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La doble vida Joe Cardona, 'snapper' de los Pats

Cardona, graduado de la Academia Naval, trabaja 24 horas cada martes en la escuela preparatoria naval.
Photo via New England Patriots

Algunos jugadores de la NFL pasan los martes, el día libre de la liga por tradición, cuidando sus lesiones, estudiando vídeos, o leyendo libros de jugadas sobre bicicletas estacionarias en el gimnasio del equipo. Otros se recuperan en casa, donde las únicas tacleadas provienen de pequeñines jugando en espaciosas salas de estar. Joe Cardona, el centro largo o long snapper de 23 años de los Patriots de Nueva Inglaterra, no hace ninguna de estas cosas.

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Cardona se levanta antes del amanecer todos los martes, enciende su camioneta, y recorre los caminos semivacíos para reportarse a su servicio militar obligatorio en la Escuela Preparatoria de la Academia Naval. La escuela, también llamada NAPS por sus siglas en inglés, fue fundada en 1915 y se encuentra sobre una colina con vista al océano pacífico en Newport, Rhode Island, a una hora al sur del Gillette Stadium y años luz del circuito de compras y entretenimiento de Patriots Place.

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NAPS es el alma mater de los condecorados de la Medalla de Honor, astronautas, y veteranos de cada guerra en el último siglo. Es una introducción a la rutina diaria y a la vida de la Academia Naval de los Estados Unidos (USNA en inglés) en Annapolis, Maryland —un lugar hecho "para mejorar la moral, y las bases mentales y físicas de los guardias de la marina y prepararlos para el éxito en la Academia Naval estadounidense." Cardona se desempeña como Oficial de Comando.

"[Mi trabajo como Oficial de Comando] es realizar todo el plan del día", dice Cardona. "Básicamente, todo en el campus que necesite ser arreglado. Es mucha responsabilidad."

Los oficiales de comando actúan más como una versión más involucrada de un director interino de un colegio: son responsables de las asambleas y el monitoreo de los salones, pasillos, y dormitorios. También contestan llamadas de los padres, de cualquier otros oficiales, y de cualquiera que busque información sobre el comando. Durante su turno, Cardona es responsable de todo guardia de marina que necesite orientación militar o académica.

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"[Los oficiales de comando] están todo el día junto al teléfono, haciendo lo que sea necesario. Hay días más tranquilos que otros, pero tienes que estar preparado para cualquier responsabilidad que suceda al momento. Podrían ser todo tipo de cosas, cosas que realmente no te gustaría saber. Entrenamos para lidiar con tragedias y con los peores escenarios. Estamos preparados para todo."

La responsabilidad es personal también, dice Cardona. Los oficiales de comando sienten la presión de dirigir a 250 estudiantes operando como una unidad solitaria, pero también tienen que lidiar con la forma de pensar de cada uno de ellos. "Todos son buenos niños. Pero también son hijos o hijas de alguien y tú eres responsable por un día. Estamos al mando para que todo salga bien."

El turno es de 24 horas, de 8 a.m. a 8 a.m., lo que obliga a Cardona a salir de casa en Dedham, Massachusetts alrededor de las 5 a.m. Aunque es probable que haya jugadores tan dedicados que se levanten a esa hora, probablemente ninguno se para tan temprano para laborar en su segundo trabajo.

"En una noche tranquila, te metes a la cama hasta la 1 o 1:30 a.m., para asegurarte de que todo esté seguro", me dice, "pero cuando tomo mundo se va a dormir, te tienes que despertar a las 5 para comenzar de nuevo. No mucha gente sabe lo duro que puede ser un día."

De hecho, el puesto es tan agotador mentalmente que a los oficiales de comando se le da una carga más ligera durante las 24 horas después de su servicio. De nuevo, así no es como funciona para Cardona, quien tiene que regresar al Gillette Stadium para entrenar con los invictos Patriots.

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"Definitivamente, el entrenamiento del día siguiente es algo duro", confiesa Cardona. "Tu cuerpo está cansado, pero sé que tengo un trabajo que hacer, como todo los demás. Si me toca guardia en un barco a altas horas de la noche, aún tienes que hacer tu trabajo al día siguiente. Voy a la práctica, doy mi mejor esfuerzo, y me comporto como un profesional, no solo con la Marina sino también como snapper."

Su dedicación le ha otorgado el respeto en el vestidor de Foxboro.

"Todos lo notamos", dice el punter de los Pats Ryan Allen, quien también recibe los pases de Cardona para los goles de campo y puntos extra. "De verdad puedes ver el impacto de las cosas que hace. Somos afortunados de jugar este deporte, y trabajamos muy duro, pero en realidad lo que él hace es algo maravilloso, y todos le tenemos gran respeto."

