¿Quién va a los estadios del Mundial femenino?

Después que la Selección Nacional Femenina de Estados Unidos derrotara a Nigeria por 1-0 el 16 de junio para asegurarse la primera plaza en el llamado "grupo de la muerte", nueve cansadosfans estadounidenses subieron al tren de la linea canadiense cerca de la Plaza BC y llegaron a la casa en Vancouver, Columbia Inglesa que habían alquilado para el mes. Este grupo no era propiamente una familia o un grupo de amigos de vacaciones. Venían de diferentes ciudades y se conocieron entre ellos a través de las redes sociales. Una vez que llegaron, la mayoría de ellos se sentido en las sillas del salón y en el sofá, agotados por horas y horas pasadas de pie bajo el sol animando a los atletas que estaban haciendo el trabajo real de entrenarse.

Kelsey Miglioretto, de 29 años, tomó una pizarra en la cocina y empezó a escribir las informaciones que pareció sacar de su móvil, para poder determinar cual de los equipos terceros de cada grupo podría avanzar a los octavos de final. Stephanie Yang, de Boston, escribió a maquina apuntes de juego para enviárselo a un blog donde se escribe sobre el equipo The Boston Breakers de la Liga Nacional Femenina (NWSL), y sobre el equipo femenino de E.U.. El resto del grupo sacó sus teléfonos para leer lo que se decía sobre el juego en Twitter y en otras redes.

Este grupo de Vancouver pertenece a una especie rara. No solamente son seguidores de USWNT, ni seguidores de fútbol que quieren participar a un evento internacional. Ellas mismas se describen como fans del fútbol femenino –o como les gusta llamarse en las redes sociales "woso" fans.

Las estadísticas sobre la asistencia a la Copa Mundial Femenina de este verano han sido variadas. Los organizadores del torneo en Canadá afirman que un millón de entradas se han vendido hasta ahora, superando las 845,751 entradas vendidas hace cuatro años en Alemania. Sin embargo, la mitad de los partidos de este año se desempeñaron en dos partidos, el que significa que dos boletos fueron contados como vendidos aun que el titular solo asistió a uno de los dos partidos.

En cualquier caso, los telespectadores vieron estadios medio vacíos en Montreal y Moncton en los primeros partidos. Con el 95% de las entradas vendidas a los norteamericanos –según el New York Times– no es ninguna sorpresa que el publico mas amplio haya sido para los juegos con los EE.UU y los equipos canadienses. Los Estados Unidos han sido durante mucho tiempo la potencia mas grande del fútbol de mujeres, pero este torneo se presenta como tercer intento de desarrollar y expandir el fútbol profesional femenino a las mayorías de las ciudades de EE.UU.. A los ojos de los fans de estados unidos, no todo el fútbol femenino merece atención

Pero una base ardiente de fan existe, aunque pequeña.

Miglioretto, el titular de entradas para el equipo Portland Thorns, planeó el viaje a la Copa Mundial desde hace mas que 10 años. Se pegó algo como diez días mas de vacaciones de su trabajo de programadora solo para asistir al entero torneo. Yang ha pasado los últimos dos años de su vida ahorrando dinero para poder pasar este mes concentrada únicamente el "woso". Cinco mas se han añadido al grupo en el piso de fans para todo el mes. Y otros fanáticos que no tienen todo el tiempo necesario para asistir llegarán solamente unos días, o el fin de semana, o simplemente para un partido –lo que puedan. Algunos de ellos –como Miglioretto– son de los fans locos del Portland, pero su conexión verdadera y real es con la comunidad de los "woso" en internet, donde solo se habla de fútbol femenino, y donde puedes encontrar todas las informaciones que necesitas.

"Somos una especie de grupo de nicho", dice Yang. "Cuando nos enteramos que estamos todos en linea, pues empezamos a discutir sobre cualquier cosa".

A principios de la semana, un grupo de chicas de secundaria reservó cuatro filas de asientos en el extremo noreste del DB Place durante el doble enfrentamiento entre Suiza y Ecuador, y entre Japón y Camerún. Las chicas pertenecían a un equipo de fútbol de la escuela superior de Notre Dame, y lo que estaban viendo no era la USWNT, pero igualmente no podían no parar de enseñar la bandera de Estados Unidos de todos modos.

El padre de uno de los jugadores quería comprar boletos para toda su familia cuando se dio cuenta que el torneo sería en Canadá este año. Entonces pensó que también en algunas de las compañeras del equipo de su hija, hasta que 19 chicas más siete acompañantes volaron a Vancouver. Alojaron en los dormitorios se la Universidad de Columbia Británica y las chicas también se entrenaron un poco en sus instalaciones de fútbol. Una acompañante – Kim Cosgrove– dijo que el engranaje era perfecto porque pudieron aprovechar de las vacaciones de verano para aprovechar de un torneo que al final no esta tan lejos. Sin un equipo femenino profesional en Los Ángeles, las opciones para ver el fútbol femenino se limitan generalmente a los equipos femeninos de USC y UCLA. "Muchos de ellos han sido a los juegos de la 'Galaxia', por supuesto", dice Cosgrove, refiriéndose al equipo de la MLS de Los Ángeles.

