Alemanes cabreados nos explican el auge de la ultraderecha en su país
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Alemania

Alemanes cabreados nos explican el auge de la ultraderecha en su país

Hablamos con los votantes de un barrio de Berlín, antiguamente de izquierdas que de repente empezó a decantarse por los partidos antiinmigración en estas elecciones nacionales.
NC
traducido por Núria Cabrera

Este artículo se publicó originalmente en VICE Alemania.

En el municipio de Marzahn-Hellersdorf, en Berlín, 250.000 ciudadanos viven hacinados, unos encima de otros, todos metidos en un complejo de apartamentos de obra vista. Este es uno de los "problemas de distrito" de la ciudad, sobre todo si preguntas a algunos de los miembros de la prensa política. Esta es la única parte de Berlín en la que un pequeño porcentaje de estudiantes acaba la secundaria. Sobre el 39 por ciento de los menores de 15 años de este municipio crecen en [hogares sujetos al Hartz IV](https://www.vice.com/de/article/jpzqpk/kasetoast-bugeln-klassenfahr ten-hassen-so-ist-es-arm-in-deutschland-aufzuwachsen), un programa de ayudas sociales despreciado por una parte de la clase alta de la sociedad alemana.

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El Die Linke ("La Izquierda") ha sido durante mucho tiempo el partido más popular del distrito, número 85 de Alemania. Pero en las elecciones nacionales de este pasado fin de semana —en las que Angela Merkel, junto con su coalición de centro-derecha, ganó un cuarto mandato como canciller alemana—, la participación de La Izquierda en la votación disminuyó casi 13 puntos desde 2013, llegando a un 26,1 por ciento. Al mismo tiempo, uno de cada cinco votantes en Marzahn-Hellersdorf votó por el partido ultraderechista Alternative für Deutschland (AfD). En ninguna otra parte de Berlín este partido —vehículo electoral para lo más cercano que Alemania tiene a un movimiento ultraderechista— ha tenido tantos votantes. Hicimos una pregunta muy sencilla a los que votaron por el AfD: ¿por qué?

Uno de cada cinco votantes en Marzahn-Hellersdorf votó por el partido ultraderechista Alternative für Deutschland (AfD). En ninguna otra parte de Berlín este partido ha tenido tantos votantes

Obviamente, el país ha cambiado mucho en los últimos años. Alemania aceptó a más de un millón de refugiados, y la frecuencia de atentados terroristas mortales ha perturbado a la gente por toda Europa. Mientras tanto, el AfD ha pasado de ser un simple partido euroescéptico a uno que, hábilmente, fomenta el miedo a los extranjeros y a que estos se las ingenien para entrar al país, una práctica que se ha convertido en habitual en gran parte de Europa occidental.

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De entre la clase obrera de este distrito, mucha gente trabaja en el sector primario y secundario. Un ejemplo es el padrastro de Angelina, que justo había ido a votar cuando fuimos a hablar con ella. Angelina, que estaba sentada en las escaleras de la entrada de uno de los complejos de pisos con otros niños, nos dijo que tiene 13 años.

De entre la clase obrera de este distrito, mucha gente trabaja en el sector primario y secundario

Está en octavo curso, fuma cigarrillos Marlboro, y la raya de ojos le separaba con gran precisión las pestañas de la sombra naranja en el párpado superior. ¿Qué tenían ella y su padre planeado para el resto del día? "Quedarnos por aquí sentados y no hacer nada. Como siempre", decía la adolescente.

Mucha de la gente con la que hablamos nos contaron que allí son muy felices. "A mí no me gustaría vivir en Kreuzberg", explicaba un hombre que vimos en frente de un colegio electoral. Él se refería a un barrio de moda de la ciudad. "Es una zona pacífica y se está tranquilo. Yo no quiero mezclarme con los locos que hay en Berlín".

El AfD ganó un gran porcentaje de votos en el distrito, a pesar del bajo porcentaje, 15 por ciento, de inmigrantes que tiene Marzahn. O quizás tales resultados se dieron por esa misma razón. El AfD parece haber aprovechado perfectamente el nativismo porque, durante las últimas elecciones federales de 2013, La Izquierda consiguió un 38,9 por ciento de los primeros votos (en el sistema electoral alemán, cada ciudadano tiene dos votos: uno para un candidato y otro para un partido), convirtiéndose así en el partido más fuerte de la zona.

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El año pasado, el AfD venció a La Izquierda por primera vez en unas elecciones parlamentarias del estado de Berlín. El fin de semana pasado, siguieron progresando.

