Soy Leyenda: la carrera de Steven Gerrard en imágenes

Hay cosas que parece que vayan a durar para siempre. Los eventos que se celebran regularmente (Navidad, Pascua, casamientos y funerales, elecciones) terminan convirtiéndose en imprescindibles en nuestras vidas. Nos gusten o no, la familiaridad que generan nos ofrecen un cierto confort, una sensación cíclica de orden. Algunos los adoran, otros los aborrecen, pero prácticamente todos los celebran (o aprovechan las vacaciones que suelen traer consigo).

Para los aficionados al fútbol de una cierta edad, que Steven Gerrard comience una nueva temporada con el Liverpool es un evento de esta categoría. Es como si Gerrard siempre fuera a aparecer vestido de rojo en un campo de fútbol el primer día de agosto, hablando con expresión seria sobre la posibilidad de devolver el título de campeón de liga a Anfield. La sensación para el aficionado es que los partidos estelares de Champions, las canciones de The Kop, los goles vitales, las tarjetas absurdas y las decepciones en la Premier League protagonizadas por Gerrard iban a durar para siempre. Durante 15 años, Steven ha encarnado el club: su paso por Anfield conecta la herencia de los Ian Rush y John Barnes con las épocas de Luis Suárez y Coutinho.

El sábado pasado, sin embargo, Gerrard jugó su último partido en Anfield, y este domingo jugará su último partido en la Premier League cuando el Liverpool se enfrente al Stoke City en el Britannia Stadium. Quizás sea definitorio de la carrera de Gerrard en la liga inglesa que este partido no signifique nada para ninguno de los dos equipos: sencillamente será un encuentro fuera de casa contra seguramente el contrincante más ordinario que se pueda imaginar. Aunque ocurrieran las mayores locuras en los resultados del resto de partidos, el Liverpool ya no puede terminar cuarto e ir a la Champions League del año que viene; también es muy improbable que alguien les arrebate la quinta plaza.

La carrera de Gerrard en el Liverpool, pues, será una bella historia en la que sin embargo el protagonista jamás logrará su premio más ansiado: la Premier League. Steven lo habrá ganado todo para el Liverpool (dos FA Cups, dos Copas de la Liga, una Community Shield, la Copa de la UEFA, dos Supercopas de Europa y, por supuesto, la Champions League del 2005)… menos la liga.

La carrera de Gerrard no acabará con un final de Hollywood, pero es que Gerrard no es un jugador de Hollywood. Gerrard es un culebrón británico: dramas marchitos, traiciones y reconciliaciones apasionadas, giros increíbles ocasionales. Steven nunca aparecería saliendo de Anfield en helicóptero, con un AK47 en una mano y una supermodelo en la otra; no, Gerrard estaba destinado a marcharse como colofón a una historia interminable pero predecible que se había filtrado previamente a la prensa. La ignominia de una expulsión a los 38 segundos frente al Manchester United, la eliminación en semifinales de la FA Cup frente al Aston Villa y el paso a jugador de banquillo que preceden a su marcha han sido tan crueles como adecuados para la idiosincrasia del personaje.

Saldrán los títulos de crédito y la carrera de Gerrard fundirá del rojo vivo al negro. En agosto, el mundo seguirá girando y el Liverpool volverá a empezar sin él. La vida deportiva del capitán 'red', sin embargo, nos muestra que nada, ni siquiera las despedidas, pueden durar para siempre. ¿Y cómo podría un culebrón acabar mejor que recordando sus mejores momentos cuando sus cifras de audiencia empiezan a bajar?