Por supuesto las jugadoras de fútbol de las 'High School' americanas disfrutan muchísimo mirando los partidos de la copa del mundo. "Es muy inspirador", dice Grace, la hija de 15 años de Cosgrove. También afirma que le gustaría jugar como profesional algún día. "Quiero decir, si soy capaz."

¿Habrán también fans que no sean de los Estados Unidos o Canada a ver la copa del mundo? Muy alto para los standards de un doble enfrentamiento, 10 chicas suizas participaron al partido que vio Suiza marcar 10 gol al Ecuador, que estuvieron gritando todo el rato –con un entusiasmo visto muy pocas veces por parte de los europeos a esta competición mundial, "Hopp Schwiiz!".

Raphael Lamon es suizo, pero el no se pegó todo el viaje desde Europa. El vive en Canada, con su mujer Canadiense y sus dos pequeños hijos, que de hecho están sentados a su lado. Para Lemon –un fan del fútbol europeo que de trabajo entrena niños para jugar a fútbol– la emoción de poder ver la primera aparición del equipo de fútbol femenino de Suiza a la copa del mundo era una emoción demasiado grande para no aprovechar y llevar ahí toda su familia. "Oh me encanta," ha dicho respeto al ver mujeres jugar a fútbol. "Hay menos inmersión." (?)

A raíz de la emoción de la Copa Mundial Femenina de hace cuatro años, cuando el equipo de Estados Unidos obtuvo el segundo lugar –perdiendo a los penaltis contra Japón, la asistencia a la liga aumentó en todo el país. Pero el interés impulsado por la Copa del Mundo era demasiado poco y muy afectado debido a los problemas de liquidez. Se retiró entonces la idea al final de la temporada.

Esta es la tercera temporada de la NWSL. Los dos pretendientes intentos no llegaron a la cuarta. La NWSL ha tomado medidas extremas para mantener los costes bajo control, incluidos los capuchones apretados sobre salarios de los jugadores. De todos modos, la asistencia de año pasado para la mayoría de los equipos fue de unos 3,000 participantes cada juego –incluyendo el valor atípico de Portland, donde los partidos atrajeron unos 13,320. Si el Mundial consigue despertar interés en el fútbol femenino, esta vez podría hacer una gran diferencia.

Para algunos aficionados el fútbol es fútbol, no importa si quien lo juega es un hombre o una mujer, y la posibilidad de expresar un sano patriotismo americano a los jóvenes de edad siempre es una buena oportunidad que hay que aprovechar. Antes del partido de Estados Unidos del martes, cuatro hombres jóvenes sin camisa y con cerveza en la mano, con el cuerpo pintado de rojo blanco y azul paseaban por el estadio de BC Place. No habrían parecido fuera de lugar en ningún evento deportivo. Luego se acercó un tío, Shawn Rupp, acompañado de otros seguidores, y dijo que el grupo entero se dirigía a Canadá desde Colorado para el torneo.

"Nos encanta suportar América y nos encanta el fútbol, pues ¿por qué no?", dijo Rupp. Los cuatros siguen diferentes equipos de fútbol, algunos MLS, algunos clubes extranjeros, y aunque algunos tampoco son cocientes de la NWSL, van igualmente a ver su equipo nacional. "Si que de vez en cuando miro la NWSL, pero que sea un buen partido", dice Rupp.

De vuelta en la casa de Vancouver, Lucas Howitt, un abocado de 45 años en Long Beach (California), explicó como gafó a Alex Morgan. La estrella de los Thorns, que se perdió los primeros dos partidos por culpa de una lesión, fue finalmente parte de la formación pero al poner una pelota en la red la cagó enormemente.

"Justo esta mañana dije que nunca había estado en un partido donde Alex Morgan no hubiese marcado un gol", dijo. A pesar del hecho que vive en California, Howitt es un fan de los Thorns en parte porque él y Morgan compartieron la experiencia a la Universidad Berkley de California.

Howitt –que es inglés- creció en Londres luchando para el Arsenal en la Premier Legue y luego para el West Ham. Al final el vandalismo consiguió que dejara de mirar el fútbol masculino.

"No deberías estar preocupado que te pueda llegar una botella de cristal sobre tu cabeza mientras miras un partido de fútbol", dijo.

En el mismo periodo en que Howitt estaba explicando porque vino a Vancouver, en la cuenta de USWNT subieron un video de Abby Wambach. "Quiero agradecer a todos los fans que han llegado aquí a vernos para la Copa Mundial, habéis hecho esta competición fantástica!. Muchas gracias chicos!", ella dijo.

El equipo –la Federación de Fútbol de Estados Unidos y los diversos grupos de trabajo que promueven el fútbol femenino en los EE.UU.– son muy cocientes de que no importa como muchos fans están llegando a las gradas para mirar el fútbol, sino que cada día más tiene que hacerlo mejor, y que hay la posibilidad de lograrlo. Al final de al cabo, muchos se hicieron fans y de hecho se enamoraron del deporte en el 1999 cuando las mujeres de Estados Unidos ganaron su ultimo titulo de la Cupa Mundial.

La victoria fue poco después de que Howitt se mudase a California. "Te parecerá falso", dijo, "pero el fútbol femenino en Estados Unidos realmente me ayudó a recupere mi amor por el juego."