Menos (tenis) puede ser más: por qué Serena Williams es un mejor modelo a seguir que Tiger Woods

Recientemente, Serena Williams hizo un bobo, carismático, y totalmente innecesario vídeo tributo, bailando "7/11" de Beyoncé. Buscó tiempo para hacer una sesión de fotos para la portada de Vogue. Hace unos días, se encontraba con Taylor Swift en un concierto en Londres. Y fue difícil saber si Williams se estaba divirtiendo porque por una parte, se la pasó riendo, pero por la otra también admitió estar en un equipo competitivo de baile.

"Nuestro sueño es bailar en el programa de Ellen", Williams dijo.

Si las sumas, a veces parece que la vida es una distracción tras otra para Williams. Y eso es un problema. Después de todo, esta es la mejor temporada del año para los tenistas profesionales. Wimbledon comienza hoy, seguido por la temporada de verano en las canchas duras y el U.S. Open. Así que tengo uno que otro consejo para Williams: si tienes algo de interés por sobresalir en el tenis, olvida los vídeos y sesiones fotográficas. Compórtate y comprométete.

Ah, por cierto, esto puede ser también la cosa más tonta jamás escrita.

Sin embargo, hace una década, no pareció de esa forma. Como cuando Chris Evert escribió una carta pública a Williams en la revista Tennis de 2006, diciéndole de todo a la mejor tenista del mundo: "Me pregunto si en 20 años, vayas a reflexionar y arrepentirte de no haber entregado el 100% de ti al tenis."

En ese entonces, no se trataba de un sentimiento bullicioso. Los fans del tenis sabían que Williams era fantástica. Querían que fuera grandiosa todo el tiempo. Mientras tanto, Williams a veces parecía no querer lo mismo. Solo hasta hoy, años después, el debate se ha solucionado. Y algunas de las palabras de Evert merecen un vistazo más profundo.

Entregar el 100% de ti al tenis.

Williams con 33 años ha ganado los tres torneos (majors) pasados, está clasificada en el primer lugar, y es la mejor tenista de todos los tiempos. (Para mi es la número dos detrás de Steff Graf, pero aproximándose rápidamente). Williams ha significado muchas cosas en el curso de los años acerca del papel de las mujeres en el deporte, la diversidad en el tenis, y cuestiones relacionadas con la imagen física femenina. Pero hay otro ángulo que pasa desapercibido, donde el mensaje de la carrera histórica de Williams no parece encajar con otros, sin importar que tan clara y, repetidamente, lo demuestre.

Williams siempre ha impulsado variedad en su vida, actividades y hobbies y una identidad más allá de la cancha, explicando a los críticos, cuando era más joven, que si se enfocaba 100% en el tenis todo el tiempo, se quemaría. Bueno, ahora se encuentra en sus treinta y aún sigue dominando: 32-1 este año, 4,421 puntos arriba de la número dos Petra Kvitova en la clasificación de la WTA, ganadora de siete títulos de Grand Slam —dos majors más que Graf, Evert y Martina Navratilova combinadas después de los 30 años.

Compara esto con Tiger Woods, quien también ha hecho mucho por el deporte y ha significado grandes cosas para muchos. ¿Una de esas cosas? Woods cambió la relación de los padres en el deporte. Todos vimos Earl Woods preparar a su hijo para ser el mejor golfista del mundo. Funcionó. Woods ganó su primer Masters en 1997, y desde ese día, muchos padres queriendo ser Earl tomaron las lecciones equivocadas. Los padres obsesionados con el deporte cada vez fueron más comunes. Impulsados por sus papás y mamás Tiger, nuestros niños se convirtieron en especialistas atléticos, pequeños profesionales. En los viejos tiempos, los niños solían trepar árboles. Ahora, practican es sus lanzamientos curvos o con sus palos de golf para arena.

Un deporte, una habilidad, un movimiento, un pensamiento.

No estoy seguro si los padres Tiger se han dado cuenta, o si saben qué modelo están siguiendo, pero el modelo de Tiger Woods ha fallado. Woods ha fallado. Su vida es un desastre. Se ve decaído. Infeliz. Con 39 años, ya ni siquiera puede jugar golf, no con su cuerpo sobrecargado.

Mientras tanto, Williams es dueña de un deporte típicamente colmado de gente más joven, y sigue en conciertos con Taylor Swift, carcajeándose y divirtiéndose.

Pero no importa. Los padres deportivos parecen extrañamente cómodos siguiendo el método de Tiger. La terapia física es una industria en crecimiento, gracias a los niños que sufren repetitivas lesiones de movimiento. Hay una creencia de que si no has comprometido a tu hijo a un deporte para cuando cumpla seis años, su carrera deportiva ha terminado.