Mike, 47, exalbañil

Mike está de pie delante de un kebab en Marzahn, fumando un cigarro con uno de los empleados. Los dos mantienen una conversación entretenida y se ríen. Mike explica que votó al AfD por temas sociales pero, sobre todo, por los inmigrantes. "Los inmigrantes siempre tienen la culpa", añade el empleado del restaurante. Mike le mira y se ríe, nerviosamente. "Pero, por lo menos, estás trabajando", dice.

VICE: Has votado al AfD, pero ¿sabes que el partido es, mayormente, ultraderechista?
Mike: Yo he trabajado en la construcción durante años y no recibo nada a cambio. Voto al AfD porque estoy cabreado, y espero que se conviertan en el tercer partido más poderoso. Si por eso me vas a llamar nazi, hazlo, me da igual.

¿Crees que te han tratado injustamente?
Sí. Por ejemplo, yo tengo problemas de espalda y, después de múltiples operaciones, tuve que dejar de trabajar. En una ocasión fui a una oficina de la seguridad social porque pensé que podrían ayudarme a hacer el interminable papeleo, pues es un proceso bastante complicado. Pero no lo hicieron porque soy alemán y ellos solo ayudan a refugiados.

Mike lleva horas sentado allí, y ahí sigue, en compañía de tres amigos en la esquina de detrás del kebab. Todos rondan los 50 años y están fumando y bebiendo cerveza. Mike pide un chupito. Su amigo Mario está preocupado porque dice que Mike ha entendido la situación de manera equivocada. Mario y Mike trabajaron juntos en la construcción. Mario tiene 53 años y es encargado en una obra.

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Mario: Mike es un buen tío, no os toméis mal lo que dice. No somos nazis, con nuestro voto lo único que queremos es protestar.

VICE: ¿A quién has votado tú?
Mario: Yo solía votar a La Izquierda, pero ya no pienso hacerlo más. Tampoco voto a Los Verdes, ni al Partido Democrático Libre (FDP), ni al CDU (unión de partidos entre la Unión Demócrata Cristiana de Alemania y la Unión Social Cristiana de Baviera), ni al SPD (Partido Socialdemócrata). Debería haber un cambio radical. Yo me conformo con que el SPD consiga como mucho el 18 por ciento, sueño con ello. Seguramente quien los vote esté senil o en un asilo.

¿De dónde viene esta actitud antiinmigrantes?
No tengo nada en contra de los refugiados. Una vez escondí los pasaportes de una familia vietnamita en mi casa para que el proceso de búsqueda de asilo tardase más y pudieran quedarse más tiempo. Hoy en día siguen viviendo en Alemania. Mi actitud viene de cuando los comisionados de inclusión social nos dicen, por ejemplo, que la única cultura que tenemos los alemanes es el idioma. Eso es algo que me ofende. La cultura alemana es la sencillez, la franqueza, y la laboriosidad.

¿Qué podemos hacer para que la sociedad alemana no se distancie más?
No puedo responder a eso. ¿Cómo podemos salir de esta situación? Quizás deberíamos intentar que haya un cambio y así ver cómo están las cosas realmente en nuestra sociedad. Hay infinidad de jubilados que se ven obligados a vivir en la calle y recolectar botellas para conseguir unos céntimos. En este país hay muchos problemas en los que nadie se para a pensar nunca.

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Thilo, 36

Thilo llega caminando de la mano de su novia del colegio electoral en el Peter Pan Elementary School, en Marzahn. En el otoño de 2014, 30 niños empezaron el colegio ahí. Años antes, ese número rondaba los 80. Hace ya cuatro años que el colegio debería haber empezado una reconstrucción para ampliarlo, pero no se ha hecho nada todavía. Mucha gente, incluso aquellos que están cerca de los 50, van al colegio electoral con muletas o en silla de ruedas.

VICE: ¿Por qué votaste al AfD?
Thilo: Voté al AfD y al NPD, (un partido ultranacionalista de extrema derecha nacido del Partido del Imperio Alemán que se formó inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial) porque no quiero dar mi voto a los partidos más grandes.

Este tipo de partidos lo único que hacen es hundir nuestro país todavía más. Aquí en Marzahn las cosas han estado siempre muy tranquilas. Por supuesto, nuestra infraestructura y todo se está desmoronando, pero nosotros nos lo tomamos a risa y decimos que "el Marzahner puede sacar caramelos de la mierda". Aunque últimamente las cosas han empeorado considerablemente.

