hombres.

Bissu Matang, a sus ochenta, visita la cueva en la que se escondieron durante la purga. Bissu Matang nunca deja de hacer su peregrinación para rendirle honores a las tumbas de sus compañeros Bissu.