En el juego de campeonato de baloncesto entre North Carolina y Michigan State en Detroit en 2009, me subí al elevador con un señor y sus dos hijos, uno vistiendo la playera de Michigan State y el otro la de North Carolina. El elevador se detuvo y Michael Jordan entró.

De verdad. Jordan le dijo al niño con la playera de Michigan State que estaba apoyando al equipo equivocado. Después, le preguntó al niño con la playera de North Carolina si jugaba baloncesto. El niño respondió que sí, pero que no era muy bueno. No había jugado en mucho tiempo. Jordan le preguntó cuántos años tenía y él dijo —no recuerdo muy bien— que tenía 10.

Jordan dijo que no importaba, que él empezó a jugar cuando tenía 12 años.

El mejor jugador de todos los tiempos comenzó a jugar casi cuando era un adolescente, pero si los niños de hoy no son profesionales antes de que pierdan su primer diente de leche, entonces sus futuras carreras ¿están terminadas?

Padres obsesionados tomen nota: los cuerpos de los niños no están construidos para un deporte 12 meses al año. Necesitan balance. Necesitan descanso también. Otras cosas en su vida. Y no solo para la salud física, sino también para el bienestar mental y emocional.

Mira, también soy papá, y cuando veo a todos esos padres trabajando tan duro, tienes que decidir si quieres ser un padre demente también, solo para seguir con la moda. Puedes decidir retroceder y dejar que tu hijo encuentre el camino saludable. Si eres competitivo, será difícil.

Algunos padres están dispuestos a quitar todas las "distracciones" de sus hijos —quienes terminan por no aprender cómo solucionar problemas o lidiar con cuestiones de la vida por sí solos y no aprenden a crecer con base en sus experiencias.

A lo mejor, Woods es solo un caso, y tal vez sea extremo. Especial. El punto es que Serena y su hermana Venus son casos especiales también. Su papá, Richard, de seguro las motivó cuando eran pequeñas, pero no las dejó jugar en el torneo de circuitos de pequeñas porque la presión era mucha y no creía que fuera saludable para su salud.

Por sus resultados deportivos —y su aparente vida adulta bien establecida—, ¿no vale la pena considerar el camino de Serena?

Honestamente, estoy realizando un cambio de 180 grados desde hace años. De alguna forma, solía ser un crítico de Williams. Todavía pienso que cometió un error en el pasado por parecer haber perdió intencionalmente tantos encuentros de primera ronda en torneos que no eran majors. En efecto, eso ocasionó que dejara de jugar muchos partidos, pero no fue profesional o justo para los fans que pagaron.

El año pasado, la prospecto Eugenie Bouchard perdió en la final de Wimbledon. Desde entonces ya no juega de la misma forma, mientras que su popularidad ha crecido. Una revista londinense recién la nombró la atleta con más rentable en el mundo. Algunas personas dicen que se ha enamorado de su propia fama y olvidado del tenis.

Esto suena familiar.

Evert, ahora un analista de ESPN, dijo en una teleconferencia que los problemas de Bouchard eran mentales, pero ella también dijo esto:

"Ajá, cuando escribí esa carta a Serena acerca de las distracciones…es un área delicada," Evert dijo. "Reitero, creo que si ella (Bouchard) tiene el deseo de recobrar su nivel, tiene que priorizar y dejar de lado las portadas de revistas por ahora. Creo que todo lo que tiene que hacer es trabajar con cero distracciones para poder recobrar su nivel."

Puede que Evert está en lo correcto. Al menos cuando se trata del estado actual de Bouchard. Pero a la larga, tal vez Bouchard necesite algunas distracciones para mantener su mente fresca.

Se puede argumentar que Williams, quien ha ganado 20 majors, probablemente habría ganado más si hubiera "puesto el 100%" de sí misma en el tenis, y no haberse distraído con la moda, el diseño de las uñas, irse de fiesta y todo lo demás. También me lo pregunto.

Si Williams hubiera tomado esa ruta, a lo mejor ya estaría retirada, o hubiera terminado como Tiger Woods.

Jack Nicklaus dijo el otro día que no puede entender lo que le sucede a Woods y que realmente no quiere saberlo. Casi al mismo tiempo, Nicklaus había invitado a las hermanas Williams a su casa para practicar en las canchas de tenis con pasto. Seguimos moldeando a nuestros hijos con la imagen de Woods, mientras Serena llega a Wimbledon como la gran favorita, carcajeándose, bailando y esperando aparecer en el show de Ellen.

Es tiempo de repensar al 100%. A veces, menos puede ser más.