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Justin Trudeau, el primer ministro canadiense que gana peleas de boxeo y "cautiva" a Ivanka Trump

Y neutralizó a Donald Trump, y hace complicadas posiciones de yoga. Es el político de moda en el mundo.

Justin Trudeau es el presidente de moda en el mundo. El Primer Ministro de Canadá ha cautivado a propios y extraños con su personalidad, el freno que le ha puesto a Donald Trump, la semibabeante forma en que Ivanka Trump lo miraba, pero también por sus capacidades atléticas.

Trudeau ha basado su atractivo político muy a la usanza de Barack Obama: todo parece hacerlo bien. Gran orador, gran carisma, no pierde el estilo ni cuando se para a bailar, ni desmerece cuando participa en una partida deportiva de lo que sea. Obama era un notable tirador en el basquetbol, por ejemplo. Trudeau vapuleó a un senador en un combate de boxeo con fines caritativos el 31 de marzo de 2013. Una pelea que lo catapultó políticamente hasta convertirse en Primer Ministro de Canadá.

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El senador conservador, Patrick Brazeau, era el favorito por tres a uno de cara al combate. Y es que Brazeau era un exreservista en las fuerzas armadas canadienses y tenía un sólido pasado en las artes marciales. Trudeau, por el contrario, tenía antecedentes en las artes marciales, luego de practicar judo con su padre, el ex primer ministro Pierre Trudeau, y practicó algo de boxeo en su juventud, pero el joven político parecía minimizar sus habilidades y experiencia.

Brazeau salió fuerte en el primer round, pero no pudo dominar a Trudeau y fue perdiendo ímpetu. Para el segundo round, Trudeau estaba acosando consistentemente a su exhausto rival con una serie de golpes de poder poco ortodoxos, pero efectivos. Para el tercer y último round, el réferi tuvo que detener el combate. Justin Trudeau no solo había derrotado a Brazeau, le había dado un nocaut técnico definitivo.

Andre Potter, del Ottawa Citizen, elogió el desempeño de ambos hombres en su columna que se publicó el lunes siguiente. "En los festejos de su victoria luego del combate, Trudeau estuvo magnánimo, minimizando el significado de su sorpresiva victoria y dándole crédito a Brazeau por poder pegar como camión. Por su parte, Brazeau rápidamente se repuso de cualquier sentido de humillación y encontró el tono correcto de humildad y respeto", escribió. "La moraleja es que al momento en que terminó la pelea, el miembro del parlamento y senador habían demostrado valentía, espíritu deportivo, respeto mutuo, y honor, algo de lo que carecen muchos de sus colegas con carreras completas en el parlamento. No sólo son esas virtudes para el ring, sino virtudes generales de liderazgo".

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Potter incluso especuló. "¿Llegarán Justin Trudeau o Patrick Brazeau a liderar sus respectivos partidos? ¿Podrá algún día alguno de ellos convertirse en primer ministro? Quién sabe. Pero si alguno de ellos sigue adelante y se convierte en algo más de lo que hoy es, podrán decir que eso comenzó realmente en un ring de boxeo, un sábado por la noche, en la pista de baile de un hotel, en el lado este de Ottawa".

Un año después, Trudeau fue elegido como nuevo líder del partido Liberal canadiense. Cuando los canadienses fueron a las urnas, se confirmó la predicción de Potter. Los liberales de Justin Trudeau ganaron un gobierno de mayoría, derrotando a los conservadores que habían gobernado por mucho tiempo, y Trudeau se convirtió en Primer Ministro de Canadá. Y esa pelea de boxeo realmente pudo ayudarlo a llegar hasta ahí.

La pelea casi cambió de forma inmediata la imagen de Trudeau en los medios, según un análisis realizado por la candidata a doctora en sociología por la Universidad de Toronto, Elise Maiolino, que revisó más de 200 artículos publicados en inglés antes y después de la pelea. El análisis se publicó en mayo de 2015 en el Canadien Review of Sociology.

"Antes de que derrotara al senador conservador, Patrick Brazeau en una pelea de boxeo en 2012, Trudeau era visto ampliamente por los periodistas como un junior sin experiencia, a quien le faltaba el peso para liderar en la arena poítica", escribió Peter Boisseay en un reportaje sobre la investigación de Maiolino. "Luego de la pelea, se convirtió en un hombre elogiado por su dureza, fortaleza, honor y valentía, que se catapultó al liderazgo del Partido Liberal de Canadá y se convirtió en un contendiente legítimo para ganar la siguiente elección federal".

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La lección para Justin Trudeau parece haber quedado bien aprendida. Desde sus redes sociales, ha proyectado la imagen de un hombre que baila, que hace ejercicio, que mantiene una vida sana y vigorosa. En 2013, por ejemplo, Trudeau tuiteó una foto que lo confirmó como un avanzado practicante de yoga. En la foto, Trudeau posa haciendo la posición de "mayurasana" o la posición de la paloma.

RT — Justin Trudeau (@JustinTrudeau)8 de abril de 2013

Justin Trudeau se convirtió en la gran figura política del momento. Consolidó su estatura como un gran estratega mediático, que cuida perfectamente las señales que manda. En su reciente visita a Donald Trump fue viral el video sobre su estrategia para contrarrestar el apretón de manos invasivo del presidente de Estados Unidos que gusta de jalar hacia él a la persona que saluda, tratando de imponer su mayor calado físico, pero Trudeau resistió, le puso la mano en el hombro con vigor y evitó ser jalado por Trump.

Y no solo eso, sino que su carisma, el del hombre que todas las puede, quedó más que evidente unos días después, cuando se viralizó una serie de fotos en las que la hija de Donald Trump, Ivanka, parece lanzarle todo un arsenal de miradas y sonrisas, que retratadas astutamente parecen mandar la señal de que Ivanka ha quedado más que arrollada por la personalidad de Trudeau. Quizás las miradas de Ivanka iban en otra dirección, pero el hecho de que las redes sociales viralizaran las fotos, dan cuenta más de las capacidades carismáticas de Trudeau que de lo que en realidad haya podido ocurrir.

Quédate con quien te mire como Ivanka Trump mira a Justin Trudeau. — TENIENTE CHOCHOS (@chochos)16 de febrero de 2017

Texto basado en el artículo de Sarah Kurchak para VICE Sports Canadá