"Regresa a casa con varios de su compañeros completamente uniformado, ya sea de azul o de blanco", comenta Joe Judge, el entrenador de los equipos especiales de los Patriots. "Ellos entienden el significado del sacrificio que hace y que tiene que balancear su vida más allá del futbol americano para desempeñar su trabajo."

Cardona después del snap. —Foto vía Patriots.

Balancear tu vida entre oficial naval y jugador profesional no es un desafío fácil —incluso cuando la Marina apoya a los guardias que se convierten en estrellas de la NFL—.

El Teniente Eric Kettani se graduó de la Academia Naval en 2009. Comenzó su carrera con Nueva Inglaterra en 2011 y pasó un rato en Newport trabajando con el Centro Naval de Operaciones y en el equipo de futbol americano. Después de pasar por Washington, Kansas City, y Jacksonville, Kettani arrancó con los Patriots en 2015, pero no dado de bajo antes de la temporada.

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"Estar en la NFL es primer que nada un trabajo difícil", me contó por teléfono. "Es un trabajo de tiempo completo, 24/7. Es mental y físico. Eres el mejor del mundo en lo que haces, pero al mismo tiempo hay algo con lo que deber cumplir. A veces es mentalmente cansado, pero Joe tiene agallas."

Acutualmente, Cardona es el único graduado de la Marina en un plantel activo de la NFL. Kettani dice sentirse contento de ver a Cardona representando a la Academia Naval. Considera al centro largo un amigo por el tiempo que comparten en el campamento de entrenamiento de los Patriots y de lo que Kettani llama "Hermandad".

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Cardona practicó lacrosse y futbol americano en la preparatoria en El Cajon, California, una ciudad al este del Condado de San Diego; también dice haber practicado horas con su padre, quien pasó 24 años en la Marina, para desarrollar sus habilidades como snapper. "Jugar en esta posición fue una forma de obtener una oportunidad para ir a la universidad que deseaba. No soy el atleta más talentoso pero trabajo duro por mi cuenta y con mi papá."

Cardona pasó un año en NAPS antes de entrar a USNA en el otoño de 2011, donde se convirtió en titular bajo el entrenador Ken Niumatalolo y obtuvo un título en economía. Cardona necesitaba autorización especial para dejar Annapolis después de ser invitado al Senior Bowl y al NFL Combine, donde dejó una buena impresión para que los Patriots hicieran la selección más larga de un snapper en la historia de la NFL en la ronda 166.

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Mientras se ponía el sol en un lunes atareado por juntas de equipo, Cardona lidiaba entre su vida en la NFL y su obligación militar, antes de dirigirse a casa para descansar un poco antes de su turno de 24 horas en Newport.

"Creo que de verdad he desarrollado ese balance en la Academia Naval", me dice. "Tienes que ser eficiente para ejecutar las misiones, algo que nos infundan en la Academia."

"[Estar en la Marina] definitivamente te obliga a cumplir", me explica Niumatalolo. "Necesitas trabajar duro en el ámbito militar, en el ámbito deportivo, y no te puedes preocupar por los exámenes. Es la naturaleza de este lugar: sabes a lo que vas."

Cardona lo plantea de una forma algo diferente. "Cuando estás en modo militar tienes que terminar tus tareas; después estás en modo de salón de clases, y tienes responsabilidades. En el campo de práctica o terreno de juego, estás en modo deportivo. También tienes responsabilidades allá afuera. No puedes aflojar en ninguna de las áreas solo porque las demás son difíciles. Cuando estoy en NAPS, estoy completamente enfocado en mi misión como oficial naval; cuando estoy jugando para los Patriots, estoy enfocado en mis obligaciones en el campo."

Las similitudes intrínsecas entre el futbol americano y la militarizada, y la afinidad de la NFL con las fuerzas armadas, requieren más trabajo de lo que deberían. El futbol americano es un juego, pero el combate no lo es. La guerra no es un deporte; no es una figura retórica, y no es graciosa. Para Cardona, su servicio militar y su vida en el emparrillado son algo más transparente, algo demandante: el esfuerzo.

"Cuando está aquí Joe es un verdadero profesional", habla Judge sobre el ir y venir de Cardona entre dos mundos. "No sabrías que ha estado trabajando en otro lado. Cuando está aquí, hace todo con muchas ganas."

"Cuando está allá, está completamente con la Marina; cuando está aquí, es un Patriota."