Fachada de la entrada principal del colegio electoral en el Peter Pan Elementary School, en Marzahn-Hellersdorf

¿A qué te refieres con eso?
¿De dónde se sacan esos millones de euros que se invierten en albergues para refugiados, construidos justo debajo de nuestras narices? Empezaron a construirlos sin esperar a los resultados de los cuestionarios que los locales rellenamos. Los jóvenes de aquí se están volviendo muy desvergonzados, atacan verbalmente a la gente. Su mentalidad es, básicamente, la de "me importa una mierda".

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Mario, 50, exagente de policía

Dos jóvenes en pantalón de chándal van caminando. Cuando nos ven, uno de ellos grita "¡yo voto al NPD!" y hacen el saludo de Hitler. Ambos parecen encontrarlo divertido. Mario está de camino del colegio electoral con su mujer, dice que ha votado al AfD por instinto.

VICE: ¿Qué quieres decir con "instinto"?
Mario: No estoy satisfecho con la mayoría de partidos y quiero darles una lección. Además, tampoco estoy de acuerdo con las políticas para los refugiados. Los crímenes están aumentando en el municipio. Por ejemplo, el amigo de un amigo explicó que a un amigo tuvieron que llevárselo al hospital porque unos refugiados le atacaron.

¿Pensaste mucho en a quién ibas a votar?
Este año no tenía más elección. Hacía tiempo que tenía claro que iba a votar al AfD. Vivimos en una democracia y tenemos que acarrear con las consecuencias. Antes solía votar al SPD.

Matthias, 29, experto en logística

Matthias está con unos amigos en la puerta del colegio electoral. Hablan entre ellos, unos cuantos han votado al AfD. Matthias es el único que explica por qué, los otros no paran de darle la razón y de interrumpirle de vez en cuando para añadir cosas a lo que él dice. Pero siguen negándose a que les entrevistemos.

VICE: ¿Por qué votas al AfD?
Mathias: Esta mañana seguía con el dilema: o AfD o La Izquierda. Estoy muy cansado de los partidos de siempre. Hace ocho años, voté al FDP y otra vez al SPD. Pero los cambios no se ven, así que ya no les voto más. El AfD es el único partido que piensa en la gente.

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¿Te sientes marginado?
Es solo que se hace mucho más por los refugiados que por nosotros. Muchos de mis amigos están todavía buscando trabajo, y los refugiados ganan dinero gratis, incluso tienen preferencias a la hora de conseguir vivienda, se les paga todo. Y eso hace que los propietarios aumenten sus medidas de seguridad, lo que significa que todo suba de precio.

Ewald Boot, 64, administrador de un colegio electoral de Marzahn, se acerca al grupo de personas que se empieza a formar. Escucha la conversación durante un rato y luego, tranquilamente, interviene:

Ewald Boot: Yo opino distinto a vosotros. Deberíais ver la situación de distinta forma. Si yo tuviera que irme de mi casa ahora, por la que estoy pagando 350 euros, entonces el propietario aumentaría el alquiler a 400 euros, aunque los nuevos inquilinos fueran o no refugiados. No hay que culpar a los refugiados de que los pisos se estén encareciendo.

VICE: ¿Qué otros argumentos tienes?
Ewald: Casi nunca he visto a un votante de AfD dar un argumento lógico. Es complicado tratar con los miedos difusos.

Edwald Boot, 64, administrador en funcionesde un colegio electoral de Marzahn y coordinador voluntario de un albergue de refugiados de Berlín. Él ha votado a La Izquierda y al SPD.

¿Cómo van a seguir las cosas después de las elecciones?
Yo estoy preocupado. El NPD también fue representado en algunos estados parlamentarios, pero tuvo que luchar mucho. No creo que nos quitemos de encima tan fácilmente al AfD, pues tienen a políticos muy profesionales. Me da miedo que la relación entre la izquierda y la derecha empiece a parecerse a la de los EUA. Yo he visto cómo amistades se han acabado por esto.

No pareces estar enfadado con la gente de aquí. ¿No deberías, como izquierdista que eres, rechazar a los votantes del AfD?
Nunca hay que rechazar a nadie. Muchos de ellos votan para protestar por algo, y eso lo entiendo. Muchas cosas han empeorado en los últimos años. En mi colegio electoral, el AfD recibió solo tres votos menos que La Izquierda en las últimas elecciones. Pero, a pesar de la triste realidad, estoy orgulloso de que las elecciones hayan funcionado en nuestro país y que no estén influenciadas por lo que pasa fuera. Lo importante es que todo el mundo pueda expresar su opinión abiertamente.